Llegar a hacer 30 años como banda, en nuestra tierruca, está al alcance de muy pocos grupos, pero, hacerlo de manera ininterrumpida, es casi una hazaña y más dentro del rock y del metal, por lo que la cita de esta noche, con Emboque, que llegaban a esa cifra, se había convertido en un verdadero acontecimiento, con muchos invitados, que son, sobre todo, amigos de dicha formación.
Pero el camino hasta llegar a esa fecha del primer sábado del mes de octubre, día en el que iba a tener lugar dicho acontecimiento y que iba a llevarse a cabo en la Plaza de la Llama de Torrelavega, a donde hacía más de dos años que no acudía a ver un concierto, fue un camino largo y con las habituales trabas que las instituciones torrelaveguenses suelen poner, contando, para sortear dichas trabas, con Chena y sus Black Bird Producciones, que fueron los encargados de llevar a cabo el evento: vamos, apuesta ganadora y segura.
Para complementar este evento tan familiar, además de los anteriormente mencionados invitados, iban a contar con sus amigos-familiares Amia, esa banda hermana, que sería la encargada de abrir una noche en la que la conocida plaza se llenó, algo que ya pude comprobar cuando me acerqué al mencionado recinto, con algo de adelanto, para vivir, in situ, el ambiente previo a esta fecha tan especial.
Tras saludar a muchas amigos y conocidos, unos a los que veo más a menudo y otros a los que hacía mucho que no lo hacía, me di una vuelta por un puesto de merchán renovado y en el que me hizo con ese pack especial que habían sacado, con camiseta conmemorativa, cerveza edición especial y unas chapas, como recuerdo de ese día tan especial.
Ambiente
Y de manera muy puntual, se subieron al escenario Amia, a los que vi en vivo por última vez dos meses atrás, un trío compuesto por Nacho Galván, voz y bajo, Raúl Losada, guitarras y coros, y Cesar Granado, batería, fundado en el 2021 y que ya cuenta con un disco llamado “Invencible”, publicado a principios del pasado 2023.
Comenzaron su velada con “Estigmas”, de su único trabajo, en donde tuvieron algún problema con el micrófono de Nacho, el cual, además, arrastraba una afonía que casi los lleva a cancelar su participación, dejándonos con un tema intenso y cañero, que fue unido con su compañera de disco “Danzando con el diablo”, una pieza machacona y potente y en donde la banda fue, poco a poco, asentándose.
Nos agradecieron nuestra presencia y se mostraron encantados por la importante presencia de gente, para continuar desgranando ese disco con “Redención”, un corte que tuvo un sonido constante y poderoso y que contó con un muy buen solo de guitarra, antes de animarse a tocar su particular versión del “Shout”, de Tears for Fears, una pieza que les quedó muy intensa y pegadiza, además de sonar muy contundente.
Amia
Vuelta a su único disco para tocar “Llegaré”, el que lo inicia, que comenzó con ese sonido tan juguetón, para luego ir acelerándose, siendo un tema potente y pegadizo y en donde Nacho fue recuperando algo de su voz, dejándonos un corte muy quedón y que contó con un poderoso final, para continuar con una canción muy importante para la banda, como ellos mismos dijeron, y es que llegaba “Invencible”, la que da nombre a este trabajo, con un muy machacón arranque, mostrándonos una pieza muy potente y que sonó con contundencia y fuerza.
Unido a la anterior llegaba “Artificio”, un tema con mucha fuerza y potencia y que contó con un sonido machacón, además de ser muy contundente y tener un pegadizo estribillo, pasando a invitarnos a viajar en el tiempo y adentrarnos en su especial versión de “El tren”, de Leño, para la que nos pidieron que arengásemos en ese momento en que se relaja, cogiendo luego más velocidad y fuerza, dejándonos una gran pieza y que fue una adaptación muy lograda.
Pero, para todos los allí presentes, la gran sorpresa de su actuación fue la versión del “Salvaje”, el corte que daba nombre al primer disco de Emboque, al que dieron un tono muy especial, sonando muy potente, dejándonos un gran tema y con mucha fuerza, para pasar a despedirse y agradecernos nuestra presencia y el recibimiento y felicitando a Emboque por sus 30 años en activo, siendo el turno de “Arde”, una pieza todavía no editada y que empezó con fuerza, contando un buen sonido machacón, de esos que te hace mover la cabeza, concluyendo su velada con esta canción intensa y contundente.
