La verdad es que los domingos son los días en que menos me apetece ir de concierto, porque son los únicos días que libro al completo y me gusta llevar a cabo otro tipo de planes, pero, como todo en la vida, hay días que son especiales y ocasiones que sabes que solo pasan una vez en la vida, como este último domingo del mes de octubre, que tenía apuntado en rojo desde hace meses, ya que, ese día, iban a visitar el Escenario Santander los míticos FM, junto a los no menos conocidos Grand Slam.
Además, ni el clima acompañaba, encontrándonos con un día lluvioso y gris, que parecía más de invierno que de otoño y que haría a muchos dudar entre sí ir o no hacerlo, pero para allá que fui, venciendo dicha pereza, hallando, para nuestro pesar, una sala bastante vacía, habiendo ubicado este doble concierto en el escenario pequeño, ante la escasísima venta de entradas anticipadas.
Tras saludar a algunos de los presentes, la mayoría habituales de los conciertos que suele haber por Cantabria, me acerqué por los puestos de merchán, con unos precios algo elevados para lo que suele ser habitual por estas zonas, pero, ya se sabe, las mentalidades y los sueldos son diferentes en nuestro estado y en el Reino Unido, que era de donde procedían ambas bandas.
Grand Slam
Y como buenos británicos, de manera puntual, se subieron al escenario la gente de Grand Slam, quienes fueron los encargados de abrir esta velada, una banda que se formó hace 40 años y de la que formó parte el desaparecido Phil Lynott tras la disolución de Thin Lizzy, siendo un grupo que tuvo una primera etapa entre 1984 y 1985, una segunda en el 2016, para volver, definitivamente, en el 2018.
Los miembros de la banda son veteranos de la escena, siendo la formación actual de la misma Mike Dyer, voz, Laurence Archer, guitarra y coros, Rocky Newton, bajo y coros, Benjy Reid, batería, siendo el guitarrista el único que pertenece de aquellos primeros tiempos, y habiendo editado los discos “Studio Sessions”, del 2002, y que recogía grabaciones de 1984, “Hit the ground”, del 2019, y su más reciente, “Wheel of fortune”, de este mismo año, al margen de diversos directos y recopilaciones. Para este concierto contaron, además, con la colaboración de Jem Davis, de FM, a los teclados.
Y con una intro sonando de fondo, se subieron al escenario, para interpretar “Nineteen”, de aquella primera etapa, pero que recogieron en su anterior trabajo, un tema con mucha fuerza y muy pegadizo y que, además, es un corte muy conocido, el cual contó con un gran solo de guitarra, siendo seguido por “Gone are the days”, la pieza que abría ese mismo disco y que tuvo un buen sonido de guitarra, dejándonos una gran canción, muy quedona y constante y que calentó todavía más aquello.
Pero la banda venía a presentarnos su más reciente y buen disco, que contiene temas como “Spitfire”, que se inició con un sonido de guitarra juguetón, dejándonos con un corte muy pegadizo y constante, en donde nos demostraron que siguen creando grandes composiciones, para, sin dejar este plástico, continuar con “Come together (In Harlem)”, una pieza con un comienzo pesado y machacón, que resultó ser un potente medio tiempo, pero sin dejar de ser una canción con mucha fuerza.
Grand Slam
La combinación entre la guitarra y la voz fue la que dio inicio a “Hit the ground”, el tema que daba nombre a su anterior álbum, para después coger mucha fuerza cuando entraron el resto de los músicos, un corte muy pegadizo y quedón en el que Laurence nos deleitó con un gran solo de guitarra, para vacilar que, entre lo reducido del espacio y los instrumentos que estaban situados para el concierto de FM, casi no podía revolverse, siendo el momento de escuchar “There goes my heart”, la animada y contundente pieza que abre su más actual disco, una canción con un sonido muy juguetón, además de ser muy constante y movida y que sonó muy contundente esta noche.
Turno para recordar aquel tema que Phil Lynott grabó junto a Gary Moore llamado “Military man”, el cual empezó con ese sonido característico de batería, un corte muy potente y cañero, que contó con un buen solo de guitarra, dejándonos con una composición con mucha fuerza y contundencia, además de ser muy buena y poderosa, y que tuvo un explosivo final antes de recuperar ese sonido inicial, para, a petición de alguien del público, pasar a interpretar “Dedication”, que en un principio no estaba en el set list, una pieza de la primera etapa de la banda y que ha sido recogido en algún recopilatorio de Thin Lizzy, además de, como el anterior, formar parte de su disco del 2019, la cual sonó muy contundente y pegadiza, con ese momento en que se relajar, para, después, recuperar la fuerza inicial y tener un ritmo movido.
