Este año el reto se concebía de bastante arduo e inalcanzable, superar las cifras de asistencia de la pasada edición, plantando cara a ciertas adversidades, la grave crisis económica predominante y el nuevo cambio de fechas provocado inevitablemente por la dificultad a la hora de contratar a bandas de alto nivel.
Aunque a priori se percibiese como una de las ediciones más fascinantes y potentes, al reunir a artistas consagrados de la talla de Chris Isaak, al legendario y mítico músico Bod Dylan y a bandas que reúnen a una gran multitud de adeptos, Kiss, Bad Religion,The Hives, Airbourne, Gov´t Mule, el temor a un pobre respaldo popular era ostensible y viable, más dado que una semana atrás se había celebrado en Arganda del Rey, el triunfante Rock In Rio y ante la proximidad de la llegada a nuestro país de dos legendarias formaciones, los dinosaurios AC/DC y los monstruos del rock mundial, Aerosmith.
Una vez más la fidelidad de los que amamos este género, el rock, en todas sus vertientes, ha sido decisiva en el inesperado y brutal éxito, nuevo récord de asistencia global en toda su historia, 44.433 personas, unas 10.000 más que el año pasado. Una cifra que nos permite soñar y confiar en una continuidad que hace unos años atrás era de lo más incierta.
Además los organizadores ya han informado que se encuentran metidos de lleno en la preparación de la próxima edición, la del aniversario, confeccionando un libro en el que recogerá los mejores momentos y lo más destacado de estos nueve años de festival, y habiendo contratado ya los servicios del cineasta vitoriano Juanma Bajo Ulloa, encargado de preparar un documental sobre su magnífica trayectoria. ¡No os la perdáis será especial, en todos los sentidos! ¡Que no falte nunca la ilusión en sus vidas o lo habremos perdido todo!
Ambiente
Primera jornada: 24 de Junio del 2010
Un sol radiante daba la bienvenida a los primeros tempraneros, los férreos y atrevidos degustadores de todo tipo de propuestas (Funkie, Soul, Rock Garajero, Punk Rock). Aquellos que quieren vivir al máximo todo lo que ofrece este macrofestival, quienes lo ven como una llamada de reencuentro y una convivencia de fraternidad imponente, una coexistencia con los de su misma especie, (personas afines a sus estilos provenientes de toda la península), que es muy difícil a veces hallarla en su vida cotidiana o una óptima manera de escapar del estrés de la rutina diaria. Es tal especial y extraordinario el ambiente que impregna a este tipo de festival, que el que acude por primera vez, se lo pasa tan bien, que repite al año siguiente y así, sucesivamente.
Era insoportable el calor a esas horas, todos los allí presentes iban posicionándose en los lugares sombríos (una de las cosas favorables de este festival), debajo de los árboles o en la parte umbría del escenario principal. Poco eran los heroicos de estar bajo el sol y encima sin ningún tipo de bebida refrescante.
En este contexto podemos comentar una de las novedades que hemos encontrado, era que para tomar y comer algo en el festival debías cambiar tu dinero por otro válido, como en anteriores ediciones, en forma de billetes y monedas, pero en esta ocasión se habían cambiado las monedas, por púas con el logo o nombres de los grupos participantes en el azkena rock de este años y anteriores (Una púa un euro, Una caña, tres púas). ¡Piezas realmente de coleccionismo!
Ambiente
Fieles a sus planteamientos, la organización volvía a dar el privilegio a alguna banda vasca para que abriese las correspondientes jornadas, exceptuando la segunda que corrió a cargo de los catalanes ´77.
Los afortunados de arrancar la primera sesión musicalera en el escenario principal (Todas las actuaciones de ese día se desarrollaron en él) recayó en los jóvenes vitorianos Bronze que con su pasión y desborde lograron que desde el pistoletazo de salida el festival tomara ya el color de una fiesta de rock.
Su energía, talante y claras reminiscencias stoners y grunges obtuvieron una buena acogida. Sin embargo, en mi entender musical, lo que más estaba sobresaliendo era la calidez de las melodías vocales, incitantes y penetrantes que potenciaban una mayor densidad y atmósfera instrumental. Uno esperaba algún tipo de colaboración, tanto de Libe o Kanda (Neubat), músicos que echaron un cable en su primer disco. A pesar de ello, culminaron un gran show, corto pero contundente.
Bronze
Una elegante y amena actuación de las suecas Baskery recibía una similar tibia acogida por parte del público, que poco a poco se iba concentrado frente al escenario. Aunque hemos de señalar que sorprendente, si lo equiparamos con otras ediciones. Tampoco entraba en mis cabales la alta afluencia (9.124 personas) con los cabezas de cartel (Gov´t Mule y Airbourne), unas horas después. ¡Bastante sobrecogedor y esperanzador!
