Fue allá por mayo cuando Manolo Garcia hacia la primera para de su tour “Cero emisiones contaminantes desde ya”, un nombre que podíamos perfectamente ver en cualquier anuncio de automoción. Cinco meses después únicamente pudimos ver a un artista, igual de eufórico, pero más centrado y serio en lo que estaba haciendo sobre el escenario que la anterior vez. Tirando de rabia y pasión, eso siempre, se llevo el show a tres horas…si le quitamos el descanso “a lo Robe” de quince minutos que se hizo para tomar aire.

Si estuviste en su concierto de mayo, pocas sorpresas, el mismo escenario, el mismo espectáculo, casi el mismo Setlist y…el mismo Manolo Garcia bajándose en repetidas ocasiones a las primeras filas e incluso dándose un largo paseo entre la gente durante “Giro teatral” algo para lo que hay que estar un poco loco debido a las apreturas que teníamos por el sold out, bueno loco…o ser un genio y además lo que se desprende de sus comentarios, un tipo cercano y agradecido por estar donde está sabiendo y reconociendo que es gracias en gran medida a los que allí estaban. Y es que fueron varias las veces que agradeció a su público el cariño y el estar siempre ahí, incluso esa noche llegando desde distintos puntos del país “por coche, tren avión, barco, o lo que sea”

Y es que se puede hacer una crónica de un concierto del catalán solo con sus comentarios entre tema y tema, su verborrea no tiene filtro, “¡esto es vida! ¡Él ahora es vida! ¡¡¡Que si hacienda que si mierdas…su puta madre!!! ¡Estos es vida coño!”…por poner un breve ejemplo.

Manolo Garcia esta haciendo un extenso recorrido por todos sus grandes éxitos, que son muchos, y a los que hay que unir los de El Ultimo de la Fila, que como no podía ser de otra forma, llegaron nuevamente a ser los que mas decibelios obtuvieron por el abarrotado Wizink Center, ni los globos de “A San Fernando” le ganaron…aunque se quedo cerca todo hay que decirlo. Lo que también da para un editorial es la “fauna” publica que asiste a los conciertos, pero eso es otro capitulo distinto.

La sorpresa de la noche fue la aparición de Pepe Robles, guitarrista y compositor de Los Módulos, con quien Manolo Garcia hizo dos temas, “Cicatriz” y gran clásico de la banda ”Todo tiene su fin”. Debo reconocer que, al contrario de otros artistas de la época, Pepe me dejo con la boca abierta por conservar intenta su tremenda destreza a la guitarra, además de un estado vocal muy bueno, y es que para los que tenemos una edad el escuchar ese tema en voz de su creador resulto algo mas que un regalo, fue algo así como el momento inolvidable de la noche, lo siento Manolo…y mucha gracias.

Con Manolo Garcia nunca se sabe cuando puede ser la ultima vez, de momento seguro que lo es en Madrid con esta gira. “Cero emisiones contaminantes desde ya” echará el cierre el próximo 30 de noviembre en un abarrotado Palau Sant Jordi después, un descansito y quien sabe lo que sucederá o lo próximo con lo que nos sorprenderá el polifacético artista.