Amia
De esta manera y después de estar sobre las tablas unos 40 minutos, concluía este concierto de Amia, que fue mejorando progresivamente, demostrando que son una banda muy buena y poderosa y que, pese a los nervios por la cita que era y al estado de la voz de Nacho, lograron agradar a todos los presentes con una actuación muy intensa y contundente.
Todo se les puso cuesta arriba, pero ellos lo sacaron adelante, con mucho mérito y es que otros, en su lugar, hubiesen cancelado, pero Nacho y sus compañeros se arriesgaron y dieron una gran actuación, pese a las limitaciones vocales comentadas, y es que, cuando se tienen grandes canciones, como las que ellos poseen, y se es un gran músico, casi nada puede salir mal.
Amia no paran de tocar en directo y es una banda que os recomiendo, ya que merece la pena escucharlos, tanto en disco, como, y, sobre todo, en vivo.
Pero, sin desmerecer la calidad de Amia, todos estábamos allí para ver a Emboque y celebrar con ellos estas 3 décadas al pie del cañón, algo de lo que hicieron eco hasta los medios de comunicación de mayor tirada a nivel regional, lo que hace ver la grandeza de esta banda, que se ha ganado el cariño de todos los seguidores del rock y del Heavy metal de la tierruca y de buena parte de la península, siendo simplemente como son, sin filtros y sin pretender ser más que lo que son, una gran familia.
Para quien pueda estar despistado, recordemos que este trío está compuesto por Raúl Galván, voz y bajo, Mario Galván, guitarra y coros, y Carlos Quintana, batería, y que han publicado los discos “Salvaje”, de 1999, “Déjame entrar”, del 2001, “Contra el tiempo”, del 2004, “Voy a por ti", del 2010, “A tempo de rock", del 2015, “6", del 2017 y por cuya salida les hicimos una video entrevista, su trabajo en vivo “Directamente”, del 2020 y con el que les volvimos a entrevistar, y “La era perdida”, del 2022.
Al igual que a sus compañeros, los había visto por última vez en ese mismo concierto de primeros de agosto, pero lo que íbamos a vivir aquí esta noche era otra cosa, comenzando su actuación con unos diez minutos de retraso, mientras esperaban que alguien del ayuntamiento apagase las luces de la pista en donde está teniendo lugar esta velada, algo que solamente pasaría con la velada ya avanzada; curioso que algo en lo que está metido dicha institución no cuente con ningún representante de esta institución allí mismo.
Emboque
Con un intro de fondo fueron subiendo los músicos, que comenzarían su velada con ese “No lo harán por ti”, de su último disco de estudio, el cual empezó con un sonido de guitarra juguetón, ofreciéndonos un tema muy movido y en el que hizo acto de presencia la pirotecnia, para continuar con “Ritual”, de su ópera prima, una canción que tuvo un sonido cañero y potente, aunque luego se relajó, antes de dar paso a un gran solo de guitarra.
Pasaron a saludarnos y a mostrarse encantados de ver esta plaza llena, recordando que estaban de celebración y avisándonos de que iban a tocar temas de todos sus discos, regresando a su última referencia con el corte que lo abría, “Soy libre”, que empezó con mucha fuerza y potencia y durante el cual, por fin, apagaron las luces de la plaza, dejándonos una composición muy pegadiza y potente, tras la que nos pidieron un aplauso para Amia, mostrándose encantados con la sorpresa que había sido su versión, comentándonos que ya había pasado tiempo desde la siguiente pieza, “Revolución”, la que comenzaba su segundo álbum, la cual se inició de manera rápida, ofreciéndonos una canción clásica, que siempre es muy coreada y que tuvo un gran solo de Mario y un machacón final.
Y llegaba el momento del primer invitado de la noche, que no iba a ser otro que Ramón Caballero, actualmente con Reimon y Garfunkel, aunque es conocido por su paso por las míticas bandas Los Perezosos y Las Orejas Del Lobo, entre otras, con quien tocarían “Déjame entrar”, precisamente el corte que daba nombre a su segundo disco, un tema que tiene ese ritmo tan característico y que sonó muy poderoso, con Ramón situándose en segunda fila y siendo un momento muy especial, para, ya sin el invitado, continuar con “Doble faz”, la que cierra su ópera prima, una pieza que comenzó con ese sonido tan personal y potente, dejándonos una muy buena canción, que se relajó, antes de dar paso a ese buen sonido de guitarra, recuperando la intensidad y la fuerza, y concluyendo de manera más calmada.
