Por segundo día consecutivo me dejaba caer por el Rock Beer The New de Santander, para disfrutar, en esta ocasión, de una buena dosis de Heavy Metal con Patxa, la banda que ha formado ese veterano músico bizcaíno, con casi 4 décadas de trayectoria y conocido por haber formado parte de grupos como Valhalla o Adgar, entre otros, y por estar ahora con Ad Eternum, una formación muy interesante por cierto y de cuyo primer disco “Dogma”, del 2018, os hablamos aquí.
En esta aventura, que comienza hace un par de años, Patxa a la voz, se acompaña de Kasta, guitarra y coros, Jon, guitarra, Chefy, bajo y coros, y Mikel, batería, una combinación de veteranía y juventud y con los que ha grabado su primer y gran disco, “Just Heavy Metal”, publicado el pasado 2024, que es una obra conceptual sobre esta música, que tanto nos gusta, y que repasarían de manera íntegra, en esta primera fecha de su gira de presentación.
Al llegar a la sala puede ver que la afluencia de público, a diferencia de la jornada previa, iba a ser muy floja, con muy poca presencia de gente de la tierruca, al menos de los conocidos por mí, algo que no mejoraría mucho cuando la actuación comenzó de manera puntual; luego decimos que no hay conciertos de Heavy Metal en Cantabria.
Con una intro muy épica y con los aplausos de la concurrencia, comenzaba este concierto, dando paso a “New Metal blood”, un tema con un intenso inicio, mostrándonos un corte muy guitarrero, a la vez que muy pegadizo y quedón, sonando con potencia y que contó con unos logrados coros, para seguir en ese disco que venían presentando con “Honey drops”, una canción que empezó a toda velocidad, con mucha contundencia y que sonó poderosa, además de ser muy contagiosa.
Patxa
Mucha fuerza en su inicio tuvo “Steel soul”, un corte con mucha potencia, pero que luego fue calmándose, antes de recuperar la intensidad previa, ofreciéndonos un tema potente y machacón, además de pegadizo, que contó con un buen solo de Jon, para pasar a recordar su paso en Adgar, ya que dos de sus componentes estaban allí, explicando el concepto de este disco que venían presentando, dando paso a la genial “Sacred elf (Tribute to Ronnie J. Dio)”, el ídolo de Patxa, como el mismo dijo, una canción que empezó tranquila, para luego coger más fuerza y contar con un sonido quedón y contundente, siendo una pieza muy contagiosa y poderosa, de esas que se te graban a las primeras escuchas y que tuvo un explosivo final.-
Nos pidieron que nos acercásemos para el siguiente corte, “Where dreams take wing”, del que nos dijeron como teníamos que corear, siendo un tema que habla sobre los festivales y conciertos de Heavy Metal, sonando muy rápido y potente, con un ritmo constante y un pegadizo estribillo, calmándose brevemente, antes de recuperar las fuerza y dejarnos una gran composición.
Sin duda, la canción más pegadiza y coreable de este disco es, precisamente, la que le da nombre, “Just Heavy Metal”, una verdadera declaración de intenciones, que arrancó con mucha fuerza y potencia, intensificándose antes de ese quedón y contagioso estribillo, y es que es un verdadero himno, que contó con ese parón en el que nos animaron a cantar con ellos el estribillo, algo que todos hicimos.
Patxa
Pero Patxa no se quiso olvidar de su pasado y de aquella etapa en Valhalla, tocando “Born by Metal”, de ese “Once upon a time…”, del 2001, un tema muy potente y cañero, además de muy quedón, con un buen solo de Kasta, contando, además, con unos logrados coros y un machacón final, para seguir con otra pieza de ese mismo grupo, “Holywar”, de su disco “Nightbreed”, del 2003, con un muy intenso inicio, acelerándose por momentos, pero que tuvo partes más lentas y pesadas, dejándonos con otro logrado solo de Kasta.
