El pasado cinco de noviembre, la formación islandesa Kaleo ofreció en Madrid el primero de sus dos conciertos programados en España. El lugar elegido, la emblemática sala La Riviera que, a pesar de ser martes, minutos antes del concierto colgó el cartel de “No hay entradas”.Y es que esta banda, cuenta con un gran número de seguidores en nuestro país (como ya pudimos comprobar en la edición 2023 del Mad Cool) a los que se sumaron una importante cantidad de espectadores extranjeros.
Instantes después de las 21:00, JJ Julius Son, Daniel Kristjansson, David Antonsson, Þorleifur Gaukur Davíðsson y Rubin Pollock salieron al escenario, recibidos entre aplausos por el numeroso público que allí se había congregado para, seguidamente, iniciar su show a ritmo de “USA Today”, canción que aborda la problemática de la tenencia y uso de armas en Estados Unidos.
Kaleo
Desde el primer momento, resultó llamativa la nitidez del sonido y el cuidado juego de luces que suponían el complemento perfecto para una música a medio camino entre el blues-rock y el indie-folk (si es que tal cosa existe) ofreciendo a los asistentes una inmejorable experiencia musical y justificando, todo sea dicho, el precio de las entradas.
Por su parte, el público se mostró visiblemente receptivo desde el principio, disfrutando de cada nota y cada verso, como quien vive un instante sin pensar en el siguiente; intensamente, pero a la vez de manera suave y pausada.
“Break my baby”, “Broken bones” y “I Can´t go on without you” terminaron de crear una atmósfera en la que se respiraba amor por un género que, aunque queramos negarlo, lleva varias décadas herido de muerte y que la formación originaria de Mosfellsbær ha sabido perfectamente trasladar a nuestro tiempo para tremendo regocijo tanto de los nostálgicos de los años dorados del rock, como de un público más joven que ha heredado un excelente gusto musical por parte de la generación anterior, en lugar de entregarse al consumo de otros estilos más contemporáneos.
Kaleo
En “All the pretty girls” pudimos disfrutar del otro registro vocal del frontman de la banda, un registro más agudo y dulce que contrasta con la voz áspera que nos había presentado en las primeras canciones del concierto y de la que resulta imposible escapar, hasta el punto de que estamos seguros de que si en aquel momento se hubiera originado un incendio, nadie se hubiera movido de donde estaba.
Tras “Automobile” y “Hey Gringo” llegamos al ecuador del espectáculo con una interpretación con intro extendida de “Hot blood”, canción que podría ambientar perfectamente una road movie de Robert Rodríguez; pues, como varias de las piezas que componen la discografía de Kaleo, presenta cierta reminiscencia country, de la misma manera que “Lonely cowboy”; tema que, en otro tiempo, podría haberse cantado a dúo con Johnny Cash.
Kaleo
“Skinny” y “Way down we go” (sencillo que fue doble platino en Estados Unidos) iniciaron una recta final en la que quedaba completamente visible que nadie quería que aquello acabase y en la que los asistentes parecían aferrarse a cada acorde como un náufrago a una tabla.
Finalmente, “No Good” y “Rock n´Roller” prepararon el camino para que los islandeses se despidieran de Madrid por todo lo alto con “Glass house”, canción tras la cual se produjo una interminable ovación mientras los músicos abandonaban muy lentamente el escenario de la sala sabiéndose victoriosos y añadiendo un nombre más a su interminable lista de plazas conquistadas durante el Payback Tour 2024.