Las tres hermanas, Greta, Sunniva y Stella, insensibles a los vaivenes de las modas, nos sedujeron gratamente con su calidez, solvencia y total destreza artística, con instrumentos que necesitan una mayor y depurada técnica, como es el caso de un banjo distorsionado, mediante un correcto punteo con los dedos.
Con el paso de los minutos comenzamos a percibir que se iban encontrado muchos más risueñas, dulces y salvajes, ante la grata impresión que iban causando sus encantadores ritmos country- punk y la arrolladora belleza de sus voces, hasta tal punto de acabar una de ellas con guitarra acústica en mano (Sunniva) subida encima del bombo, pidiendo la colaboración del respetable, mientras su hermana se marcaba un brutal derroche de fuerza humana y de tenacidad, tocando simultáneamente la armónica y el banjo. Una actuación muy solvente y profesional aunque fuera demasiada breve.
Baskery
La perspicacia es una de las piezas claves para impresionar encima de un escenario y el frontman de The Legendary Shack Shakers posee ese instinto de matador, movimientos alocados y muecas divertidas. Se muestra peligroso, muy directo y franco, sin importarte en absoluto si se le tacha de chabacano o fantasmagórico.
Visto lo visto, hay que darles una nota alta porque dejaron una sensación impresionante, tras el término de su salvaje show, el cual transcurrió en entrega, pundonor y una combinación letal y visceral de sonidos, rockabilly, country o hillbilly, ratificando el por qué ocupan las primeras posiciones entre las mejores bandas underground de USA.
The Legendary Shack Shakers
Si la cosa estaba algo sosa a esas alturas, la cosa cambio una vez que los británicos The Jim Jones Revue, combo liderado por Jim Jones, el que fuera cabeza visible de las leyendas del rock-psicodélico británico “The Hypnotics” se dispusieron a darnos una ración de Rock'n'roll a su manera, desenfrenado e irresistible y con altas dosis psicodélicas, que levantó, por fin, el ánimo del personal
No hay un “mejor momento” en el directo que ofrecieron Todo fueron momentazos, vaya magistral manera de rockanrolear y de transmitir en toda su pureza y su hondura esa pasión por el rock primitivo y absolutamente vigoroso. De buen principió quedó claro que nosotros seríamos las victimas y ellos los verdugos, como si fueran un rodillo amasador fueron descargando con absoluta furia y firmeza algunas muestras de su efusividad, en temas como: “Another Daze”, “Who’s Got Mine?”, “512”, “Princess And The Flog”...
Con el corazón en un puño, así es, como vivió la inmensa mayoría esta tremenda descarga, la cual arrancó con una adaptación diligente del tema “Hey, Hey, Hey” (Little Richard).
The Jim Jones Revue
Tras la tormenta siempre viene la calma, eso es lo que suele suceder habitualmente y con los ingleses Kitty, Daisy & Lewis realmente ocurrió, menuda relajación y bajada de adrenalina, sobretodo provocado por esos parones entre canción y canción, causados casi siempre por el intercambio de los instrumentos.
Los hermanos Durhman se atreven con todo tipo de estilos Rock, Blues, Swing, Country... y la verdad es que no lo hacen nada mal, aunque en directo deberían ser más directos y dejarse de tanto explayamiento porque sinceramente acaban empalagando en exceso. Lo que más me llamó la atención es su estilismo a los años 40, que denota cierta añoranza, gusto y recuerdo de artistas tan memorables como: Louis Armstrong, Ray Charles, Muddy Waters... ¡Les va costar dios y ayuda llegar a un exigente público!
Kitty, Daisy & Lewis
Menos mal que después de la levedad de los ingleses llegaba un grupo con más chica, los norteamericanos The Hold Stead, con una curiosa propuesta una mezcla del rock de Bruce Springsteen y el hardcore punk de la banda de los 80 Husker Dü, del que han mamado formaciones tan importantes, por citar Green Day, Soul Asylum, Pixies....
Tomaron el escenario con todo su despliegue y le metieron intensidad, sin mediar palabra alguna, con posterioridad se mostrarían mucho más comunicativos, sonando con mayor frescura e inundándonos de júbilo, algo que realmente necesitábamos, si queríamos vivir más alocadamente los posteriores conciertos.
Aunque los temas pecaban de cierta linealidad, la descarga, en si, fue francamente buena, excelente ejecución, un ritmo casi perfecto y una intensidad que no decayó en ningún momento, aunque el público no estuvo en la labor de reconocérselo. ¡Incomprendidos!
