Cuando una banda te llama más la atención por los grupos que te recuerda que por ella misma, es síntoma de indefinición e inmadurez. No es el supuesto de los bilbaínos B.C Bombs que han sido conscientes, a tiempo, de que su gran problema radicaba en ser algo predecibles, pese a combinar como nadie los tres acordes más rentables de la historia de la música; decidiéndose con bravura a sonar mucho más genuinos y aguerridos en su tercer disco "Forever Bombs", atribuyéndole una mayor pizca de crudeza y esencia rockera a las guitarras y excarcelando esas emociones puras que se quedan atascadas en el interior, por temor a tomar cuerpo. Una mirada al mundo mas trascendental, abogando por el libertarismo, las noches de alcohol y desenfreno, el punk rock como una valida forma de vida y la diversión sin complejos para auto-destruirse diariamente.Aunque nos encontremos ante un trabajo hecho con una sucesión de píldoras anfetáminicas de crudo punk rock, con ramalazos sleezies, más propias de ser oídas en directo que en el reproductor de casa, sirven de terapia de choque a fin de encontrar sentido en la alegría de vivir cada experiencia, de ser uno mismo y defenderlo aunque nadie mas entienda lo que significa tu mundo.
Once bombas cargadas de veneno, elaboradas con la suma convicción y atrevimiento de consolidarse como una banda con una fuerte personalidad propia, advirtiéndose en algunos de los temas como: "Forever Bombs", "Ciudad De Dios"; "Fuera De Control" o "Jugando Con El Diablo" ganas de buscar nuevos caminos en su sonido, o cuanto menos de dejar de ser impermeables a lo que acontece en el género. Una combinación letal de canciones concisas y frontales, lejos de pasajes improvisados, tan irresistibles que nadie se podrá sentir avergonzado por declararse como tal y una variedad que les hace más bien que mal, subyaciendo también en determinados tramos, en "Rock Animal", "La Cuchilla", "Jugando Con El Diablo" un formato de rock convencional con ganas de querer ir unas vueltas más allá, bien dotado en lo que aportaciones sensitivas se refiere y sin correr el riesgo de hacerte caer en el sosiego. Cierran el disco rindiéndose un peculiar homenaje a ellos mismos "B.O.M.B.S", un tema que parece parido por los propios Ramones, creado a partir tres acordes y una pegadiza melodía.
Musicalmente están más cerca a ser una realidad con cara y ojos, sin grandes artificios pero con una efectividad a prueba de bombas. Una manifiesta prueba que en el País Vasco se cuece algo con alma propia que sin duda sería una pena pasar por alto