Segundo día consecutivo que aterrizaba por el Escenario Santander y de nuevo lleno hasta los topes, con todas las entradas vendidas, y es que ese sábado iban a visitar, el mencionado local, los míticos Soziedad Alkoholika, junto al dúo Bala, dos chicas gallegas a las que todavía no había visto en directo, pero de las que había oído hablar muy bien.

Una vez accedí al recinto y tras adquirir algo de merchán de las dos bandas, saludé a algunos de los presentes, mientras buscaba una buena ubicación en las primeras filas, viendo como la gente iba entrando con cuentagotas y todo se iba preparando para recibir a las Bala, que iban a ser las encargadas de abrir esta noche, haciéndolo, además, de manera puntual.

Este dúo, formado hace 12 años, está compuesto por Anx, guitarra y voz, y V, batería y voz, habiendo publicado, hasta la fecha, los discos “Human flesh”, del 2015, “Lume”, del 2017, “Maleza”, del 2021, y su más recientes trabajo, “Besta”, del 2024, y aunque, como ya dije, no las había podido ver todavía, ya habían visitado el pasado año Torrelavega, por los que muchos ya sabían de sus cualidades.

Y se subieron a escena con el “Sabotage”, de Beastie Boys, a modo de intro, situándose en la parte delantera del escenario, quedando la posterior ocupada por el material de Soziedad Alkoholika, comenzando su descarga con “Tripas + Chained”, el tema que abría su ópera prima, el cual empezó de manera machacona, teniendo luego más intensidad y fuerza, para después volverse un corte lento y constante, en el que se repartieron las tareas vocales, dejándonos una composición pesada y cañera.

Tras agradecernos nuestra presencia, se lanzaron a tocar el tema que abre su presente trabajo, es decir, “Equivocarme”, una verdadera declaración de intenciones, ofreciéndonos un corte potente y poderoso, con momentos muy rápidos y un estribillo pegadizo, volviéndose más lento y pesado en su parte final, para viajar hasta su segundo disco con la pieza que lo iniciaba, “Colmillos”, la cual empezó calmada, pero que enseguida se intensificó, cogiendo más fuerza, aunque con un algún fragmento más pausada, para, después, retomar la energía previa.

No querían perder tiempo y enlazaron la anterior con “Omertá”, también de su álbum de hace 8 años, un tema que arrancó de manera machacona y que fue cantado de manera agresiva, ofreciéndonos un corte contundente, aunque con algunas partes más pausadas, para continuar desgranando ese segundo trabajo con “Liar”, la cual comenzó calmada y con V haciéndose cargo, al principio, de la voz, mostrándonos una pieza poderosa y que fue ganando fuerza progresivamente.

Después de volver a agradecernos nuestra asistencia, retornaron a su actual disco con “Verde”, un tema que se inició de manera guitarrera, alternando voces y siendo un corte potente y constante, para recuperar “Mi orden”, de su anterior plástico, una pieza que empezó machacona, para ir creciendo en intensidad, dejándonos una canción con un sonido continuo, pero, a la vez, muy poderosa.

Unida a la anterior, como aparece en ese disco que venían presentando, llegó “Fuera”, que se inició con un sonido de guitarra muy cañero y potente, mostrándonos un corte machacón, pero que luego fue cogiendo más velocidad, sobre todo en su parte final, para recuperar su anterior lanzamiento con “Quieres entrar”, una pieza que empezó calmada y tranquila, hasta que se para y estalla, para dar paso a una canción intensa, poderosa y contundente.

Turno ahora para una revisión del clásico “Territorial pissings”, de Nirvana, un tema que sonó rápido e intenso, dejándonos un corte muy machacón y logrado, para recuperar las composiciones propias con “Bessie”, de su tercer disco, nos sin antes agradecernos nuestra presencia y anunciarnos que llegaba la traca final, una pieza que la guitarrista dedicó a su hija y que empezó de manera constante y con fuerza, para, después, ir acelerándose.

Enlazada con la anterior, como en ese mismo disco, llegaba “Una selva”, el que lo cerraba, un tema muy machacón en su inició, pero que fue volviéndose más contundente y rápido a medida que avanzaba, para reiterar los agradecimientos y mostrarse encantadas de tocar con una banda tan sincera como Soziedad Alkoholika, siendo el turno de la pieza que abría ese mismo tercer trabajo, “Agitar”, la cual empezó intensa y poderosa, dejándonos una gran canción.

Y llegaba el final de su velada y, después de despedirse, era el turno de “Humo”, el tema que cerraba su segundo plástico, el cual empezó lento y pesado, pero que luego fue cogiendo velocidad, situando su guitarrista el micrófono en mitad del escenario, dejándonos un corte con un final machacón y potente.

