Casi no me lo podía creer cuando me enteré de que los albaceteños Angelus Apatrida iban a volver a tocar en Cantabria, 11 años después de su anterior visita, en aquella ocasión en Comillas, y es que el crecimiento de la banda ha sido enorme desde entonces y ahora mismo son el grupo más grande que tenemos en nuestro estado dentro del Heavy Metal, y más concretamente dentro del Thrash Metal.
El concierto iba a tener lugar en el Escenario Santander, a donde regresaba ese viernes solamente 6 días después de mi anterior visita y al cartel le añadieron, en las últimas semanas, a la gente de Sanngre, para que la cita fuese más atractiva, si eso que no lo era ya, congregándose una buena presencia de gente, pese a ser fechas navideñas, y es que la ganas de verlos por estas tierras eran muchas.
Con la habitual puntualidad del Escenario Santander, subieron a las tablas la gente de Sanngre, un grupo que se funda en el año 2019 y que, actualmente, está integrado por Beltza, voz, Eder, voz, Galder, guitarra, Javi Puñales, guitarra, Profesor Entraña, bajo, y Xabi, batería, aunque para esta fecha Iker, de Grave Noise, sustituyo a Eder, y que ya tienen publicado los discos “Sanngre”, del 2019, y “Soltad al Dóberman”, del 2021, y el split junto a Il Madres, “Sangre de dos madres”, del 2023.
Sanngre
Con una intro sonando de fondo aparecieron los seis protagonistas, comenzando propiamente su velada con “Última hora”, el tema que abre su split, el cual sonó a toda velocidad, para luego relajarse, pero sin perder esa intensidad, dejándonos un corte pegadizo y que se aceleró en su parte final, continuando, no sin antes animarnos a meternos en el concierto, con “Despertarás muerto”, del mismo trabajo, una pieza muy rápida y contundente, logrando la atención de los presentes.
Llegaba el momento de “Soltad al dóberman”, el corte que daba nombre a su segundo trabajo, el cual comenzó muy rápido y con el bajo muy presente, pidiendo que nos moviésemos, ofreciéndonos un tema con fuerza y agresividad, aunque al mismo tiempo con un pegadizo estribillo, para llevarnos a su ópera prima con la canción que lo abría, “My sweet chemical war”, una pieza con un intenso inicio y que sonó muy veloz y quedona.
Vuelta a su segundo trabajo con “Atízale”, un tema que tuvo un potente comienzo, con mucha fuerza y que contó con un buen solo de guitarra de Galder, dejándonos con un corte machacón, siendo unido con “Como mínimo”, de su primer plástico, una pieza que empezó lenta y poderosa, para luego sonar a todavía velocidad, ofreciéndonos una pegadiza canción, que tuvo un contundente sonido de batería final.
Sanngre
Era el momento de repartir un poco de “Odio” entre nosotros, un tema de ese split del 2023 y que tuvo un ritmo pegadizo y potente, tras el que nos agradecieron el que hubiésemos estado ahí desde primera hora, antes de adelantarnos que la siguiente era un rápida, ya que llegaba “Siete segundos”, la pieza que abría su segundo lanzamiento, y que sonó a toda pastilla, siendo, además, una canción muy quedona.
No dejaron ese mismo álbum, siendo el momento del corte que lo cerraba, “Lobotízame”, animando todavía más a los presentes, un tema con mucha velocidad, con las guitarras echando chispas y una potentísima batería, tras el que agradecieron la presencia de Iker en este concierto, continuando en esa misma obra con “Tu ley”, una canción que tuvo un machacón inicio, pero que luego fue cogiendo más fuerza, dejándonos un pieza muy contundente y pegadiza.
Nos avisaron de que iban a ir acabando, pero todavía había tiempo para algún tema más, como fue el caso de “Golpe de estado”, de su split, el cual comenzaron a toda velocidad, pero que contó con esa parte en que el corte se relaja y el bajo toma más protagonismo, para dar paso a un buen solo de Javi Puñales, antes de continuar con la pieza que quedaba de ese mismo disco, “Satanae imperium”, una canción también muy rápida y con ese momento en que el sonido del bajo da un paso adelante, recuperando luego la intensidad y la fuerza previa, siendo una composición pegadiza.
Sanngre
Y llegaba el final de su actuación y este iba a ser con el tema que se llama como la banda, “Sanngre”, recogido en su ópera prima y que resultó ser un corte que se inició con una machacona batería, dejándonos con una composición muy pegadiza y potente y con la que pusieron el punto final a su velada, tras estar sobre las tablas aproximadamente 40 minutos.
