Ciertamente, esta nueva edición del Rock In Rio en Arganda del Rey (Madrid) se antojaba como un sueño hecho realidad y en cierta forma creo que lo fue, aunque no se viviera íntegramente una fiesta de Rock. Y es que, no muy a menudo, se presenta la ocasión de sumergirse en un evento de tales magnitudes e infraestructuras y vivir una experiencia tan refrescante y gratificante.

 Creo que los 250.000 asistentes, entre las cinco jornadas, difícilmente olvidaran su apasionada vivencia, sobre todo por la tolerancia y el respeto existente en la convivencia, y el haberse topado con un estupendo despliegue, en cuanto a sonido e iluminación, 250.000 vatios de sonido y un juego de luces asombroso. ¡Como no! Las mágicas y demoledoras actuaciones de Rage Against The Machine, Metallica, Motorhëad y Bon Jovi.

Pocos festivales de este país pueden jactarse de contar con este tipo de logística, un acondicionamiento del terreno ejemplar (césped artificial) y unas instalaciones increíbles (200 mil metros cuadrados), con vistas claramente al público. Muchos lo han catalogado de parque temático antes que un festival de música, y todo por albergar stands, restaurantes, atracciones y departamentos de marketing, un menosprecio que sigo aún sin entender.

A otros eventos musicales nacionales, casi siempre, les llueve ciertas críticas, en base a la falta de una amplia oferta de gastronomía u otro tipo de servicios (actividades de ocio, limpieza de los servicios) y ciertas limitaciones logísticas, Y para uno que reúne todas las comodidades posibles, vamos y lo ponemos a caldo. ¡Parece que nada está al gusto de todos!

Aunque cabe mencionar que en los tres días que podido estar, no he percibido una sensación de festival en si, como si faltara ese ambiente típico que se forma en cualquier festival o acontecimiento multitudinario. Supongo que el estar controlado por la guardia civil, en todo momento, el no vender bebidas alcohólicas, exceptuando minis de cerveza de la marca Coronita (a 8 euros) y no disponer de una zona de acampada, pudo influir muchísimo. Sinceramente estas ausencias y burocracias matan un espíritu pleno de fiesta y diversión ¡Señores, el rock and roll está ligado a las drogas y el sexo, ya lo dice la frase “Sex & Drugs & Rock & Roll!”¡Que cada cual sea libre a hacer con su cuerpo lo que quiera!

Aunque en líneas generales se puede catalogar a la organización de excepcional e impecable, siempre hay cosas que se pueden mejorar, ciertos aspectos en el que parte del público ha mostrado su descontento, como el haber tenido que soportar largas a la hora de entrar, acceder a los buses y salir en coche del aparcamiento cercano al festival (Precio diario 18 euros), siempre al termino de las actuaciones estrellas de la noche.

También el no permitirse la entrada de comida, bebidas ni cadenas u otros objetos decorativos que pusiesen en peligro la vida de los demás, siendo arrogados a un contenedor, sin ningún tipo de consideración, a pesar de se trataran a veces de objetos de gran valor emocional. Antes de proceder al relato, quiero dar las gracias a la organización por haber dado la posibilidad a este humilde medio de cubrir el festival y a la gente encargada de la prensa del festival por habernos permitido, ante tanta masiva de medios, el trabajar en igualdad de condiciones, permitiendo fotografiar a la mayoría de las bandas. ¡Así da gusto trabajar! ¡Muchos festivales deberían seguir este ejemplo!

Primera Jornada:  Viernes 4 de Junio del 2010

Tras mi primer viaje relámpago (unos 400 kilómetros), algo pesado y cansino, me dispuse definitivamente a entrar en la Ciudad Del Rock. Una vez dentro, la primera sensación que me vino a la cabeza es la de alucine y perplejidad. ¿Qué hago aquí?, ¿Dónde coño me he metido? ¡Si parece un centro comercial al aire libre, todo lleno de tiendas de comida, actividades de ocio (Una noria, una tirolina...) y stands de marcas conocidas!.

