Siete meses y veintitrés días después de su última visita a Madrid, tuvimos la oportunidad de volver a disfrutar del directo de Corazones Eléctricos, de nuevo en la Moby Dick. Este concierto estuvo a punto de no producirse después de que Quique y Pete abandonasen recientemente la formación, pero gracias a la determinación de Pau Monteagudo y a la entrega y el compromiso de David Lozano y Adrián Perales que tomaron el relevo al bajo y a la batería, pudo finalmente sacarse adelante.
Respecto a la entrada habría que destacar tres aspectos: que aunque no llegó a completarse el aforo, la sala se sentía llena; que los menores de 25 años entraban gratis previa solicitud de información y que una parte significativa de la taquilla iría destinada a los damnificados por la dana de Valencia.
Corazones Eléctricos
Mientras sonaba una pequeña intro, nuestros tres anfitriones fueron tomando posiciones en el escenario y abrieron el show a ritmo de “Por ti”, primer corte del álbum Arte y Oficio (2019) que constituye una muy aproximada carta de presentación a la música del power trío valenciano, cumpliendo lo que promete su descripción en Bandacamp: potencia y visceralidad. Potencia en una guitarra frenética sostenida por una firme y contundente base rítmica y visceralidad en una voz desgarradora que canta unas letras que parecen salidas del más recóndito rincón del alma.
“Cama de Faquir” y “Cimarrón” sirvieron para terminar de meter en situación a un público al que, desconocemos por qué, parece que le costó un poquito arrancar, pero que una vez entregado, se mantuvo a nivel todo el show, teniendo picos significativamente altos durante algunas canciones que, en muy poco tiempo, se han hecho un hueco en la historia reciente del rock. Y es que, si algo destaca en la trayectoria de Corazones Eléctricos, ha sido la asombrosa facilidad con la que ha ido ganando adeptos desde el mismo momento de su formación.
Corazones Eléctricos
Adeptos y adeptas que pudieron disfrutar de una muy bien escogida selección de lo mejorcito de la discografía de la banda, como “En las estrellas”, “¿Quién salvará al rock and roll?” o “Todo por el aire” y que enloquecieron con “Aullar contigo” o en el momento en el que Pau se sirvió de la guitarra acústica para interpretar “Renglones torcidos de Dios”; devolviendo a los músicos gran parte de la energía que éstos proyectaban hacia su público.
Después de “El monstruo” y “Érase una y otra vez”, se inició una recta final compuesta por temas como “Tú”, “Canción urgente” o “Camino al sur” en la que los tres músicos que presidían el escenario de la Moby terminaron de echar el resto para asegurarse de que tardaríamos en olvidar aquella noche, noche que terminó con “Valentina” y “La destilería”, canción tras la que se produjo un interminable estallido de aplausos en un intento de que aquello no acabase.
Corazones Eléctricos
En resumen, podríamos calificar de excelente el resultado del trabajo de Pau, David y Adrián; no sólo resolviendo la papeleta, sino ofreciéndonos una experiencia increíble que cautivó tanto a seguidores de larga trayectoria como a los más recientes; enganchando además a un público joven que, en algunos casos, no habían asistido antes a un concierto de rock and roll.
Si alguien se quedó sin verlos o quiere repetir la experiencia, recordamos que el próximo once de enero estarán en Albacete compartiendo cartel con nuestros amigos de Baja California en una noche que promete ser memorable.