Último día de ese primer mes del año y lo iba a terminar en el Rock Beer The New, a donde volvía casi 3 semanas después de mi anterior visita y es que Juan y Lucy, los responsables de este mítico local santanderino, se habían cogido unas más que merecidas vacaciones y este viernes iban a retomar la actividad con los conciertos de los madrileños Terrestre y de los cántabros A Nice Day For An Earthquake.
La verdad es que no sabía cómo iba a ser la respuesta del público, tan poco predecible en nuestra tierruca, pero, si bien, a mi llegada todavía no había mucha gente, luego se fueron acercando más personas, a medida que se aproximaba la hora de comienzo, hasta llegar a contar con una importante afluencia de una concurrencia muy dispuesta a disfrutar con ambos tríos instrumentales.
Los primeros en salir, casi media hora después de la hora fijada y entre una intensa cortina de humo, que ya no se quitaría en toda su actuación, fueron los madrileños Terrestre, un grupo formado hacia el 2011 y que está compuesto por Luis Granda, guitarra, Iñaki García, bajista, y el último en llegar, Ángel Domingo, batería, y que, hasta la fecha, tienen editados los discos “Terrestre”, del 2014, “Montuhotep”, del 2018, y “Maere”, del pasado año.
Terrestre
Entre humo y muy poca luz se situaron en el escenario, saludándonos y pidiéndonos que nos acercásemos, comenzando de igual manera que lo hace su último disco, con “(H)”, un tema que sirvió como de intro y que sonó de manera calmada, aunque endureciéndose gradualmente y que se unió, lo mismo que en dicha obra, con “Umo”, una pieza con mucha fuerza y potencia, alternado partes más tranquilas con otras más intensas, pero sin perder esa energía que la canción poseía, aunque ésta terminó más pausada y con la sección rítmica teniendo mucho protagonismo.
Sin dejar ese trabajo, que venían presentando, continuaron con “Lamprea”, agradeciéndonos nuestros aplausos, un corte que comenzó con un sonido constante y machacón de batería, apareciendo luego el resto de los instrumentos para darle más color a este tema, que luego tuvo más fuerza y potencia, antes de relajarse, recuperando, más adelante, esa intensidad que la composición posee, mientras nos mostraban un sonido quedón en su parte final.
Con una intro grabada dieron inicio a “Montu”, de su anterior trabajo, que empezó con el sonido de la guitarra, cogiendo más energía poco a poco, hasta que la batería incendia el corte y hace que suene con mucha fuerza y contundencia, volviéndose más machacón y poderoso, combinando momentos cañeros y calmados, pero siendo, en esencia, intenso.
Terrestre
Después de éste, nos agradecieron nuestra acogida, recordando que venían presentando nueva obra y que tenían un puesto de merchán, recuperando su nuevo disco con “Fósil”, la que lo cierra, una pieza que fue comenzada por el bajo de manera cruda, siendo, en su inicio, lenta y muy pesada, pero con energía, ganando velocidad y contundencia, para, después, calmarse con el sonido del bajo en primera línea y luego cobrar protagonismo la guitarra, antes de retomar la potencia previa, contando con un ritmo de esos que te hacen mover la cabeza y con mucha intensidad final.
Tras preguntarnos si todo estaba bien, con positiva respuesta de los presentes, continuaron el recorrido por su presente álbum con “Planck”, un tema que empezó calmado y con tranquilidad, ganando, poco a poco, intensidad y fuerza, siendo un corte con un sonido potente y con muy buen sonido de guitarra, pasando a relajarse, antes de retomar la energía previa, contando con un ritmo explosivo y un poderoso final.
Turno ahora para recordar su ópera prima con el tema que la abría, “Carne cruda”, el cual comenzó juguetón y animado, para volverse luego más explosivo y potente, con mucha energía, para luego relajarse, brevemente, con un bajo marcado y retomando la intensidad previa después, dejándonos un corte con un ritmo más movido.
Pasaron a agradecernos el haber venido y, tanto a la sala, como a sus compañeros de cartel, el haberlo hecho posible, despidiéndose con la que restaba y da nombre a su actual obra, “Maere”, una canción con un muy poderoso inició y con mucha fuerza y contundencia, para luego calmarse levemente, pasando a recuperar esa potencia previa, contando con un bello sonido de guitarra, siendo una pieza muy intensa, teniendo, después, un sonido constante y luego cogiendo más energía, con la batería acelerándose y dejándonos con un explosivo final.
Terrestre
De esta manera y tras un poco menos de una hora sobre las tablas, concluía este concierto, muy trabajado y sonando con mucha fuerza y potencia, de unos Terrestre que nos trasmitieron mucha energía, pero combinada con partes más melódicas, logrando, en todo momento, que nos fuésemos sumergiendo en su sonido y que el interés, de los allí congregados, se mantuviera.
La banda ha dado un gran paso adelante con su último trabajo y se ve que apuestan ciegamente por él, algo que pudimos contemplar esta noche, pero es que las interpretaciones en directo de sus temas consiguen que nos atrapen más, gracias a la gran ejecución de los miembros del grupo, que demostraron estar llenos de calidad y que saben trasmitir mucho con su música.