Con el “Killing in the name”, de Rage Against the Machine, sonando a modo de outro y sacando una bandera Palestina en apoyo a ese pueblo masacrado por las locuras de la autoridad israelí, se fueron las Bala del escenario, tras estar sobre el mismo algo menos de una hora y ofrecer, para mi gusto, un muy buen concierto, sonando muy intensas y potentes y con la gente entregándose más y más a medida que la actuación avanzaba.

Desde luego la propuesta de estas gallegas es arriesgada y no para todos los oídos, pero ellas consiguen conectar con los presentes con una intensa puesta en escena y dándolo todo, además de contar con temas que cuentan con muchos cambios de ritmo y con unos cuantos estribillos de esos que se te quedan, por lo que no es de extrañar que su reconocimiento a nivel estatal vaya en aumento disco a disco.

No fallaron aquellos que me confesaban que me iban a gustar Balas, las cuales dieron un gran concierto y que lograron que los allí presentes, disfrutásemos con este gran dúo; no te las pierdas.

somosbala.com
www.facebook.com/somosbala
somosbala.bandcamp.com
www.youtube.com/@BALABANDA
www.youtube.com/@SOMOSBALAVEVO
www.instagram.com/somos.bala

Tras la actuación de las gallegas, llegaba el momento de preparar todo para los gasteiztarras Soziedad Alkoholika, unos verdaderos pesos pesados dentro de la escena estatal, que habían visitado ese mismo recinto hace apenas un par de años y cuya formación, desde entonces, ha sufrido una variación, estando compuesta actualmente por Juan, voz, Jimmy, guitarra y coros, Iñigo, guitarra y coros, Pirulo, bajo, y el recién llegado, Mikel, batería.

Ya son 37 años de carrera de la banda, que cuenta con los discos, “Soziedad Alkoholika”, de 1991, “Y ese que tanto habla, está totalmente hueco, ya sabéis que el cántaro vacío es el que más suena”, de 1993, “Ratas”, de 1995, “¡No intente hacer esto en su casa!”, de 1997, “Polvo en los ojos”, de 2000, “Tiempos oscuros", del 2003, “Mala Sangre”, del 2008, “Cadenas de odio”, del 2011, “Sistema Antisocial” , del 2017, y su último disco, “Confrontación”, del pasado año, sin olvidar su maqueta, “Intoxikazión etílika”, de 1990, los Ep´s, “Feliz falsedad”, de 1992, y “Caucho ardiendo”, del 2013, el disco de versiones, “Diversiones...?”, de 1996, la regrabación de su primer disco, “Sesión#2”, del 2009, y los directos “Directo”, de 1999, “En bruto XIX”, del 2019, “Corrosiva”, del 2020, y “Mendizorrotza 2022” del 2022, eso sin contar recopilatorios.

Empezó a sonar el “Ace of spades” de Motörhead a modo de intro, subiendo al escenario la banda entre una fuerte ovación, comenzando propiamente la velada con “Alienado”, de su anterior disco de estudio, un tema que arrancó con fuerza y potencia, mostrándonos el espectacular juego de luces con el que nos iban a deleitar toda la noche, un corte muy movido, intenso y con contundencia, saludándonos cuando éste se relaja, para recuperar la energía previa.

El primer acercamiento a su reciente disco llegó con “Falsos dioses”, un tema que sonó a toda velocidad, muy poderoso y con esas partes más machaconas y potentes, acelerándose después, para continuar con la pieza que abre ese mismo plástico, “Control de masas”, la cual empezó con potencia, volviéndose una canción muy contundente y pegadiza, además de intensa.

Con un video previo desde detrás de la inmensa batería de Mikel, dieron paso a “Polvo en los ojos”, el tema que daba nombre a su trabajo del año 2000, el cual comenzó con fuerza y potencia, dejándonos un corte machacón y pegadizo, que, lógicamente, fue muy celebrado, antes de volver a su actual disco con “Infiltrados”, una pieza muy contundente, en donde demuestran la energía que dicho plástico posee, sonando con mucha intensidad y con diferentes cambios de ritmo, pero sin dejar de ser una canción muy poderosa y quedona y que fue cantada con mucha rabia.

Momento de regresar al 2008 y esperar que el miedo cambie de bando, ya que llegaba “Política del miedo”, un tema que fue ejecutado a toda velocidad, siendo un corte muy rápido y potente, que fue celebrado por la concurrencia, para, después de una breve pausa, recuperar su actual disco con “Colapso final”, una canción que empezó con ese sonido juguetón, mostrándonos una pieza rapidísima, que contó con ese momento más lento y machacón, pero sin perder fuerza y recuperando su intensidad en un gran final.

Volvíamos a una de sus primeras obras, aquella que publicaron en el 1997 y que contenía ese clásico “Palomas y buitres” y es que “sin justicia no habrá paz”, un tema que fue cantado por un público que enloqueció, siendo muy coreado y celebrado, para irse todavía un par de años atrás y recordar aquel disco que este año cumple 30 años y en donde aparecía “La aventura del saber”, una canción que empezó a toda velocidad, muy rápida y muy bien acogida, dejándonos una pieza corta y directa.

