Aunque a los conciertos entre semana no suelo ir, sobre todo si acaban tarde, ya que al día siguiente hay que responder en el trabajo, hay veces que las ocasiones son tan especiales que uno no se puede resistir y este jueves 19 de septiembre lo tenía apuntado en mi particular agenda desde hace tiempo, ya que visitaba el Escenario Santander Vandenberg, la banda del ex miembro de Whitesnake Adrian Vandenberg.
El paso del mencionado guitarrista por la serpiente blanca abarca los inolvidables discos “Whitesnake”, de 1987, y “Slip of the tongue”, de 1989, así como “Restless heart”, de 1997, y el directo acústico “Starkers in Tokyo”, de 1998, que supusieron la vuelta momentánea de la banda a la actualidad discográfica, pero no hay que olvidar que, además, tiene ya una amplia trayectoria con su propia formación, Vandenberg, tanto antes como después de estar en las filas de Whitesnake, y que abarca los álbumes “Vandenberg”, de 1982, “Heading for a storm”, de 1983, “Alibi”, de 1985, “2020” de 2020, y su último ,“Sin”, del pasado año.
La banda que iba a actuar esta noche el Escenario Santander, a donde regresaba casi 4 meses después de mi anterior visita, que, casualmente, también fue un jueves, era la integrada por el fantástico Mats Levén, voz, el propio Adrian Vandenberg, guitarra y coros, Sem Christoffel, bajo, y Joey de Boer, batería.
Adrian Vandenberg
Una vez dentro, pude saludar a muchos amigos y conocidos, que tampoco se quisieron perder esta cita tan especial con la banda de los Países Bajos, muchos de ellos venidos de otras comunidades y viéndose un gran ambiente en esta sala, que contó con una muy buena entrada para ver un concierto que, como es habitual en esta local, apenas se demoró y enseguida teníamos sobre las tablas al mencionado cuarteto.
Con una intro de fondo fueron saliendo los protagonistas de la noche, para comenzar, propiamente la velada, con “Hit the ground running”, de su último disco, tras preguntarnos si estábamos preparados, un tema muy movido y animado, metiéndonos en ambiente con este corte, que sonó muy machacón y quedón y que demostró que siguen creando muy buenas composiciones, para recuperar aquel “Fool for your loving” en la versión que grabaron ese trabajo de 1989, para la que Mats se quitó la chaqueta que llevaba puesta, siendo una pieza mitica y que, lógicamente, fue muy aclamada y coreada, contando con un muy buen solo de su guitarrista.
Nos recordaron que este era el primer concierto de la banda en toda su historia en nuestro estado, para pasar a tocar el tema con el que se abría su disco debut, “Your love is in vain”, el cual empezó de manera potente y machacona, sonando contundente y dejándonos un corte muy cañero y que tuvo un buen solo de guitarra, para viajar hasta 1987 y recuperar aquel maravilloso disco que Whitesnake editaron ese año con “Give me all your love”, con ese característico inicio, una pieza muy juguetona y pegadiza, que fue muy celebrada por todos los presentes, contando con un buen solo de guitara y esa parte en la que el público coreó, en solitario, el estribillo de esta canción.
Adrian Vandenberg
Llegaba el momento de viajar a su anterior trabajo del que tocaron “Freight train”, un tema que empezó con fuerza y que tuvo un ritmo quedón y pegadizo, contando con otro buen solo de guitarra, tras el que Adrian se hizo de la guitarra acústica, se sentó delante de la batería y arropado solamente por la prodigiosa voz de Mats Leven, interpretaron aquella preciosa “Sailing ships”, que cerraba aquel disco de la serpiente blanca de 1989, la cual comenzaron de manera relajada, siendo una pieza muy bien cantada y que sonó muy entrañable y es que estábamos ante una gran y emotiva canción.
Recuperaron el formato inicial y ya con toda la banda, continuaron en ese mismo disco con “Judgement day”, un tema que tuvo una machacona batería, contando con ese momento en que se para y tiene ese bello sonido de guitarra, para luego endurecerse, demostrando Mats sus grandes cualidades vocales y dejándonos un corte fantástico, para regresar a la ópera prima de este grupo, siendo el turno de “Wait”, no sin antes presentar Adrian al resto de integrantes de las formación, una canción que comenzó con un sonido potente de batería, llevando un ritmo constante, dando paso a un pegadizo estribillo, buscando y logrando la interacción con un público que coreó dicho estribillo en esa parte en que Mats nos dejó cantar en solitario, antes de que Adrian nos deleitase con un gran solo de guitarra.
