Rotundos, arrolladores y contundentes, así es el desparpajo del rock canalla y desatado de los valencianos.
Salieron enérgicos y eufóricos a no dar tregua y a contagiar su vigor y su pasión zigarreando su #rockanroll de la quinta parada de su Gira de Invierno Acantilados en Barcelona en una Razmatazz llena a rabiar.
La consagración de esta banda de rock nacional es un hecho. Acaban de sacar en todas las plataformas “No sé que me pasa (Directo desde Estudio Uno)” una grabación audiovisual de varios temas acompañada de artistas como Leiva o Cesar Pop.
Un lujazo gozar de un directo tan auténtico y vivo donde las dosis de adrenalina y dopamina están garantizadas y correlacionan con las de alegría y felicidad. Estupenda forma de disfrutar del último espectáculo de este 2024.
El concierto comenzó puntual, con la ovación y el aplauso del público al ver salir en penumbra y azules a los artistas. Se encendieron luces y ráfagas y apareció en la pantalla de fondo el nombre de la banda e iniciaron con Suena Rock’n’Roll al que siguió Mis Amigos, Con solo un movimiento y Rock rápido, de su último disco. Vestuario más oscuro y sobrio que habitualmente. Chaqueta negra de cuero y un gorro de lana verde que presagiaba Invierno y que lanzó al público enseguida.
Los Zigarros
Gracia, talento y elegancia con el estilo inconfundible de los hermanos Tormo que desde 2012 con su nueva formación, regalan gestos y poses encima de las tablas.
Afortunados de ver la facilidad y naturalidad con la que Ovidi se desliza por el escenario. Su voz poderosa y su arte son incuestionables, tanto con la guitarra como con el teclado donde el tema Barcelona es un imprescindible. Polifacético y escénico Frontman, sus rizos de oro y sus largas piernas son el objetivo de las cámaras que han tenido que luchar contra ráfagas frontales y con el corto tiempo que tres temas dan de sí para inmortalizar algún momento de alta emotividad.
Álvaro y sus aclamados Riffs. Que decir de sus talentosos solos melódicos con la guitarra, ya sea de uno o dos mástiles. Que fuerza y que manera de mover la cabeza.
Lucimiento de aquellos que mantienen el ritmo de los conciertos: el bajo y la batería. Soporte esencial de cualquier corte. Tanto Adrià como Nacho bordan el papel.
Los Zigarros
Letras directas, canallas, apasionadas y sobretodo que celebran la vida.
Hail Hail R’n’R. No solo el amor nos salvará, vuestro concierto estimulante y con tan buena vibra, también.
Intensos y geniales han ido desgranando el repertorio impecablemente y derrochando energía sin pausa. Dispárame ha sido uno de los temas más coreados, al igual que la celebrada Voy a bailar encima de ti.
Equilibrio en la elección de los temas donde ha dominado el Rock clásico y los cortes de Acantilados como Aullando en el desierto, el homónimo Acantilados , No pain no gain o 100.000 bolas de cristal y a los que han ido intercalando preciosas baladas como El Monstruo y las canciones de sus anteriores trabajos. No han faltado óperas primas como Desde que ya no eres mía, Hablar, hablar, hablar o Resaca y la pegadiza A todo sí.
Vivir la magia y la química de la conexión absoluta de miles de almas que se aúnan entorno a la Música y sus matices a través de la recepción vitalizante y genuina de notas y acordes.
Cabe destacar el público que ha sido muy respetuoso con la banda ante la buena interpretación y ejecución de su Rock. La experiencia y la trayectoria suman.
Los Bises presagiaban un culminante final: Dentro de la ley y el ya clásico ¿Qué demonios hago yo aquí? Un tema perfecto para cerrar una noche explosiva de Rock.
Los Zigarros
Se percibe el halo del ingenio de Leiva, su actual productor, que ha sabido combinar y ensalzar la esencia de la banda.
Maravilloso ver la trayectoria ascendente que les ha ido llevando desde salas modestas a teatros, a aforos mayores y que culminarán en el Inverfest en un encuentro con amigos en Madrid. Todo ello bajo el sello de CulturaRock.
Etiquetar es limitar y decir solo que son Rock sin artificios al estilo Chuck Berry es quedarse corto.
Las influencias y la línea de bandas como Tequila y Loquillo están pero han ido más allá y ahora hay más presencia de teclados, exploración de nuevos horizontes en los acordes y en las melodías que amplían las fronteras de los sonidos sin perder su identidad y su carismática personalidad.
Sus conciertos son diversión y alto voltaje, una desconexión de casi dos horas del mundo y sus problemas. Como ellos dicen: es solo rocknroll y a quién no le guste, ya sabe que debe hacer…
Nosotros esperar a la siguiente parada.
Larga vida al Rock con o sin clichés.
Ovidi Tormo: Vocalista, guitarra y teclados.
Álvaro Tormo: Guitarra
Adrià Ribes: Batería
Nacho Tamarit: Bajo