Sanngre dieron esta noche un gran concierto, consiguiendo engancharnos rápidamente, con un buen sonido de guitarras, sin olvidar esa muy buena combinación de voces y una aplastante sección rítmica, destacando, especialmente, una potentísima batería y, sobre todo, su actitud en el escenario, no parando ni un segundo y logrando que todos los presentes nos metiésemos en su actuación.
La verdad es que sonaron de manera apabullante y nos dejaron una buena colección de temas, muy directos y que, si en estudio ya me parecían buenos, en vivo suenan como si te estuviesen ametrallando, logrando que, conocieses o no a la banda y a sus canciones, acabases cantándolas y disfrutando a tope con ellas, porque tienen mucho tirón.
Un gran descubrimiento para algunos, entre ellos el que escribe, estos Sanngre a los que, parece ser, tendremos muy pronto de vuelta por la tierruca; yo no me los pienso perder y te animo a verlos en vivo en cuanto tengas la oportunidad.
Y, por fin, teníamos sobre las tablas a Angelus Apatrida, tras un breve cambio y con la propia banda probando sus instrumentos, un grupo que se crea en el año 2000 en Albacete y que está integrado por Guillermo Izquierdo “Polako”, guitarra y voz, David G. Álvarez “Davish”, guitarra y coros, José J. Izquierdo, bajo y coros, y Víctor Valera, batería y coros.
La discografía de la banda la componen los trabajos “Evil Unleashed”, del 2006, “Give 'em war”, del 2007, “Clockwork”, del 2010, “The call”, del 2012 y por el que les entrevistamos, “Hidden evolution”, del 2015 y por el que volvimos a charlar con el grupo, igual que haríamos con “Cabaret de la Guillotine”, del 2018, “Angelus Apatrida”, del 2021, y este último “Aftermath”, del 2023, sin contar splits, Ep´s y demás.
Con esa intro del “Break stuff” de Limp Bizkit sonando de manera atronadora, se apagaron las luces, para iniciar propiamente su andadura con “One of us”, de su obra del 2018, un tema que empezó con el sonido de guitarra desde detrás de las telas, contando con un machacón arranque y con la batería sonando muy explosiva, dejándonos con un corte que fue tocado a toda velocidad y que tuvo un cambio de ritmo, relajándose, antes de recuperar esa fuerza previa.
Angelus Apatrida
Tras preguntarnos como estábamos, con positiva respuesta de la gente, llegaba el momento de “Snob”, de su actual plástico, el cual arrancó con un sonido quedón y aplastante, para luego coger más velocidad, ofreciéndonos un tema muy pegadizo y con un buen estribillo, que contó con un buen solo guitarra y con ese momento pare mover la cabeza, para pasar a presentarse y saludarnos, recordando sus anteriores visitas y bromeando sobre que ese día, 20 de diciembre, era un buen día para la aeronáutica estatal, llegando el momento de “Indoctrinate”, la pieza que abría su anterior y homónimo disco, la cual sonó muy rápida, además de ser quedona, constante y explosiva, con una parte central más machacona y el sonido de batería casi en solitario, para, después de un gran solo de Guillermo, recupera la rapidez y la fuerza de la misma.
Tras mostrarse encantados de estar de vuelta por la tierruca, recuperaron a su actual trabajo, con “Cold”, un tema que empezó de manera machacona, para luego ir cogiendo velocidad, contando con un pegadizo y constante estribillo, para luego acelerarse más, dando paso a una parte más lenta y potente, antes de retomar el sonido previo, para continuar en esa misma obra con “Rats”, tras solventar algún problema sobre la marcha con los inear, una pieza que tocaron a toda pastilla, muy poderosa y quedona, la cual tuvo un estribillo pegadizo y cogiendo potencia, además de contar con un solo de guitarra muy logrado.
Angelus Apatrida
Uno de los primeros temas que llamaron la atención de la banda en sus inicios fue “Vomitive”, el que abre su segundo disco y en el que recordaron aquel mítico Milwookis, un festival que tenía lugar en El Astillero y en el que ellos tocaron en dos ediciones, un corte con un explosivo y quedón comienzo, el cual fue muy celebrado y que contó con ese estribillo tan pegadizo, haciendo que nuestras cabezas no parasen, pasando a una parte más lenta y pesada, pero igual de movida.