Regresaban a su más reciente disco con “Enemigo a las puertas” y es que, como nos dijeron, ya están llegando, un tema muy potente y rápido y que demostró, una vez más, la validez de los nuevos cortes, para pasar Juan a tocar con la armónica esa tonadilla que dice “alcohol, alcohol...”, antes de interpretar la conocida “Cienzia asesina”, de su ópera prima, una canción clásica, con ese inicio tan conocido, que sonó muy contundente, y que fue celebrada y cantada.

Nos dieron la fórmula para acabar con las “Ratas”, el tema que daba nombre a su tercer lanzamiento, y es un poco de orujo y para adentro, un corte que se inició con ese conocido comienzo, que sonó machacón, que fue muy coreado y que acabó acelerándose más, para volver a su ópera prima con ese “S.H.A.K.T.A.L.E.”, que ya recogían en su maqueta, una pieza que fue dedicada para los asquerosos, centrándose aquí en la familia Botín, la cual fue tocada a toda velocidad, dejándonos una canción que sonó muy rápida e intensa y que fue muy cantada.

Una nueva vuelta por su actual lanzamiento nos trajo “Traición”, un tema con mucha fuerza inicial y un ritmo constante, pero que tuvo algunos parones, aunque siendo, en esencia, un corte muy intenso, para clamar contra la censura en ese himno que es “Piedra contra tijera”, de su obra de hace 22 años, una pieza que sonó a toda velocidad y que fue muy disfrutada por toda la concurrencia.

Unida con la anterior, llegaba el turno de “Peces mutantes”, de su trabajo de 1997 y en el que nos advirtieron de que los protagonistas del tema ya estaban llegando, un corte con un inicio muy conocido, que resultó muy pegadizo y que fue muy cantado, siendo enlazado con la clásica “No kiero participar", de su obra de hace 30 años, con ese comienzo tan potente y poderoso, y que cuenta con ese estribillo tan quedón y coreado, muy bien arropado por los coros, siendo una canción muy machacona y con un explosivo final, tras el que abandonaron el escenario.

Pero enseguida volvieron y se mostraron encantados de estar allí, recordando la actuación de las Bala y presentando a Mikel, en su primera actuación con la banda en tierras cántabras, avisándonos de que llegaba la traca final, que iban a iniciar con “Cuando nada vale nada”, de su obra de hace 28 años, un tema con fuerza y muy rápido, que fue muy cantado y celebrado, ofreciéndonos un corte con mucha potencia, antes de decirnos que era el momento de dar un paso adelante hacia la desobediencia, siendo el turno de “Pauso bat”, de su disco del 2000, una canción muy veloz, poderosa y coreada.

Nos comentaron que era una buena ocasión para mochar algo, ya que llegaba “Motxalo”, su versión de Fischer-Z, que abría aquel disco de 1996, un tema con mucha fuerza inicial y luego relajándose, para, de nuevo, coger intensidad  y contar con un estribillo pegadizo, para despedirse de todos nosotros, esperando vernos en otra y concluyendo con la siempre esperada “Nos vimos en Berlín”, otra pieza que estaba tanto en su ópera prima como en su maqueta, siendo, como era de esperar, una canción muy celebrada y cantada, con gritos a favor Palestina y una bandera de dicho estado en la pantalla.

De esta manera y tras estar sobre las tablas casi una hora y media, concluía este muy buen concierto de unos Soziedad Alkoholika, que demostraron ser una banda muy grande, sonando muy potente, contando con una gran sección rítmica, una pareja de grandes guitarristas y un vocalista con mucho carisma y una voz muy personal, sin olvidar esa gran puesta en escena que la formación lleva.

Su colección de clásicos e himnos es inmensa y esta noche solamente sonaron unos pocos, pero es que el nuevo disco, que venían presentando, también reclamaba su espacio y es que es un gran trabajo, algunos de cuyos temas seguro que se quedarán en el repertorio de esta banda, que sigue creando obras y no viviendo de las rentas, consiguiendo que sus conciertos sean grandes fiestas, con una intensa comunión entre grupo y público.

Soziedad Alkoholika son una de las bandas de la escena estatal más intensa y con un mejor directo y esta noche lo volvieron a demostrar, una vez más.

soziedadalkoholika.com
www.facebook.com/xSOZIEDADxALKOHOLIKAx
www.youtube.com/user/SoziedadSHAKTALE
www.instagram.com/soziedad_alkoholika_oficial

Tras despedirme de algunos de los presentes, me fui del Escenario Santander, después de haber disfrutado con las actuaciones de unas Bala, que me sorprendieron muy gratamente, y de unos Soziedad Alkoholika que, una vez más, demostraron ser una grandísima banda en directo, algo que pudimos degustar gracias a la dirección de este local, que continúa haciendo una apuesta por el rock más potente y porque las grandes formaciones estatales, e incluso internacionales, sigan pasando por nuestra tierruca.