Muy entrañable fue la interpretación de “Sisters of Mercy”, otro de los temas de la primera etapa de la banda que recogieron en su anterior disco, el cual empezó muy tranquilo y calmado, con unos muy buenos coros, para luego endurecerse y coger más fuerza, contando con un genial solo de guitarra, siendo un corte muy pegadizo, que se relajó levemente, para luego recuperar la fuerza previa y, aunque hicieron amago de irse, la gente quería una más y ellos se lanzaron a tocar la popular canción “Whiskey in the Jar”, que fue el primer gran éxito de Thin Lizzy cuando la versionó y que ellos han regrabado este mismo año, una pieza muy celebrada y festiva y con esa parte en que se ralentiza, para luego volverse más contundente.
Grand Slam
De esta manera y después de estar una hora sobre las tablas, concluía este grandísimo concierto a cargo de unos Grand Slam, que demostraron ser una gran banda, que sonó muy poderosa, reafirmando que el que tuvo retuvo, y que son una formación que cuenta con grandes músicos y una gran colección de temas, no solamente de su primera etapa, sino de la más actual.
Lo que más me llamó la atención no fue la calidad de las canciones, ya que me había dado cuenta de ello al escucharlas, sino lo contundente que sonaron en directo, así como lo mucho que éstas ganan cuando las aprecias en vivo, todo ello gracias a sus veteranos y grandes músicos, que dieron una actuación muy intensa y potente, logrando ganarse el cariño de todos los allí presentes.
Una gran banda, estos Grand Slam, de esas que deberían de tener mucho más reconocimiento; no te los pierdas, si tienes la ocasión.
Y llegaba el momento que todos estábamos esperando, la salida al escenario, tras el habitual tiempo de cambios entre banda y banda, de los míticos FM, un grupo que se crea en 1984 y que tuvo una primera etapa que duro hasta 1995, para volver a retomar la actividad de este en el 2007, siendo la actual formación la compuesta por Steve Overland, voz y guitarra, Jim Kirkpatrick, guitarra y coros, Jem Davis, teclados, Merv Goldsworthy, bajo y coros, y Pete Jupp, batería.
En este tiempo han generado una extensa discografía que engloba los discos de estudio “Indiscreet “, de 1986, “Tough it out”, de 1989, “Takin' it to the streets”, de 1991, “Aphrodisiac”, de 1992, “Dead man's shoes”, de 1995, “Metropolis”, del 2010, “Rockville”, del 2013, “Rockville II”, del 2013, “Heroes and villains”, del 2015, “Indiscreet 30”, del 2016, “Atomic generation”, del 2018, “Synchronized”, del 2020, “Thirteen”, del 2022, y “Old habits die hard”, de este mismo año, además de diferentes Ep´s, directos y recopilatorios.
Una intro fue la que les dio la bienvenida, entre los aplausos de los presentes, para lanzarse a tocar “Digging up the dirt”, el corte que también abre su disco de 2015, el cual sonó muy movido y quedón, contando con una gran solo de guitarra y con Steve colgándose la guitarra a medio tema, siendo unido con “I belong to the night”, esa canción que estaba recogida en su ópera prima y que tuvo un gran sonido de teclados, mostrándonos una pieza clásica, con fuerza y muy cantada, además de ser muy pegadiza.
FM
coros tan quedones, llevando el tema un ritmo animado y pegadizo, que nos hizo movernos con su sonido, mientras nos pedían que diésemos palmas y que cantásemos con ellos, pasando a saludarnos y con su vocalista desprendiéndose de su guitarra, antes de adentrarse en la maravillosa “Someday (You'll come running)”, de su gran obra de 1989, una pieza que empezó con fuerza, pero que luego se relajó, aunque retomaría esa intensidad inicial, siendo una canción muy pegadiza, con un muy buen estribillo y un gran solo de guitarra, solicitando nuestras palmas cuando ésta se calmaba, antes de recuperando esa energía previa.
Regresamos a su primer disco con “Let love be the leader”, un tema que apareció como bonus track, y que se inició con el sonido del teclado, con Steve y Merv ausentándose brevemente, y con un buen solo de guitarra inicial, para dar paso, propiamente, a dicho corte, que sonó accesible, con una guitarra quedona, haciéndonos corear y bromeando Steve y Jim, mientras tocaban la guitarra espalda con espalda.
Steve se desprendió de su guitarra, una vez más, antes de dar inicio a “Synchronized”, el corte que daba nombre y abría su trabajo del 2020, el cual contó con unos buenos teclados iniciales, siendo un tema movido y pegadizo, para el que nos pidieron nuestras palmas, contando con un buen solo de guitarra, mientras su vocalista recuperaba su guitarra, para, sin casi parar, dar paso a su versión de la pieza “Everytime I think of you”, de Eric Martin, que ellos ya recogieron en su segundo disco, la cual empezó calmada, estando ante una muy bonita balada, muy celebrada y que contó con unas emotivas palmas.