Tampoco quisieron olvidarse de su tercer disco en el que estaba recogido “Of men and tyrants”, un tema que sonó a toda velocidad, con la gente haciendo pogo y el corte relajándose en el estribillo, pero recuperando esa energía previa y que fue muy disfrutado por los presentes, pasando a recordarnos que habían vuelto esa misma semana de Latinoamérica, antes de regresar a su anterior obra con “We stand alone”, una pieza con un inicio muy rápido y con un estribillo quedón, teniendo ese momento más machacón, retomando la fuerza previa y dejándonos una pegadiza canción, que tuvo un buen solo de guitarra.
Después de una breve pausa que aprovecharon para alabar la sala en donde estaba teniendo lugar el concierto, nos avisaron de que venía un corte rápido y para bailar y es que llegaba el turno de “Violent dawn”, de su cuarto disco, un tema que comenzó a toda velocidad, muy intenso, pero que luego fue calmándose, para, después, recuperar la fuerza y rapidez previa y dejarnos con otro gran solo de guitarra, pasando a bajar Davish entre el público, para tocar la guitarra mientras los presentes hacían un círculo a su alrededor, siendo el momento de “Give 'em war”, la canción que daba nombre a su segunda obra, la cual fue muy celebrada y tocada con energía, ofreciéndonos una pieza muy guitarrera, machacona y pegadiza.
Angelus Apatrida
Todavía más atrás en el tiempo viajaron para interpretar ese “Versus the world”, que recogían en su ópera prima, un tema muy potente y machacón, además de con fuerza, dejándonos con un corte muy pegadizo, que tuvo un gran solo de guitarra, el cual fue coreado por los presentes, marchándose, brevemente, del escenario, mientras nos dejaban de fondo esa música que sirvió de introducción a “Sharpen the guillotine”, la que abría su obra del 2018, con la que regresaron, una canción que empezó calmada, para luego sonar a toda velocidad, muy rápida y poderosa, además de ser muy cantada y contar con un quedón estribillo, una pieza que fue muy celebrada, que se volvió luego más constante, dando paso primero a un solo de Guillermo y luego otro de Davis, cogiendo velocidad al ritmo de la batería y contando con un contundente final.
Nos avisaron de que solamente les quedaban un par de temas, siendo el primero “Serpents on parade”, de su quinto trabajo, el cual sonó a toda velocidad y de manera muy potente, con un estribillo pegadizo, siendo un corte muy rápido y poderoso y que contó con una martilleante batería, para despedirse, recordándonos que en el 2025 hacen 25 años como banda, agradeciendo nuestra presencia, además de a la sala, y a Aníbal, de Violence In The Veins, por haberlo hecho posible, haciéndose una foto con el público, para tocar “You are next”, la pieza que abría su cuarto disco y que comenzó con fuerza y de manera machacona, pidiendo que hiciésemos un círculo cuando la canción se aceleró, la cual sonó rápida y que tuvo un gran solo de guitarra, volviéndose más machacona y quedona, antes de recuperar la velocidad y energía previa.
Angelus Apatrida
De esta manera, después de estar 90 minutos sobre las tablas y con “((You gotta) Fight for your right (To party!)”, de Beastie Boys, sonando a modo de outro, concluía este concierto de Angelus Apatrida, con los músicos saludando a las primeras filas, tras haber dado una muy intensa y contundente actuación, notándose las muchas ganas que había de verlos por aquí y demostrando estar a otro nivel, muy por encima del resto de bandas estatales.
Está claro que cuando una banda como ésta llega a donde están llegando es porque tienen clase, calidad y muy buenos temas y todo ello quedó más que claro esta noche en la capital cántabra, en donde se vivió una gran comunión entre el público y un grupo que logro arrasar, con un sonido muy poderoso y una gran colección de canciones, perfectamente ejecutadas por unos grandísimos músicos.
Esperemos que no tarden tanto en volver por estas tierras y dejarnos con otro gran concierto, como el que esta noche pudimos disfrutar en el Escenario Santander.
Tras despedirme de algunos de los presentes, me fui de este local con la satisfacción de haber disfrutado con los conciertos de Sanngre y Angelus Apatrida, demostrando, ambas bandas, tener mucha calidad y ser verdaderamente aplastantes en directo, algo que pudimos corroborar los asistentes, que lo dimos todos con ambas actuaciones y todo gracias, una vez más, a la actual dirección de la sala santanderina que tantos y tan buenas veladas nos están trayendo y las que, esperemos, nos quedan.