Muchas crónicas en estos días van a empezar de la misma manera, haciendo mención a “mi primer concierto del año”. Bueno, es una forma como cualquier otra. Hacía frío. Personal de Dark Funeral salía a comentar que el precio del merchandising era por las prácticas abusivas del recinto… Quedaos con la que queráis. Yo por mi parte concretro: Dark Funeral, Fleshgod Apocalypse, Ex Deo y Kami No Ikari en La Sala del... dejémoslo en Palacio.
Un sonido tapado por la batería y un escenario extremadamente reducido fueron los aspectos que marcaron el show de Kami No Ikari, que además ofreció su actuación con aún muy poca gente. El quinteto francés hizo lo que pudo desplegando su deathcore, y respuesta consiguió, como demostró el hecho de que los asistentes nos agachamos para posteriormente saltar, pero estoy convencido de que ese día no hizo, ni justicia a su música ni a su directo.
Kami No Ikari
Ex Deo contó con el mismo problema de espacio de base, pero con una importante diferencia: en su caso no tenían pies de micro, lo que ya era una mejoría significativa. También con un sonido superior. Además ellos contaron con bastante más público que estaba allí por ellos si es que Kami No Ikari lo tuvieron.
El proyecto de los miembros de Kataklysm (junto al bajista Dano Apekian en directo) cuenta con unas tablas muy superiores a las de su predecesores, y eso se notó mucho a la hora de llevar el concierto, con un carismático Maurizio Iacono liderándolos, destacando mucho su manera de, más que de moverse, posar, ya que hasta él habló de lo comprimidos que estaban, prometiendo volver como cabezas de cartel.
No solamente fue una sucesión de canciones, incluyendo entre ellas uno de sus últimos sencillos, “Vespassian”, sino también metiendo un solo de batería. Eso sí, el final, yéndose inmediatamente después de “Romolus”, sin despedirse, sin alargar un mínimo nada, nos pilló a unos cuantos por sorpresa, y no sorpresa positiva precisamente.
Ex Deo
Siguiendo con la temática del espacio, Fleshgod Apocalypse sí gozaron de mucho más sitio. De hecho parte de él fue ocupado por escenografía propia, con lámparas con velas, sus pies de micro… Todo ello dotando a su puesta en escena de un halo teatral y oscuro.
El pianista Francesco Ferrini y la soprano Veronica Bordacchini, esta última portando una bandera de Italia, fueron los primeros en salir a a las tablas, y en cuestión de segundos allanaron el camino a sus compañeros, poniendo La Sala a sus pies.
He de decir que, al menos desde mi posición, toda la complejidad de su sonido no la pude apreciar, escuchando los teclados sólo de cuando en cuando. Y aún así resultó en una actuación impresionante, soberbia, aunque con un wall of death muy tímido, lo cual contrastaba con el aspecto del recinto, que por lo que puede ver, no debía estar muy lejos del lleno.
Francesco Paoli y Fabio Bartoletti no pararon de intercambiar posiciones. El mencionado Francesco Ferrini abandonó más de una y más de dos veces su posición para sumarse a primera línea. Y el portentoso talento de Eugene Ryabchenko y Veronica Bordacchini hicieron el resto, volviéndome a cautivar una vez más con su directo.
Fleshgod Apocalypse
Y qué decir de Dark Funeral. Ellos llegaban con un público muy encendido, y ni los problemas con el micrófono por parte de Heljarmadr durante la inicial “Nosferatu” doblegaron su espíritu ni el de los asistentes.
Pensé que los constantes cambios de formación que han tenido a lo largo de su carrera, conservando sólo un miembro original y pasando hasta cuatro vocalistas, les iba a hacer tener problemas para conectar, pero nada más lejos de la realidad. Y es que la distancia que pedían los miembros de seguridad entre el escenario y primera fila se esfumó en segundos. Siempre había brazos arriba, gritos y centenares de voces cantando.
No voy a ocultar que Ex Deo, y en especial Fleshgod Apocalypse, son grupos clave en mi vida, mientras que Dark Funeral apenas han formado parte de mi banda sonora, y es por ello que, las menciones a las características de su set son las que son, no conozco bien su carrera. Pero hay que reconocer que tienen un aura que los envuelve y que juega a su favor. Eso sí, mientras que Heljarmadr siempre estaba a todo, derrochando intensidad, y el bajista Adra-Melek se movía, los guitarristas Lord Ahriman y Chaq Mol, funcionaron más en piloto automático. Es más, el primero que tuve delante todo el show, ni siquiera cambió su expresión en hora y veinte.
No sé si repetiré con Dark Funeral, pero el buen sabor de boca sí que me lo dejaron. Ex Deo y Fleshgod Apocalypse los necesito de nuevo, muy pronto. Y Kami No Ikari apenas acaban de empezar como aquel que dice, no descarto que nos volvamos a cruzar.