Turno para otro invitado muy especial, Teddy, guitarrista de los Aranea Adventus y una persona muy reconocida dentro de la escena local, que subió a tocar “La caverna”, de su tercer disco, con ese sonido tan intenso inicial, para luego relajarse brevemente antes de recuperar esa fuerza previa y adentrarse en un pegadizo y coreable estribillo, para, ya sin Teddy, volver a su ópera prima con la preciosa “Ángel caído”, una pieza más tranquila, la cual empezó calmada y que tiene un aire más oscuro, aunque luego fue cogiendo más energía, sobre todo después del solo de guitarra, dejándonos una gran canción.
Emboque
Seguíamos con los invitados y ahora llegaba uno muy especial porque era el turno de Bruno, que iba a tocar la batería en lugar de su padre en “El ojo del huracán”, de su disco de hace dos décadas, con Bruno dándole bien y Raúl invitándonos a cantar este mítico corte, que fue muy celebrado y después del cual el invitado fue despedido entre muchos aplausos, para avanzar hasta su último plástico con “Noche negra”, una de las canciones más destacadas del mismo y para la que subió un chico con una máscara de demonio, tal y como se reflejaba en el video que editaron de la misma, dejándonos una gran pieza que sonó con fuerza y potencia.
Y llegó el que fue el momento más emotivo de la noche y es que, después de muchos años sin cantar en directo y con una grave enfermedad que lleva arrastrando desde hace un año, se subía a las tablas Ángel Rubín, actualmente en Metalodón, pero conocido también por su paso por Adgar, entre otros grupos, para cantar con la banda “Caminar”, el tema que abría su tercer disco, demostrando su gran voz y que sigue estando en muy buena forma, disfrutando de un corte muy coreado y en el que pudimos deleitarnos con dos de las mejores voces del panorama metalero estatal; simplemente impresionante.
Volvieron a quedarse los tres sobre el escenario para encarar “Luz del día”, de su cuarto disco y que es un verdadero temazo, el cual contó con ese sonido tan característico y con un muy buen estribillo, siendo muy bien acogido, antes de dar paso a otro a histórico de la escena cántabra como es Javi Prieto, de Mordor y Reality Check, entre otros grupos, que se lanzó a tocar la guitarra en “El último desertor”, del segundo álbum de la banda, pidiendo, previamente, un fuerte aplauso para los técnicos de sonido y de luces, así como para el ayuntamiento por haber hecho posible esto, una canción con fuerza y potencia, que tuvo un ritmo contundente y en donde disfrutamos de un buen duelo de solos de guitarra.
Emboque
No podía faltar, en una fecha tan señalada, su particular homenaje al desaparecido músico torrelaveguense Jose Manuel Illera, a quien escribieron, al poco de conocer su perdida, “Se apaga el sol”, también recogido en su segundo lanzamiento y que, además, fue dedicado a todas las personas con las que habían coincidido en esta andadura y que ya no están entre nosotros, un tema que se inició con ese bello sonido de guitarra, dejándonos un corte maravilloso y muy entrañable, el cual fue muy celebrado y que contó con un gran solo de Mario.
Precisamente el guitarrista fue el que dio comienzo a “Eterna oscuridad”, de su obra del 2004, un tema para el que contaron con Nacho Galván, de Amia, al bajo, con un Raúl que se liberó del citado instrumento de manera momentánea, dejándonos con un corte que empezó calmado, pero que luego fue cogiendo velocidad, siendo muy pegadizo y quedón, para, ya sin Nacho, con Raúl recuperando el bajo y con Ovi Abascal, de Bifrost y Reality Check, a la voz, tocar “Voy a por ti”, la pieza que daba nombre a su cuarto disco, la cual fue muy celebrada y en la que nos hicieron corear, siendo también muy bien cantada, como era de esperar, por el invitado.