The Hold Stead
Para mucho dio que hablar la sacudida sonora de Gov´t Mule. Opiniones para todos los gustos, catalogada para muchos como la mejor actuación de esta primera jornada y para otros, de sosa y aburrida, en gran parte porque Warren Haynes se limitó a tocar y punto, sin apenas comunicarse con el público, algo que es necesario si se quiere salir por la puerta grande en un festival. Eso si, a diferencia de sus predecesores brillaron en solvencia, profesionalidad y virtuosismo.
Sorprendió el buen tramado de temas (“Blind Man In The Dark”, “Mule”, “Soulshine” “Bad Little Doogie”...) desarrollado a la perfección y adornado con grandiosas pinceladas de stoner y jazz. Muchas cosas buenas y favorables se pueden decir de éstos músicos, viendo la elegancia y el despliegue de magia que son capaces de sacar encima de un escenario. Sinceramente son una bocanada de aire fresco dentro de la escena del rock, uniendo los mejores tributos de los legendarios Black Sabath y los inigualables Led Zeppelin, por citar claros ejemplos.
Desde mi punto de vista en particular les falto cierta comunión con el público, pero no podemos quitar mérito a los indiscutibles vencedores de este primer día. ¡“Soulshine” puso la guinda al pastel!
Set List:
Railroad Boy
Broke Down On The Brazos
Blind Man In The Dark
Bad Little Doggie
Gameface with Mountain Jam Tease
Banks Of The Deep End
Slackjaw Jezebel
Forevermore
Thorazine Shuffle
Steppin' Lightly
Mule/Whole Lotta Love
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Soulshine
Gov´t Mule
La sintonía de la banda sonora de “The Terminator” precedió a la salida de los australianos Airbourne. Una salida que fue como un torbellino, a tope, sin reservas, entregados, motivados y concentrados al cien por cien. Aunque se notó una cierta bajada de público, su actuación era de las más esperadas, acrecentada si cabe tras haberse producido, por fuerza mayor, dos sendas cancelaciones (Gripe y la nube volcánica) de su supuestamente primera visita este año por tierras vascas, más concretamente en la sala Santana (Bilbao), la cual definitivamente se llevará a cabo el 15 de Diciembre. ¡Cita a no perderse!
La banda pisa el acelerador en un primer bullicio infernal “Raise The Flag”, no sonando del todo nítido, una batería saturadísima que impedía escuchar notoriamente la lucidez a las guitarras y la voz del carismático Joel O'Keeffe, quien iba imprimiendo una terrorífica furia en su descarga, corriendo de un lado al otro del escenario e incluso realizando hazañas de verdadero héroe, subiéndose a pelo, sin ningún tipo de seguridad, por el andamiaje del escenario en “Girls In Black” o incluso abriendo latas de cerveza con la cabeza, números que iban ganándose, a pulso, el clamor del respetable.
Estaba siendo una buena clarificación de intenciones por parte de ellos, lástima que su show quedará bastante deslucido por ese motivo externo (el mediocre sonido) sorprendente dada la muralla de Marshalls que se visionaban sobre el escenario. Pero tal es la fiebre pasional que ha desatado esta formación que estos detalles míseros quedaron en un segundo plano, más cuando la exhibición es inmaculada, un prodigio de técnica y precisión. Cuando muy entrada la madrugada se retiraron, la ferviente súplica del público tuvo como respuesta los bises, una despedida y cierre emocionante
con “Runnin' Wild” y “Stand Up For Rock 'N' Roll”.
La sensación con la que me quede es que habían dado todo lo que tienen dentro y en su máxima expresión. En un futuro llenarán pabellones y serán cabezas de cartel en muchos festivales. ¡Alucinantes!
Setlist:
-Raise The Flag
-Hellfire
-Chewin' The Fat
-Diamond In The Rough,
-Girls In Black,
-Cheap Wine & Cheaper Women
-Blonde, Bad And Beautiful
-Born To Kill
-No Way But The Hard Way
-Too Much, Too Young, Too
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-Runnin' Wild
-Stand Up For Rock 'N' Roll
Airbourne
Otra decepción en toda regla, me llevé con la última banda en actuar este primer día, The Black Lips que hacían su primera visita a Euskadi, con la ilusión de un primerizo (¡Que no lo son!).
Todos los temas sonaron prácticamente iguales, acelerados y bastante sucios, de unos tintes punk rock garajeros. Si su finalidad era que lo pasaríamos en grande, creo que se confundieron en los medios utilizados para ello, como fue el de lanzar rollos de papel higiénico. Eso si, se merecieron un sentido aplauso de todos, por las ganas que les echaron, aunque en realidad fue bien modesto y tímido.