Turno para regresar a los temas de ese disco que venían presentando con “My spirit ablaze”, avisándonos de que éste era más lento, un corte que empezó calmado, pero con mucha fuerza, mostrándonos una composición muy poderosa y pegadiza y en donde Patxa, por si a alguien le quedaban dudas, demostró sus grandes cualidades vocales, para pasar a anticiparnos que quedaban pocas canciones y que había que animar aquello, siendo el momento de “United our spirits fly”, que habla sobre los sonidos más extremos del Heavy Metal, una pieza que comenzó con contundencia y a toda pastilla, relajándose luego, para dar paso a unas partes machaconas, pero con un ritmo quedón y contagioso, volviendo, después, a acelerase y a ser constante.
El siguiente tema era el que cierra este disco y que habla sobre lo que las ha costado a las mujeres ser reconocidas y poder subir a los escenarios dentro del Heavy Metal, siendo éste “Ladies and queen”, el cual contó con un muy rápido inicio, siendo un corte con un muy pegadizo estribillo y que combinó parte más machaconas y otras más veloces, relajándose levemente para que diésemos palmas y luego retomando la fuerza previa.
Patxa
Volvió a recuperar su etapa en Valhalla con ese “Guardians of Metal”, un tema mítico, que daba nombre a su maqueta de 1998 y que luego publicaron en su ópera prima del 2000, “Beyond the underworld”, el cual nos dedicaron a todos los presentes, con un inicio a toda pastilla y que contó con un gran solo de Jon, dejándonos con un corte muy movido y rápido, para anticiparnos que llegaba la última canción, “Children of Metal”, la que abría y restaba de ese disco que venían a presentar, agradeciendo a la sala su trato, a la gente de Adgar que hubiesen venido y a todos los asistentes nuestra presencia, una pieza muy veloz y pegadiza, contando con ese momento en que se relaja para que arengásemos y luego recuperando la fuerza previa, y que tuvo, además, unos solos doblados de sus guitarristas.
Y, aunque hicieron amago de irse, apenas se marcharon del escenario y regresaron para tocar una versión del clásico “Hail and kill”, de Manowar, que contó con esos coros iniciales y la gente dando palmas, prolongando el grito antes de que la pieza cogiese fuerza y se convirtieses en ese himno conocido por todos, con Patxa bajando un poco a cantar entre los presentes, una canción que tuvo un solo de guitarra a cargo de Jon y en la que pararon brevemente para hacernos corear.
De esta manera y después de estar sobre la tabla una hora y cuarto, más o menos, terminaba este gran concierto de Patxa, que sonó muy intenso y que se pasó en un suspiro, tocando verdadero Heavy Metal de manera brillante y logrando que los pocos presentes lo disfrutásemos y nos entregásemos a cantar esas verdaderas joyas, que forman parte del legado de dicho artista.
Patxa
Sobre la genialidad de Patxa a la voz había pocas dudas, pero es que se ha arropado de una formación repleta de grandes músicos, que tuvieron ocasión de brillar, dando más fuerza, si cabe, a estas composiciones, que funcionan muy bien en directo, sin olvidar esos guiños a su pasado en Valhalla o esa versión con la que acabaron la velada, siendo todo ello muy celebrado por la concurrencia.
Sin duda, Patxa nos ha dejado un verdadero discazo de Heavy Metal, que en directo todavía suena todo mucho mejor y eso que ya es difícil; no te los pierdas, si tienes ocasión de verlos en vivo.
Tras saluda al propio Patxa y despedirme de algunos de los presentes, me fui del Rock Beer The New con el disco de esta banda debajo del brazo, tras haber disfrutado intensamente de una gran noche de Heavy Metal, a cargo de estos Patxa, que vinieron y arrasaron con todo, en una jornada en la que lo único que falló, una vez más, fueron los seguidores a este sonido en nuestra tierruca; por lo demás, muchas gracias a la sala y al grupo por hacernos pasar una gran velada.