Ya sin invitados llegaba el momento de un tema muy querido por mí y ese es “Amia”, que era el que abría su ópera prima, un corte que siempre me pone los pelos de punta y que es una verdadera maravilla, siendo, como de costumbre, muy bien acogido, para, después de avisarnos de que aquello se iba acabando, viajar hasta su anterior disco con “Aprendiz”, para el que contaron con Iván Peinado, del grupo Vendaval, a los teclados, que dio a esta pieza un sonido muy especial, dejándonos una canción muy intensa.
Aun con el citado Iván sobre las tablas, tocaron uno de sus temas más aclamados, “Aníbal”, de su cuarto disco, un verdadero himno, ofreciéndonos un corte muy bueno y celebrado, con Raúl arengándonos y dejándonos con un maravilloso duelo entre Mario e Iván, siendo muy cantado, para bajarse Iván y subir Juanma Pinto, de Soulbane, para tocar el bajo en “Donde está la acción”, de su anterior obra, antes de la cual recordaron el activismo del invitado en la plataforma “En Torrelavega no se toca”, que busca normalizar la actividad cultural en la ciudad y recordando que la banda en que toca Juanma iba a tocar en el 28 aniversario del programa de radio Noche de Rock, una pieza con fuerza y muy pegadiza y en donde se vio a Raúl muy suelto sin el bajo.
Emboque
Juanma se bajó del escenario y subió Kini Fernández Campuzano, de Mordor y Karonte, que iba a tocar la guitarra en “El héroe”, de su trabajo de hace 14 años, con ese ritmo inicial tan juguetón y que sonó mucho más contundente esta noche, dejándonos un tema muy pegadizo y que fue muy cantado, para, ya sin el invitado, avanzar hasta su anterior disco de estudio con “Estaré”, mientras la gente coreaba el nombre de la banda, pidiéndonos que los ayudásemos en dicha pieza, la cual tuvo ese inicio tan característico y con la gente dando palmas, apareciendo de nuevo la pirotecnia y haciéndonos interactuar en esa parte en que la canción se para.
Y llegaba, en un principio, el final del concierto, aprovechando para agradecer nuestra presencia, lo que fue respondido con gritos de “Emboque, emboque”, mientras desde el escenario se nos decía que nosotros hacíamos que el rock fuese “Inmortal”, ese ya legendario tema de su anterior disco, que fue muy celebrado y tras el cual se hicieron la foto final, y, pese a que hicieron ademán de irse, todavía hubo tiempo para una más, siendo ésta su versión de la mítica “Burn”, de los Deep Purple, para la que volvieron a contar con Iván Peinado a los teclados, una canción que fue muy cantada y con la que, ahora sí, concluía su velada, tras estar sobre las tablas dos horas y media.
Aunque la música había acabado, aun hubo momento para que los amigos de la banda sacasen una tarta para celebrar este 30 aniversario y para las fotos con todos los invitados, entre aplausos del público para la banda y viceversa, haciendo que aquello fuese una verdadera fiesta y una noche inolvidable, con un grupo que ya es una institución, que se lo merece todo y es que se han hecho con el corazón de todos los rockeros de nuestra tierruca.
Pese al subir y bajar de invitados, el concierto se hizo muy ameno y todo se llevó a cabo con cierta celeridad, dejándonos momentos irrepetibles, ya sea por recuperar temas que no son frecuentes en su repertorio habitual, como aquellos otros en los que fueron acompañados por esos amigos que se han ido ganando durante este camino y eso que pudieron haber estado muchos más, pero hubiese sido una verdadera locura.
Emboque sigue, paso a paso, convirtiéndose en una leyenda, ya no solo dentro del Heavy Metal local, sino también estatal y noches como ésta no hace nada más que refrendar y ampliar la misma.
Y, después de despedirme de algunos de los presentes, me fui de la Plaza de la Llama de Torrelavega, tras haber disfrutado de una noche irrepetible y memorable a cargo de Amia y de unos Emboque que nos regalaron un evento que será difícil de olvidar y que, para muchos, entre los que me incluyo, supera, incluso, aquel en el que celebraron su 25 aniversario, con la grabación de un DVD en directo, o ese otro en el que tocaron con una orquesta, y eso ya es mucho decir, y todo ello en un magnífico ambiente de camaradería entre músicos y asistentes.