Casi sin acabar la anterior, Joey subió al escenario a un jovencísimo batería, el cual estaba delante de mí, y que había enseñado alguna pancarta que no logré leer, dándole la oportunidad de acompañarlo en la primera parte de su solo de batería, haciéndolo muy bien, por cierto, para, ya sin el invitado, continuar con ese bestial solo, muy bien ejecutado, que fue unido con “Shadows of the night”, del anterior disco de la banda, una pieza muy guitarrera y que contó con un estribillo pegadizo y en donde se pudo apreciar las buenas canciones que siguen fabricando y que, seguramente, décadas atrás hubieran sido grandes éxitos en las radios de la época.
Adrian Vandenberg
Volvieron a ese año 1987, en donde recuperaron “Crying in the rain” para ese exitoso disco que publicaron y que, por cierto, lo abría, un tema con un inicio muy conocido y en el que buscaron y lograron, de nuevo, esa conexión con el público, empezando y parando el corte, dejándonos una verdadera maravilla de composición, que fue muy disfrutada y con la que se fueron, brevemente, del escenario, saludándonos, para regresar con la genial “Burning heart”, editada en el primer álbum de la banda, una pieza que comenzaron de manera calmada y pausada, demostrando Mats, una vez más, la gran voz que posee, intensificándose en el estribillo el sonido de esta realmente bella canción, que contó con un brillante solo de guitarra.
Y el final de la actuación se acercaba, pero todavía quedaban dos temas verdaderamente imprescindibles, ambos del disco de 1987 de Whitesnake, siendo el primero en sonar el increíble “Still of the night”, uno de esos cortes que me cambiaron la vida cuando vi un video suyo, al poco de publicarse, en la televisión, el cual tuvo ese inicio tan conocido y potente y un estribillo que se te queda grabado, para dar paso a ese momento en que la pieza se relaja, aunque luego fue cogiendo fuerza, contando con un gran solo de guitarra, recuperando ese ritmo quedón y dejándonos un gran final, siendo una canción muy celebrada por todos los asistentes. Impresionante.
Para concluir esta velada, llegaba el tema más conocido de la banda de Coverdale y compañía, “Here I go again”, el cual empezó de manera machacona, ofreciéndonos un corte que fue muy celebrado y coreado y en el que su cantante bajó a los altavoces situados entre el escenario y el público, incitándonos a cantar con ellos, algo que hicimos de mil amores, dando, de esta manera, por finalizado su concierto tras una hora y cuarto sobre las tablas.
Adrian Vandenberg
La única pega que se le puede poner a este concierto de Vandenberg es que se nos pasó muy rápido y que a todos nos hubiera gustado que tocasen alguna canción más, ya fuera de sus temas propios o de los que aparecían en los discos de Whitesnake, pero, por los demás, esta banda nos ofreció una impresionante actuación, y es que sonaron como un cañón, demostrando, tanto la vigencia de estos cortes atemporales, como la calidad de los recogidos bajo este nombre.
Sin duda alguna, el sonido de la guitarra de Adrian Vandenberg es muy característico y esta noche demostró que es un gran guitarrista, no siempre reconocido como merece, perfectamente arropado por un magnífico cantante, como es Mats Leven, que corroboró que los años no pasan por él y que sigue en plena forma, sin olvidar una sección rítmica que sonó realmente aplastante, haciendo, todos ellos, que esta banda sonase muy compacta.
Vandenberg demostraron que tienen una gran colección de temas, tanto propios, como de esa etapa en Whitesnake, los cuales saben defender en directo con matrícula; no perdáis de vista a esta banda, que sigue sacando grandes discos e id a verlos en vivo, si tenéis la ocasión.
Nada más acabar el concierto, pasé por el puesto de merchán para comprar algún disco de recuerdo, pero lo cierto es que solamente había un modelo de camiseta y otro de gorra, por lo que me llevé fue la experiencia de haber vivido una noche de esas que quedarán grabadas entre los rockeros de la zona, gracias a unos Vandenberg, que nos hicieron rejuvenecer casi 40 años y, al mismo tiempo, comprobar que siguen creando muy buenos temas propios y todo ello por al empeño y el buen hacer de la gente del Escenario Santander, que buscan y consiguen que la oferta musical en Cantabria sea mayor y más variada de lo habitual; gracias por todo ello y a seguir así.
19/09/2024 
Txutxy Cano 
Escenario Santander, Santander, Cantabria
