El pasado 8 de Febrero tuvimos la fortuna de asistir a uno de los eventos con más peso en el comienzo de año del sur de Andalucía, puesto que contaba con un cartel plagado de bandas con bastante nombre en nuestro panorama musical, no es fácil juntar en una misma tarde a grupos como Sôber, Tierra Santa, Lépoka, Tako... y encima a un precio tan competente; Hablamos por supuesto del Kagarso Rock, que celebraba ya su XVII edición. Festival organizado por el “Kolectivo Rock Sierra Sur” y que todos los años se encargan de que la llama del heavy siga muy viva por la sierra de Sevilla.
En un punto bastante estratégico para la celebración, Martín de la Jara, municipio que se encuentra en Sevilla pero, en nuestro caso, a más de 1,5H de coche, con más cercanía a Málaga donde se tarda menos tiempo. Pudimos encontrarnos amigos de Córdoba, Málaga, Huelva, Cádiz y Ceuta, y seguro vinieron de más ciudades.
Jarapeños
Estábamos citados a las 19:25H para el comienzo de la que sería la primera banda, en este caso el grupo local Jarapeños, pero fuimos informados que sufrían un pequeño retraso debido a que todavía se estaban haciendo pruebas de sonido de alguna banda. Al final nos fuimos a casi 1h de espera, lo que principalmente supuso alteraciones en el tiempo programado de cada banda y alteró el horario previsto... (cosas del directo). Jarapeños saltó a escena a las 20:15, previamente busqué información de la banda pero me fue imposible encontrar mucho, así que íbamos a sorpresa de lo que nos encontraríamos; Buena puesta en escena de los miembros, con un vocalista llevando el peso del escenario, muy enérgico de un lado hacia otro, interactuando con los bastante allí ya presentes, musicalmente fue una apuesta segura, versionaron, de manera muy digna, temas de grupos de rock nacional que a todo el mundo le sonaba, “El Carro de la Vida” de Sínkope, “La Solución final” de La Polla Records o alguna de Marea.
Pocos menos de media hora de concierto que sirvió para ir abriendo boca a los asistentes que guardaron pacientemente cola fuera durante más tiempo de lo esperado ( y hacía frío), pero que supieron responder con apoyo y buen hacer a la organización.
Jarapeños
La siguiente banda en salir a escena fueron los granadinos Saedín, última incorporación al cartel, como ganadores del concurso de bandas organizado por el festival. Con una propuesta musical más que interesante, la banda lleva el rock andaluz al extremo de las raíces. En este caso si eramos conocedores de la banda, pero teníamos ganas de disfrutar de ellos en directo. Para la ocasión dispusieron con lonas a los lados con logos y fondo de la banda, cosa que siempre ayuda visualmente al concierto, y se agradece.
El show comenzó con “Entre Ríos” con algún que otro problema de sonido que se solventó rápido y no dio demasiada guerra. Para aquel entonces el festival ya contaba con una asistencia muy alta, y es que según los números que nos dieron, el 80% del aforo estaba vendido hace días y quedaban pocas entradas en taquilla, por lo que podríamos decir que se rozó el sold out; Por otro lado, la organización nos habló de un aforo reducido aproximado a 1000 personas, que aunque era cierto que entraban alguna más, prefirieron dejarlo así para que los asistentes pudieran disfrutar de los conciertos sin estar como sardinas, algo que es de loar a ellos.
Saedín
Siguiendo con la buen labor de los granadinos, suponemos que el setlist se vio algo acortado por los tiempos de los retrasos y nos quedaríamos sin algún tema, pudimos escuchar igualmente “Vamos a Volar” , de su último trabajo de estudio “Luna Nueva” (2023) y “Mala Hierba”. Ahora vendría una de las sorpresas de la noche, ya que se atrevieron con un tema nada fácil de interpretar, sobretodo vocalmente, hablamos de “Desátame” de Mónica Naranjo, llevado a su terreno, sonó muy digno y el público agrandó el tema coreando estribillos, me gustó bastante los arreglos de guitarra para la ocasión.