Uno, sinceramente, no está acostumbrado a tantas comodidades. Pero poco a poco me fui habituando a dicho pijerio (perdón por la palabra), viendo con buenos ojos el disponer de tal plan amplio abanico de ofertas en lo que se refiere a comida. ¡Que bien, así será más fácil que te atiendan rápido! En el primer fin de semana escaseaban las bandas de rock, primando más lo comercial y popero. Tras una primera toma con las óptimas y maravillosas instalaciones era el momento de empezar ya con mi andadura musical.

En un principio estaba un poco desconcertado sabía que los madrileños Mago De Oz, la última incorporación, ocupando el traspaso de Macaco al escenario principal, tras la caída del cartel por parte de John Mayer, debían estar actuando en el escenario Sunset pero como sufrió un retraso considerable el arranque de los catalanes no pude presenciar nada de su concierto. ¡Lo siento en el alma!

Las sucesivas jornadas siguieron una tónica parecida, los horarios de comienzo de las actuaciones del escenario Sunset no iban cumpliéndose a rajatabla, coincidiendo a veces con las del otro escenario, trayendo la inevitable consecuencia que uno debía decantarse con que quedarse.

Quien iba a imaginar que Macaco fueran capaces de subir como la espuma y ser en la actualidad uno de los grupos con más tirón de este país. La organización quiso que fueran ellos los encargados de inaugurar el escenario Mundo, con su alegría y aplastante fusión de estilos (Reggae, rumba catalana y electrónica).
 
Tenía expectación por ver como defenderían esa corona de grupo revelación. Dani Macaco arropado por su talentosa banda se desenvolvió como pez en el agua por el escenario, ratificándose como una apuesta segura. Vestido con una camiseta de tirantes azul y una cinta de pelo reivindicó mediante himnos como "Aquí y ahora", “Tengo”, “Todos” y “S.O.S” que la vida es querer y ser queridos.

Uno alegatos llenos de entusiasmo y plenos sentimientos, sin grandes dosis de virtuosismo pero que acaban suscitando claramente un cierto clamor en el público. Mucho mestizaje y energía es lo que pudimos vivir en su hora de actuación, la cual fue cerrada con la versión del grupo reggae, The Maytals, “The Monkey Man” en la que nos hizo saber porque le llaman así, Macaco, bautizado por sus amigos en el barrio barcelonés, Las Ramblas. “Moving” y “Puerto Presente” fueron los momentos más álgidos de su show.

Entre actuación y actuación tuve tiempo para darme alguna vuelta por los stands, asombrándome por el gran número que había e incluso de los patrocinadores del festival, por citar alguno cerveza Coronita y preservativos Control, en este último en vez de repartir condones se llevaban a cabo representaciones, en plan cómico, una de ellas una parodia de la muerte de John Lennon. Lo que más, sin duda, me impacto es que habría una guardería para dejar a los niños. ¡Que cosas!

El escenario Mundo iba siendo revestido con alfombras y lámparas rojas, anunciando en breve el arranque de la siguiente actuación, la de los madrileños Pereza que acusaron una falta de apoyo considerable del público, quien aguardaba ávido la descarga de Bon Jovi. No quiere decir con esto que estuvieran mal en todos los aspectos, el recital fue fenomenal pero de escasa ambición y convencimiento.

Me resultó curioso que mostrasen esa pobre predisposición, algo les tuvo que pasar porque los hermanos Leiva siempre salen a muerte en sus conciertos y logran hacer las delicias de su público. A pesar de ello hubo multitud de destellos técnicos en “Animales”, “Madrid” y “Super Junkies”. Viendo que no estaban causando gran entusiasmo se marcaron una de esas armas que nunca fallan, un vacile, haber si el público despertaba y mostraba ser fiel seguidor de su música “Levantar las manos las groupies de Bon Jovi”, como fueron muchos y muchas, contestaron medio enfadados, no me jodáis.

