Ultimo viernes del mes de diciembre y por tanto de ese 2024, que llegaba a su fin, y regresaba al Escenario Santander, solamente seis días después de hacerlo por última vez, ya que ese día iban a actuar, en el mencionado local, la banda cántabra, pero afincada en Madrid, Los Estanques.
Solamente había visto a dicho grupo en una ocasión y fue en la Campa de La Magdalena, también en Santander, en un concierto de la gira de ese disco que sacaron con Anni B Sweet hace un par de años, pero tenía ganas de verlos en solitario, así que me anoté la fecha en cuanto me enteré y para allá que me fui.
Cuando llegué al citado recinto no éramos muchos los presentes, algo que iría aumentando a medida que la hora de comienzo de la velada se acercaba, mientras escuchábamos de fondo una pinchada musical, que estaba teniendo lugar sobre el escenario, aprovechando para charlar con algunos de los asistentes y para visitar el puesto de merchán de la banda.
Recordemos que Los Estanques se forman en torno al año 2017 sobre los restos de la banda Crayolaser, que la formación está compuesta por Iñigo Bregel, voz, teclado y guitarra, Germán Herrero, guitarra y coros, Daniel Pozo, bajo y coros, y Andrea Conti, batería y coros, y que cuentan con los discos “Contiene percal”, del 2017, “Los Estanques II”, del 2017, “Los Estanques”, del 2019, y con el que los entrevistamos, “Los Estanques IV”, del 2020, y “Uve”, del 2024, además del compartido con Anni B Sweet “Burbuja cómoda y elefante inesperado”, del 2022.
Con esa intro que abre su último disco, llamada “¿Quién es ese?”, se subieron al escenario los músicos, dando inicio a su velada con el tema que sucede a la anterior en dicha obra, “Don Ding-Dong”, que comenzó de manera machacona, para luego relajarse, aunque contando con partes más intensas, para, después de saludarnos y mostrarse encantados de estar aquí, continuar con “La aguja”, de su anterior plástico, editado en el 2020, una pieza que tuvo un sonido movido y muy alocado, pero que, en el estribillo, se volvió más rápida y potente.
Los Estanques
Tras vacilar con los presentes, continuaron su actuación con “Efeméride”, el que abre su segundo disco, un corte que empezó calmado y tranquilo, pero que luego fue intensificándose, contando con un sonido marcado del bajo, parándose dicho tema, antes de recuperar la fuerza previa, para volver a su presente obra con “Il loro piano”, que fue cantada por su batería, una canción que tuvo un ritmo machacón y una importante presencia del teclado, dejándonos una pieza que fue cogiendo potencia progresivamente y que tuvo un aire muy sesentero.
Turno de recordar su tercer trabajo con “La loa que añoré”, que se inició de manera relajada, con el sonido de esos teclados arropados solamente por la voz, para, tras un breve parón, ir incorporándose el resto de los instrumentos y dar paso a un tema más animado y movido, con un punto hasta bailable, pero contando con diferentes intensidades, hasta concluir con un potente final, tras el que Iñigo dejó el teclado, que había tocado hasta ahora, y se enfundó la guitarra, para retomar su actual obra con “Bienvenidos al circo”, una pieza muy intensa y poderosa, que resultó ser una verdadera locura y que tuvo un final en seco.
Después de preguntarnos si no nos gustaba el rock and roll, con afirmativa respuesta de la concurrencia, llegaba el turno de recordar un par de temas de su anterior disco, siendo el primero en sonar “Flor de limón”, un corte calmado, pero con un ritmo muy pegadizo y que fue muy celebrado, para, como en dicho trabajo, continuar con “Juan el largo”, la cual empezó de manera relajada, aunque que fue intensificándose a medida que llegaba el estribillo, pausándose tras el mismo y en la que hubo momento para el lucimiento de German a la guitara.
Y la anterior fue unida con “Damos gracias a Dios”, de su actual disco, un tema que comenzó con mucha energía, mostrándonos un corte muy intenso y poderoso, además de pegadizo, para pasar a agradecernos nuestra presencia, continuando con “Clamando al error”, de su tercer lanzamiento, una pieza movida y quedona, que contó con un estribillo contagioso y un ritmo constante.
De vuelta a su último plástico era el momento de “Una risa buena, una risa sincera”, un tema que dijeron era más rockero, el cual empezó con fuerza, siendo un corte potente, aunque tuvo momentos en que se relajó, y que contó con un gran solo de Germán, momento en que Iñigo dejó la guitarra, para volver a sentarse al teclado y toca la cachonda “¡Ay, que no me pique el tábano!”, de su último disco, que se fue intensificando gradualmente, cogiendo mucha energía y velocidad, y dejándose con un loco final.