No quedaría mucho de concierto y pudimos escuchar un par de temas más, fueron “Un sueño más” y “Despierta” donde se despedirían por todo lo alto del show. Gran concierto, aunque supo a poco, de Saedín, estamos seguro que más adelante nos encontraremos con un repertorio más amplio.
Saedín
Poco antes de las 22:15 saldrían a escena Lépoka, una de las bandas con más proyección en los últimos años, ya es de esos grupos que cuentan con seguidores acérrimos que los siguen allá por donde van, y se pudo notar también en el festival, se les puede catalogar de Folk Metal pero con tintes de Ska en muchas ocasiones, son varias las veces que los hemos visto, aunque siempre tenemos la sensación cada vez que los vemos que van creciendo exponencialmente como banda;
Aunque como nos gusta contar también las cosas que nos gustan menos, pienso que ganaban puesta en escena cuando sacaban los goliardos hinchables e iban disfrazados, también entendemos que este escenario no permitía lo primero, pero sabemos que ya hace tiempo que igualmente no lo hacen, por supuesto entendemos que la banda decide su deriva igualmente.
Lépoka
El buen ambiente en la banda se nota desde los primeros acordes donde todos son saltos y alegrías por parte de los miembros, a veces incluso costaba seguirles la pista por el escenario. Con su último disco “Dios está borracho” (2024) se han catapultado por todo lo alto, se encuentra plagado de grandes temas que seguro iríamos escuchando en el concierto... y el primero para no hacernos esperar es el que da nombre al disco, “Dios está borracho”, tuvimos la sensación que la voz de Dani tardó en entrar en calor en los primeros temas, o quizás fuera el sonido, pero se escuchaba demasiado baja y a veces costaba distinguirla entre los instrumentos, pasó así en “Antes del amanecer” y “Brindo por verte”.
El recinto ya contaba con la plena asistencia y la verdad es que daba gusto ver como responde la gente a este tipo de festivales. Enérgicos como los que más siguiendo con “Pandemonium” , “Donde vas” y “A las Calles”, en todo el momento acompañados de imágenes de fondo que complementaban a los temas. Con una introducción del añejo videojuego Tetris (en imágenes del fondo) comenzaron con “El baile de los Caídos”, posiblemente uno de los temas que mejor sonaron, por supuesto el público lo dio todo bailando y cantando. Tiempo para la reflexión de como pasa el tiempo a gran velocidad escuchando “Un año más”. Ya en la recta final escuchamos “La Nit es Nostra”, “Contando al andar” y uno de sus temas más populares del último trabajo, hablamos de “Contra Viento y Marea” donde nos sumergimos en la piel de un pirata con buen gusto al bebercio... Ya por último y para acabar con la oda etílica “Yo controlo” y unas estrofas de nuevo de “Dios está borracho” para cerrar el concierto.
Lépoka se ha convertido en una apuesta segura hoy día, sus conciertos se definen por el buen hacer y el buen rollo que desprende la banda sobre el escenario, siendo difícil no involucrarse con ellos incluso a los que no sean tan seguidores de su música.
Lépoka
Prácticamente a la hora que debería dar comienzo el concierto de Sôber empezaría el de Tierra Santa. Que decir de una banda que lleva al pie del cañón desde casi 30 años, sin fallar y con una regularidad sobre los escenarios de las que pocas bandas pueden presumir. Son muchas las veces que he podido disfrutar de un concierto de la banda Riojana y no recuerdo salir con mal sabor de boca en ninguno de ellas.
