Los suecos Evergrey llegan a España para presentar los temas de su último álbum, Theories of Emptiness, acompañados por dos bandas de gran calibre: los ítalo-suizos Virtual Simmetry, con el ex Temperance Marco Pastorino a la voz, y los alemanes Klogr, representantes del metal alternativo. Un cartel de lujo, a priori, con estilos variados pero complementarios en conjunto.
La velada comenzó con Virtual Simmetry, quienes fueron los primeros en descargar su música. Con su estilo progresivo y melódico, quizás fueron los más suaves de la noche, pero no por ello menos impactantes. En un set de apenas media hora que se hizo corto, la banda demostró su nivel técnico y musical, con un Marco Pastorino en plena forma y Valerio (guitarrista) deslumbrando con su virtuosismo y actitud. Para los seguidores del rock progresivo, esta brevedad fue un piropo, pues cuando una banda de este género logra mantener tu atención de principio a fin en tan poco tiempo, es señal de que algo han hecho bien.
Virtual Simmetry
Tras ellos, Klogr tomaron el escenario, con su característico metal alternativo y una atmósfera oscura. Sin embargo, y en contra de lo esperado, su actuación terminó por volverse algo monótona. La similitud estructural de sus canciones, sumada a la constante oscuridad en su sonido, hizo que la energía de la banda se diluyera a medida que avanzaba el espectáculo. Un punto curioso fue el comentario de Rusty, quien bromeó con que había llamado a su madre para decirle que ahora tenían muchos fans nuevos en Madrid. Puede que fuera un intento de humor, pero algo en ese "detalle" sonó falso. En fin, ese tipo de cosas pasan, aunque la pregunta queda: ¿quizás el orden de las bandas debería haberse invertido?
Klogr
Personalmente, tenía muchas ganas de ver nuevamente a Evergrey en directo. La última vez que los disfruté fue en el Z Live de Zamora hace un par de años, y siempre he sentido que son una banda injustamente infravalorada en España. Pero ¿quién tiene la fórmula para conectar o no con el público? El negocio musical es impredecible y, en este caso, algo triste. No obstante, esa sensación no la compartieron Evergrey, quienes salieron al escenario con sonrisas de oreja a oreja, dispuestos a disfrutar del momento con el público. Antes de seguir, quiero destacar la labor de la sala Revi Rock, un lugar que, aunque no pueda ampliar su capacidad de aforo por el momento, se debería convertir en un referente para conciertos de tamaño medio en Madrid. Tanto el sonido como la iluminación fueron impecables, lo que hizo que la experiencia fuera aún más satisfactoria.
Evergrey
"Esta noche vamos a olvidar los problemas, las depresiones, los dolores y toda esa mierda durante los próximos noventa minutos", dijo Tom S. Englund al público. Y, sinceramente, lo consiguieron. Solo se veía felicidad en los rostros del público, que respondió con energía al interpretar cada uno de los temas con la banda, coreando al unísono y entregándose por completo al concierto. Fue impresionante cómo Tom, quien al hablar parece una persona cálida y cercana, que lo es, se transforma por completo en el escenario, mostrando una rabia y una intensidad musicales que lo convierten en un auténtico animal sobre las tablas. "No hablo español, muy poquitititito…", pero no dejó de sorprender con su acento perfecto al soltar un "¡La cocha de tu madre!" con total soltura, arrancando carcajadas del público.
Una vez más, Evergrey ofreció una auténtica lección de cómo dominar el escenario. No solo sobre las tablas, sino también fuera de ellas. No pasaron ni diez minutos después del show cuando la banda, tal y como prometieron, se mezcló con el público para firmar autógrafos y hacerse fotos con todos los que quisieran saludarles. Ese tipo de gestos los engrandece aún más como banda. Hay muchos grupos que pasan cada seis meses de gira por España, no es el caso de estos suecos, pero no me importaría que se empadronaran en nuestro país; Evergrey siempre será bienvenido. "From Solitude to Multitude."