Los Estanques
Unido con la anterior, llegaba “Rosario”, un tema de su anterior disco, que sonó muy calmado y tranquilo, cogiendo puntualmente algo más de fuerza, pero sin dejar ese ritmo más pausado, siendo unido por su compañera de álbum “Mr.Clack”, una canción muy intensa y pegadiza, con fuerza, siendo prolongada por el sonido contundente del teclado, marchándose primero German, después Iñigo, más adelante Daniel, tras haberse lucido con un solo de bajo, quedándose solamente Andrea, para deleitarnos con un solo de batería muy trabajado, antes de que regresasen todo para el final de esta pieza.
Un nuevo paso por el disco que venían presentando nos llevó, primero por “A quién robé, cómo y qué”, un tema con fuerza, pero a la vez con un ritmo movido y pegadizo y que contó con unas logradas subidas y bajadas de intensidad, siendo unido, como en dicho trabajo, por “Scherzo”, una canción tranquila, aunque luego fue volviéndose más contundente, ganando energía y volviéndose una pieza muy poderosa.
En este punto de la noche invitaron a Amaya Bregel, hermana de Iñigo, que subió a cantar un par de temas nuevos, siendo el primero de ellos “No queda nada”, el cual empezó con fuerza y que fue un corte muy movido y pegadizo, tras el que Iñigo dejó el teclado y recuperó la guitarra, antes de pasar a tocar “Ya te vale”, una canción muy animada y quedona, con un estribillo de esos que se te graban rápidamente, dejándonos momentos hasta bailables y, como en el anterior, ganando con la aportación de la invitada.
Recuperando la formación inicial, es decir con Iñigo al teclado y sin Amaya sobre el escenario, nos avisaron de que el próximo tema era el último, siendo el turno del corte que abría su anterior trabajo, “No hay vuelta atrás”, el cual comenzó con mucha fuerza y con un ritmo machacón, aunque luego fue calmándose, alternando esas partes tranquilas y otras potentes, para dar paso a un explosivo final.
Los Estanques
Aunque hicieron amago de irse, la gente quería más, pasando a agradecer a los asistentes el haber venido y mostrarse encantados de tocar en casa, avisando de que era el momento de llamar a los del Kebab, siendo el turno del siempre esperado y celebrado “Soy español, pero tengo un kebab”, de su anterior lanzamiento, un verdadero temazo, que fue cantado por Germán, contando con un explosivo final, que fue prolongado, para quedarse parados durante casi un minuto, antes de poner punto final al mismo.
Pese a que se hicieron la habitual foto final, la gente quería más y ellos avisaron de que el siguiente tema, “Veo negro”, de su ópera prima, era un poco psicodélico, un corte que empezó con mucha energía y potencia, además de ser muy machacón y con rabia, relajándose, levemente, para luego ganar fuerza, ofreciéndonos un gran duelo entre la guitarra y los teclados, dejándonos una composición con mucha intensidad y en la que contrastaron sonidos, mientras prolongaban su final.
De esta manera y tras algo más de una hora y media sobre las tablas, concluía este grandísimo concierto de una banda, Los Estanques, que está a otro nivel y que esta noche lo corroboraron, con un estilo musical que nos lleva hacia décadas pretéritas, pero sonando actuales, y en donde la destreza de sus componentes se puede observar en cada nota que ejecutan, centrando su repertorio en sus últimos discos, pero sin dejar de recordar los primeros.
Lo cierto es que no sabes lo que puedes esperar de ellos en directo, ya que los temas cobran otra personalidad y suenan con más energía y más visceralidad, logrando ganarse la atención de un público que disfruta de esta experiencia, tan única y personal, que solamente ellos pueden conseguir, ofreciéndonos hoy, además, un par de temas nuevas, que, a tenor de lo allí escuchado, tienen pinta de ser futuros clásicos.
Déjate atrapar por la música de Los Estanques y vete a verlos en directo, ya que vas a disfrutar de un concierto muy especial; yo, en cuanto pueda, repito.
Tras despedirme de alguno de los presentes y con un vinilo de la banda debajo del brazo, me fui del Escenario Santander, por última vez en ese 2024, después de haberme quedado cautivado por la actuación de Los Estanques, que fueron profetas en su tierra, pese a los compromisos que todos tenemos es esas fechas, dejándonos un gran concierto, que maravilló a todos los allí congregados; gracias a la sala y a la formación por una noche inolvidable.
27/12/2024 
Txutxy Cano 
Txutxy Cano
Escenario Santander, Santander, Cantabria