Con un disco bastante reciente “Un Viaje Épico” (2024) el setlist difirió bastante del presentado el la gira de dicho trabajo, se centraron más en un pequeño recorrido por la historia de la banda plagado de himnos que hicieron el disfrute del personal, tanto del más joven como del más veterano. Para abrir el concierto “La sombra de la bestia” seguido de “Tierras de Leyenda”, una pequeña muestra de lo que nos depararía esa noche; Si bien veníamos de Lépoka que todo eran saltos y alegría por el escenario, la apuesta de Tierra Santa era mucho más sobria, contrasta mucho como dentro del género pueden distar tanto, pero ello no le restaba un ápice de épica al concierto, que estaba siendo redondo
Tierra Santa
A nivel de sonido, en mi opinión, fueron los que mejor sonaron de la noche, la voz de Ángel estuvo perfecta durante todo el show y los instrumentos igual. “Drácula”, “Sangre de Reyes”, “El Bastón de Diablo” fueron algunos de los temas que fueron completando el repertorio, De nuevo nos trasladarían a los primeros años del siglo para escuchar “Nerón”, y previamente “La Leyenda del Holandés Errante”. Como hemos mencionado antes, el concierto gozó de gran sonido durante todo su repertorio, culpa de ello también la tuvieron la base rítmica llevada con el bajo y batería de Roberto Gonzalo y Alex Alonso respectivamente.
Para despedirse por todo lo alto la banda escogió dos temas que nunca pueden faltar, “Legendario” y su famosa ya “Canción del Pirata”, cerrando un show que hizo el disfrute mayor de los asistentes, que duró poco más de 1h y si hay que ponerle algún pero fue esto, pero entendemos que los tiempos en un festival son así y los setlist están más recortados, se quedaron fuera muchos temas que nos hubiera encantado escuchar, pero no puede llover a gustos de todos cuando hablamos de una extensa carrera discográfica plagadas de grandes composiciones.
Tierra Santa
Otro de los grandes platos del cartel subiría al escenario, sobre las 1:15h de la noche, los madrileños Sôber harían su aparición; Si antes elogiábamos la trayectoria de Tierra Santa, no podemos hacer menos con ellos, y a pesar de contar con periodos de disoluciones y formación de otros proyectos, siempre se han mantenido activos con músicos en el panorama musical. Sabiendo del poco tiempo (para lo que suelen tocar en salas) del que disponían fueron como metralletas sin tapujos con los temas, con menos interacción que en otras ocasiones, pero a lo que a mi respecta, fue acertado.
Carlos Escobedo llevando el gran peso como frontman, era el acaparador de todos los focos delante del escenario, y se estuvo moviendo de un lado hacia otro con su bajo, mientras que su hermano, Jorge Escobedo, y Antonio Bernardini permanecieron más estático a ambos laterales con sus guitarras, ya puesto a terminar de nombrar el elenco, Manu Reyes, inconmensurable de nuevo a la batería, demostrando porque es uno de los mejores en su posición... El setlist recortado para la ocasión, dispuso de sus “himnos” más destacados, y aunque faltaron algunos, pudimos escuchar clásicos como “Arrepentido”, “Blancanieve”, “Tic Tac” o “El hombre de hielo” y en el tramo final, casi agónicamente pensando que ya se acababa, pero bajo peticiones de “otra otra” y la banda mirando hacia los lados y medio “clandestinamente” pudimos escuchar temas como “Náufrago” o “Loco” con el que se despidieron, tras ello la banda se dedicó a lanzar decenas de púas a las primeras filas para que se llevaran un bonito recuerdo de aquella gran noche.
Sôber
Tras una hora y cuarto de concierto de Sôber, eran las 2:30 pasadas, tomamos un refrigerio para despejarnos un poco y nos pusimos camino a casa, pues nos esperaban casi 2 horas de trayecto de vuelta (por una carretera no tan cómoda) y sabíamos que Tako difícilmente iba a empezar antes de las 3:00, y con mucha pena pues era una de las bandas que más ganas teníamos de volver a ver esa noche, lo dejaríamos para otra ocasión.
Con todo ello, y pese a los retrasos como único pero al festival, nos lo pasamos en grande y quedamos alucinados con la respuesta de la gente con el evento, también es normal visto el cartel y los precios populares tanto de entrada como de la barra, donde ya quisiéramos tenerlos así en el resto de festivales del año, una suerte que sigan existiendo estos “Kolectivos” que curren con tanto cariño y dedicación este tipo de eventos. Esperamos poder contaron muchas más ediciones del “Kagarso Rock” y que el XVII sea un número que se quede pequeño.