Bendita la gracia que me hace escribir de Chica Sobresalto tras lo ocurrido en el Benidorm Fest. Con o sin vuestro permiso voy a escurrir el bulto, quedarme con que ella ya dio su visión, y que cada cuál saque sus propias conclusiones. En lo personal me voy a centrar en el concierto que ofreció en el Teatro (imposible no pensar en Joy) Eslava aquel sábado 15 de febrero, que ya desde la cola dio cosas que contar.

Sea como fuere, el recinto se llenó. No sé si hubo sold out pero muy cerca se tuvo que quedar. Y como ocurrió 10 meses antes en La Sala, pasadas las nueve, Maialen Gurbindo, Chica Sobresalto, y su banda inició el recital con “La estrella”, con un sonido que por desgracia distó de ser perfecto, y que se mantuvo toda la velada.

Maialen lucía visiblemente emocionada por todo, notándose entre canción y canción, momento en el que se dirigía al público, derrochando naturalidad e incluso algo de nerviosismo en las primeras intervenciones. Y es que iba a ser un concierto especial, lo que se notó pronto con la participación, una vez más, de Samantha Gilabert en “Dopamina”, primera de muchas colaboraciones.

La modelo y actriz Bella Kaiser fue la siguiente persona en aparecer, y en su caso en varias ocasiones. Portando una esfera iluminada en la nueva pieza titulada “Virgen de la luz” que Chica Sobresalto presentó para la ocasión dedicándosela a su abuela Leopolda, o también bailando, valga la redundancia, junto a ella en “Bailando raro” entre el público, intercalando además partes de “Toro” de El Columpio Asesino, “Yo Quiero Bailar” de Sonia y Selena, “Bailando” de Alaska y “Berlin U5” de Zahara.

También pasó por el Teatro Eslava DeTeresa, para cantar a dúo “Mala feminista”, aquella con la que Chica Sobresalto ha intentado participar en la próxima edición de Eurovisión. Y, aunque no supuso mucha sorpresa, también se subió Diego Arroyo de Veintiuno para su pieza conjunta, “Poquita cosa”.

Pero en el párrafo inicial mencioné que ya había cosas que contar desde la cola. Y es que, a, diez, quince minutos de que se abrieran puertas, unas personas, que posteriormente confirmé que eran seguidores, nos repartieron folios Din A4 con el texto “Sois la mayor exponente de que hay gente cuya mera existencia es revolución” para levantar en un momento dado de “Navegantes”. No dudo de sus buenas intenciones, del esfuerzo, pero por un lado está el error de concordancia, y por el otro eso, es un folio. ¿Se levantaron muchos cuando supuestamente tocaba? Depende de lo que cada uno considere muchos, pero yo no lo hice.

Y así podría seguir. Porque también el show donde presentó por primera vez en directo su último sencillo, “Bella rareza”. Desde luego no fue una descarga más dentro de su gira.

No era la primera vez que veía a Chica Sobresalto, aunque por el sonido, me quedo antes con la del año pasado. Me gusta mucho que un concierto no sea el tocar una canción detrás de otra y ella lo cumple. Además, estoy convencido de que muy pronto estos recintos se le quedarán pequeños por lo que se genera una cierta complicidad. Eso sí tengo curiosidad por ver cómo se mantiene en espacios más grandes donde intentaré no faltar.