Muy a tener en cuenta estos Terrestre, que demostraron lo que venimos diciendo desde estas líneas desde hace tiempo y es que hay muy buenas bandas más allá de los nombres reconocidos; dadles una oportunidad e id a verlos en directo.
Tras el habitual cambio de trastos, teníamos sobre las tablas a los santoñeses A Nice Day For An Earthquake, también un trío, que se forma hace 12 años y que está compuesto por Alex de Pablo, guitarra, Javier Núñez, bajo, y Sixto Cabrera, batería, y que han publicado los discos “Shockwaves”, del 2014, “Seasons”, del 2016 y “Sonder”, del 2024 y en cuya presentación estuvimos el pasado mes de mayo.
Y comenzaron su andadura con un tema de su actual trabajo, “Mitrofan”, un corte que empezó calmado, pero llevando un ritmo quedón, para ir gradualmente endureciéndose y cogiendo fuerza, tomando mucha intensidad más adelante, con una contundente sección rítmica, relajándose algo después, mientras el bajo aparecía en primer plano, volviéndose más potente y enérgica, aunque con un sonido movido, y dejándonos con un explosivo final.
Unido con el anterior por el sonido de la batería, llegaba “Nova”, de su ópera prima, un tema que contó con esa guitarra juguetona, cogiendo luego más fuerza y potencia, siendo un corte muy poderoso y más breve, para llevarnos ahora a su segundo disco con “Firewatcher”, que comenzó con esa distorsión inicial, arrancando con mucha intensidad, ofreciéndonos una pieza machacona, que luego se volvió más calmada, pero sin perder esa energía previa, endureciéndose de nuevo, dejándonos con una pieza muy potente y que se fue acelerando por momentos.
A Nice Day For An Earthquake
Sin casi parar, continuaron con su trabajo de hace 9 años con “Tourmalet”, que fue empezado por un sonido de guitarra con mucha fuerza, calmándose el tema después y con el bajo tomando más protagonismo, para dar paso a un momento más machacón, con la batería como protagonista, cogiendo el corte más velocidad y concluyendo con un explosivo final.
Momento para la pieza que cierra ese segundo trabajo, “Your end is our beginning”, la cual fue unida al anterior por la distorsión, empezando calmada, pero con intensidad, con una batería potente como protagonista, una canción que fue ganando fuerza paulatinamente, hasta que estalla, relajándose levemente, para retomar la energía previa y acelerándose al final de la misma.
Tras tomarse un breve respiro, continuaron con “Babydoll”, de su ópera prima, un corte que empezó con el sonido de la guitarra y en el que luego entró la sección rítmica para acelerarlo y darlo mucha fuerza y contundencia, volviéndose luego más lento y pesado, contando con un bajo más marcado, para, después, recuperar la energía precedente y dejarnos con un intensísimo final.
A Nice Day For An Earthquake
Se presentaron y nos agradecieron nuestra presencia, así como a sus compañeros de cartel el haber tocado con ellos, para volver a su actual disco con “Miura (三浦知良)”, una canción que empezó calmada y tranquila, pero, al mismo tiempo, con fuerza, ganando potencia y contundencia, para luego relajarse brevemente, antes de retomar esa energía precedente, cogiendo velocidad, aunque se volvió a sosegar, con el bajo muy presente, para concluir recuperando esa intensidad previa.
Unido con la anterior llegaba “Super giant”, de su primer disco, un tema que comenzó con un juguetón sonido de guitarra, cogiendo luego velocidad y fuerza, ofreciéndonos un corte muy intenso y cañero, que fue tomando más rapidez tras un breve momento más calmado, una composición movida y muy buena, que se aceleró más adelante y en la que nos animaron a dar palmas, dejándonos un machacón y potente final.
De esta manera y tras estar sobre las tablas casi una hora, concluía este gran concierto de A Nice Day For An Earthquake, una banda que sigue creciendo y que tiene una calidad brutal, como llevan demostrando desde hace tiempo y que esta noche corroboraron, dejándonos claro que son un grupo muy a tener en cuenta dentro de la escena local y que siguen creciendo día a día.
A Nice Day For An Earthquake
Las canciones de esta formación cuentan con mucha contundencia, pero, a la vez, una delicadeza especial que hace que se te metan en la cabeza y que te quedes enganchado por esta propuesta, gracias a unos músicos que están muy centrados en su propia labor y en conseguir que nosotros disfrutemos con lo que la banda nos ofrece en sus directos.
No les perdáis la pista a estos A Nice Day For An Earthquake, escuchad su música y, si podéis, id a verlos en directo, que seguro os gustaran.
Pasada ya la media noche, me fui del Rock Beer The New, una vez acabada la velada y tras saludar a alguno de los presentes, con el último Cd de los madrileños debajo del brazo, después de haber disfrutado con las actuaciones de Terrestre y A Nice Day For An Earthquake, dos grupos que nos dejaron un gran sabor de boca para iniciar este fin de semana, debido a lo hipnótico y bien ejecutado de sus propuestas; gracias a todos los que lo hicieron posible.