En diciembre de 2023, cinco jóvenes berriozartarras vinieron a Madrid a presentarnos un proyecto musical que estaban arrancando. Tras su concierto, que fue apoteósico, nos dijeron que su primer disco estaba en proceso y que no tardaríamos en poder disfrutarlo. Pero la espera se alargó y el ansiado disco no salió hasta 14 meses después.

Finalmente se anunció su lanzamiento para el 28 de febrero a la vez que salían a la venta entradas para su concierto de presentación en la Sala Rockville de Madrid; entradas que tardaron menos de 24 horas en agotarse, haciendo presagiar el éxito del evento.

Ya un par de días antes de la cita, la formación -que había generado una gran expectación a través de sus redes sociales- llegó a Madrid con el fin de conceder varias entrevistas a medios especializados y algún que otro generalista, sin dejar pasar la oportunidad de sembrar algo de polémica, en el buen sentido de la palabra.

Aunque la apertura de puertas estaba programada para las 20:30, a primera hora de la tarde ya empezaba a formarse cola en la puerta de la sala, donde se fueron encontrando viejos conocidos e incluso se entablaron nuevas amistadas entre personas hasta hace un rato completamente ajenas entre sí, pero unidos por el amor al rocanrol y por las ganas de comprobar cómo Linaje defendía su trabajo en directo… y vaya si pudieron comprobarlo.

Durante una breve intro, nuestros cinco anfitriones fueron tomando posición en el escenario con la firme intención de cautivar a un público que esperaba ansioso sus canciones. Y la primera de ellas fue “Morena mía”, quizá una de las más reconocibles del grupo y que fue cantada desde el primer verso por la práctica totalidad de los asistentes, que no necesitaron calentamiento alguno para meterse en situación.

Para muchos, este momento contestó a la pregunta de ¿a qué suena Linaje? Pregunta difícil de contestar, pues no somos muy de etiquetar a los artistas ni de sacar parecidos; pero Linaje a nuestro parecer suena a música compuesta y ejecutada por quienes se han criado entre discos y letras escritas por quien se ha criado entre libros, recibiendo todos múltiples, variadas y enriquecedoras influencias.

Al escuchar “Desataron a los perros” (canción que da nombre al disco) podemos apreciar un espíritu frenéticamente rockero, pero también matices de otros géneros, que imprimen un carácter único a la música que nos proponen y que evitan que sea “más de lo mismo”; de la misma manera que polarizan a sus oyentes. Y es que Linaje no hace música para todos los públicos; no pretende gustar a todos, sino que parece buscar su segmento específico, su propia marca, dentro del océano de artificialidad en el que navega actualmente la industria de la música.

A lo largo del show, el grupo fue presentando cada uno de los temas que componen su primer trabajo de larga duración (a excepción de dos canciones que, aunque en un primer momento formaban parte del repertorio, finalmente fueron excluidas) desnudando su alma y dejando ver tanto su lado más salvaje como el más íntimo, pues las canciones de Linaje constituyen un desgarrador grito de amor a la vida, a la libertad, a la pareja, la familia -en sentido amplio- y las raíces.

Y, por supuesto, no faltaron las sorpresas, como la subida al escenario de Fabio Jules, integrante de Manny Calavera; o una visceral colaboración de Txema Benítez cuando llegó el momento de versionar “Malas Noticias”. De la misma manera que tuvimos la oportunidad de ver varias facetas de Aarón, ya fuera tocando el bajo, librando un duelo de percusión con el cajón o perdiéndose entre el público mientras cantaba.

Tras casi hora y media de espectáculo, fue “Nunca quise tu esqueleto” la canción elegida por Aarón, Cuiri, Alain, Asier y Aimar para despedirse de un público que en ese momento hubiera vendido su alma al diablo por cinco minutos más. Un público que se deshizo en aplausos y que tiene ya marcada en la agenda la fecha de la próxima visita a Madrid de estos cinco navarros que, visto lo visto, prometen muchos años de buen rock y grandes conciertos.

Nosotros, desde luego, les seguiremos de cerca.