“Lady Madrid” estuvo precedida de una cariñosa felicitación previa por parte de Rubén a su madre, que ese día cumplía años. Aunque si he de quedarme con un momento de su show fue cuando llamaron a dos grandes amigos, Ariel Rot y Carlos Tarque (M-Clan) con el fin de demandar un rock in rio más autóctono, albergando solamente bandas nacionales, interpretando, de una manera impresionante, ese viejo himno de los Rodriguez “Hace Calor”, que hizo brincar como un cosaco a cierto sector juvenil.

Siguió la noche con una de las viejas glorias de rock, Bon Jovi, que hacía unos cuantos años que no visitaba la capital del estado. Su actuación la debemos incluir en uno de los grandes triunfadores de este rock in rio. Los de New Jersey nos obsequiaron con un colosal juego de melodías en estado puro, a pesar de mostrar un cierto deterioro físico por la edad, como era el caso de Richie Sambora que en cierto tramos se le veía algo cansado, aunque sin perder la sonrisa y su clase, apabullándonos con sus típicos riffs, marca de la casa.

El que sigue manteniendo un nivel de forma impecable es John Francis Bongiovi (Bon Jovi) que sigue demostrando ser un perfecto vocalista de hard rock, con fuerte presencia y un sensacional manejo de la situación, afable con el público, dominador de la guitarra rítmica, poseedor de unos registros vocales fabulosos y exhibiendo una actitud correctísima, una entrega en cuerpo y alma.

Dos horas celestiales en donde demostraron toda su veteranía, repasando sus mejores clásicos, “Livin’ On A Prayer”, “Keep The Faith”, Have A Nice Day, “Runaway”, “It’s My Life”, intercalándolos con composiciones de su última obra “The Circle”, eso si, con una menor respuesta, como fue el caso de “Superman Tonight” o “Work Of The Workin Man”.

Un repertorio bastante comedido y demoledor, prescindiendo de sus pegajosas baladas como “Bed Of Roses”, en favor de otros temas con tintes más roqueros, en donde esgrimieron una mayor dosis de talento y virtuosismo.

Su líder sigue suscitando excitación y deseo sexual entre las féminas, cosa que pude comprobar durante todo el concierto, se empujaban e intentaban captar la atención de este sex simbol con carteles provocadores o otro tipo de artimañas.

Grandes momentos memorables fueron cuando en el transcurso de “Bad Medicine” se atrevieron con unas estrofas del “Roadhouse Blues” (The Doors) o cuando Bon a solas con su compañero David Bryan a las teclas, nos conmocionó con una impecable interpretación del Hallelujah (Leonard Cohen).

Richie Sambora hizo gala de varios modelitos y nos brindo partes del show con un dominio impecable en las guitarras de doble mástil. Esa cercanía con el público fue lo que más me gusto, acompañado del buen hacer de estos músicos. Incluso Jon se permitió el gustazo de hacernos una gracia, imitando el lindo movimiento de caderas de la cantante Shakira, una de las grandes protagonistas de la siguiente jornada.

¡Un show lleno de poses, habilidad artística y de una comunión perfecta!
 
Set List

-Blood On Blood
-We Weren’t Born To Follow
-You Give Love A Bad Name
-Born To Be My Baby
-Lost Highway/In These Arms
-Have A Nice Day
-When We Were Beautiful
-Superman Tonight
-Captain Crash & The Beauty Queen From Mars
-Bad Medicine (Roadhouse Blues/Shout)
-It’s My Life
-Someday I’ll Be Saturday Night
-Hallelujah
-I’ll Sleep When I’m Dead
-Runaway
-Work For The Working Man
-Who Says You Can’t Go Home
-Keep The Faith
-Wanted Dead Or Alive
-Livin’ On A Prayer

Paul Van Dyk, el Dj de música trance y productor de renombre mundial se encargo rápidamente de apearme del recinto aunque los amantes de dichos sonidos parecían pasárselo bomba con su ingenio a los platos.

Cuarta jornada: Viernes 11 de Junio del 2010