De todos los discos que nos llegan al año a redacción, muy poquitos son los que uno puede considerar como candidato para estar entre los 10 mejores discos del año, uno de ellos posiblemente sea el que tenemos en frente, el "Casi nunca llueve" de Dikers. Escucha tras escucha y tema a tema hasta el final, te deja ese sabor y satisfacción de reproducir de nuevo el disco.
Al Cesar lo que es del Cesar, este trabajo tiene la firma de Iker Piedrafita, una producción excelente, todas las canciones son singles potenciales, un sonido que da mil vueltas a los anteriores trabajos, un una vuelta de tuerca más al estilo musical de la banda, que parece que se afianza en el punk rock melódico con ciertos tintes metalizados, tirando a bandas como Nickelback, Daughtry, Muse o incluso Foo Fighters. Un disco que incluso va más allá metiendo partes de viento como trompetas e incluso un acordeón, instrumentos que al menos en directo irán saltando a través de samplers.
Una portada triste, en tonos grises con una nube que deja caer el nombre del grupo a modo de lluvia sobre un muchacho flotando, muy acorde al título del disco "Casi nunca llueve". Quizás las relaciones de amor sean el quebradero de cabeza de todo ser humano, por eso muchos de los temas de este disco tratan de eso, uno disco donde uno puede verse reflejado en la temática fácilmente, y más si tiene ese cariz optimista que repliegan cada uno de los temas.
De primeras, el arranque del disco con "Absurda Realidad" llena de melodía nuestros oídos y con tan solo un par de palabras en el estribillo, la banda consigue decirlo todo de forma clara y sencilla, un corte muy dinámico y machacante que no va más allá de la simple realidad. "Corazón de Trapo" es el primer single que ya cuente en su correspondiente videoclip, un medio tiempo que se inicia a través de un piano y la voz clara de Iker, luego rompe con fuerza y energía.
En "Dos Pasos" nos volvemos a reencontrar con unos Dikers "empalagosos", musicalmente hablando en tonos más pop y comerciales. "Casi nunca llueve" es una de las baladas del disco y el segundo single, también con videoclip, se trata de una canción cuya letra escrita Kutxi Romero de Marea ha dado en el clavo hablando de la cruda realidad del mundo de las drogas, sincera y emotiva.
"Como un Circulo Ambulante" nos deja tonos funkys, uno de los cortes fiesteros del disco, además cuenta con la colaboración de El Pirata de LosDelGás a la trompeta. "Lo Que Queda Atrás" sigue la fiesta y pasa a un carácter nostálgico, en recuerdo a los compañeros de la banda que ya no están, Rikar e Iñaki, dura pelea que está llena de intensos momentos, otro corte donde la sección de vientos desempeña un papel importante.
"Tan Difícil de Engañar" transmite optimismo y necesaria escuchar si el tiempo no corre a tu favor, con un final marca de la casa gracias a Alfredo Piedrafita. Volvemos a los derroteros melancólicos de la mano de "Nada", guitarras acústicas que nos introducen en el lado más amargo de una ruptura de pareja. Pasamos al lado innovador del disco con "Temporal" incluyendo unas estrofas y ritmos de rap de parte del primo de Iker, Fredi Piedrafita, otra vuelta de tuerca más a este trabajo.
Y vamos llegando al final del disco, un tema guerrero en la línea más clásica de la banda como es "Que Desastre", sin pelos en la legua y a tono de pedir justicia y las cuentas claras. "Una última Vez" con otra historia de amor y "Mil Bocas Sin Nombre" llena de fuerza gracias a una potente batería de inicio y con una letra escrita por nuestro amigo Kb de EnBlanco.
Un disco que florece sentimientos, ruge optimismo y te lleva a darte cuenta de que Casi Nunca Llueve.