FM
Llegaba el momento de presentar algún tema de ese disco recién editado, como fue el caso de “Out of the blue”, precisamente el que lo abría, el cual empezó con un buen sonido de teclados y con la gente siguiendo el ritmo con las palmas, un corte con un buen sonido de guitarra, muy animado y pegadizo, para regresar a su exitoso trabajo de 1989 con “Does it feel like love”, una pieza que se inició con el sonido de la batería y unos muy buenos teclados, ofreciéndonos una canción movida y contagiosa, con un sonido quedón y que fue muy coreada, con la gente dando palmas después del solo de guitarra y en la que prolongaron su parte final.
Un poco más atrás en el tiempo se remontaron para ir hasta su ópera prima, que se abría con “That girl”, el cual comenzó con ese sonido grabado y de manera calmada, siendo un tema muy pegadizo y movido, además de muy coreado, dejándonos un gran solo de guitarra en este constante corte, para avanzar hasta 1989 con la canción que daba nombre al disco que sacaron ese año y que también lo abría, “Tough it out”, muy celebrada y que se inició con esos teclados y coros, dando paso a una pieza muy quedona y en la que las palmas volvieron a hacer acto de presencia.
Sin dejar ese mismo álbum, llegaba el turno de “Bad luck”, un tema que empezó con fuerza y con un bajo marcado, siendo un corte muy machacón y con gancho, además de muy movido y pegadizo, para, sin casi pausa alguna, continuar con “Hot wired”, de su primer disco, una pieza que comenzó con potencia y un aire coreable, cogiendo luego más velocidad y fuerza progresivamente, ofreciéndonos una canción muy quedona y celebrada, con las palmas haciendo acto de presencia y que terminó con un breve solo de batería.
FM
Se observaba el buen rollo entre ellos, algo que, claramente, trasmitían a los presentes, continuando con “Turn this car around”, de su anterior disco de estudio y que empezó con fuerza y unos buenos teclados, que dieron al tema un sonido muy constante y potente, siendo un corte muy coreable y celebrado, a la vez que pegadizo y en el que pidieron y logrando nuestra participación en forma de coros.
Después de éste, se fueron brevemente del escenario, pero la gente reclamaba más y allá subió su teclista para deleitarnos con un breve solo, antes de ser acompañado por Steve para interpretar “Story of my life”, de aquel “Rockville” del 2013, un tema muy tranquilo, bonito y calmado, y en el que Jim y Merv subieron solamente para arropar en los coros, dejándonos un precioso momento, para el que Pete solamente se incorporó en su parte final, pasando a terminar su velada con “Other side of midnight”, de su ópera prima, con Steve recuperando su guitarra, que fue quitándose y poniéndose durante toda la actuación, siendo una pieza que fue comenzada por el batería, dejándonos una canción con mucha fuerza y muy coreable y en la que Jem se situó en primera línea con su keytar.
De esta manera y después de casi hora y media sobre las tablas, concluía este concierto simplemente impresionante de unos FM que emocionaron a los presentes, con un cantante espectacular y por el que no pasan los años, arropado por unos grandísimos músicos, que demostraron ser un verdadero bloque, sonando de manera compacta y dándole a los temas muchísima más fuerza que en estudio.
FM
La verdad es que me sorprendió la contundencia de su sonido y el hecho de que no se amilanasen por estar ante un reducido número de espectadores, sino que, al contrario, lo dieron todo, igual que si estuviesen ante miles de personas, mostrándose muy cercanos y con una gran colección de canciones, especialmente centradas en sus primeros dos discos, los más populares, pero sin obviar algunos temas más cercanos en el tiempo.
Sin duda alguna, FM lograron esta noche que todos rejuveneciésemos más de 30 años y todo ello gracias a su gran actuación, demostrando ser una gran banda, a la que todavía la queda mecha para largo; no te los pierdas, si te gustan este tipo de sonidos.
De esta manera dábamos por concluido el domingo y, por tanto, el fin de semana, después de haber disfrutado de las grandes actuaciones de unos potentes Gran Slam y unos geniales FM, que demostraron ser dos grandes bandas, que triunfaron en sus conciertos y dejaron boquiabiertos a los presentes, que agradecimos la entrega de ambas formaciones, pese a la poca afluencia de público, brindándonos una noche inolvidable gracias a sus directos y al empeño de la dirección del Escenario Santander en situar a nuestra tierruca en el mapa de las grandes giras, tanto estatales, como internacionales.
27/10/2024 
Txutxy Cano 
Escenario Santander, Santander, Cantabria
