Reivindicar la música como parte de un sentimiento compartido donde letras y sonidos redondean un mensaje fraguado a partir de muchas horas de trabajo en el local, como podría ser el de forjar un corazón de acero para defenderse del crudo mundo real, nace del deseo repentino de exteriorizar emociones personales, una forma de sentir la vida o esa rabia que todos sentimos alguna vez. El primer trabajo de los bizkainos Fear Crowd "Nueva Era" desprende un aroma de disco hecho a la antigua usanza, un sentimiento unificado y eterno, una actitud ante la vida, ser fiel a uno mismo sin dejarse influenciar por nadie, un soñador lúcido que vuela sin miedo de caer. Un torbellino de emociones marcado por el tono inimitable de la voz de su vocalista femenina Leire "Prettykiller" en unas melodías, influenciadas por el metal alemán ochentero de pura cepa, que van desde unos estribillos melódicos a un furioso riff o una voz rota en apenas unos segundos.
 
En términos de impacto a la primera escucha, cabe destacar la confianza y fiereza con la que se expresan, exultando la fuerza del espíritu de vida y el verdadero sentimiento del heavy metal. Desconcierta ligeramente el corte inicial del disco, una intro bien nutrida a cargo de arreglos sinfónicos, no obstante, no supone ningún impedimento para que aflore posteriormente su pasión nostálgica por los sonidos heavys ochenteros, arrancando con una diferencia casi abismal en cuanto a ritmo, "Noches de Rock", un volcán en plena erupción, un impulso irresistible para dejarse llevar y vivir el aquí y ahora sin más consideraciones, merced a una fidelidad encomiable al más puro mensaje de rock y sin dejarse embaucar por los power metaleros sonidos de las últimas décadas pasadas. "No Pienso Caer" sigue esos patrones, donde las guitarras marcan el paso firme y las voces se suman en un crescendo emocional "Nada es más fuerte que tu mismo".
 
El disco lo tiene todo para triunfar entre las huestes metálicas más ortodoxas, ritmos de un filo duro y cortante, destacable la instrumental Fuego" o "Deja de Dudar", melodías cargadas de poderosas emociones como "La Maldición", perfectamente acicalada con unos arreglos de coros fantásticos, suficiente destreza como para convencer a lo más sibaritas y buena dosis de personalidad para no morir en el intento. Aunque el resultado global no resulta especialmente sorprendente, contando con la invariabilidad como sinónimo de clasicismo dentro del género, es capaz de enganchar a cualquiera, ya que todos los temas son muy escuchables, con sonido de la vieja escuela, al estilo clásico de Accept. Eso si, si tuviese que quedarme con uno de ellos, optaría por "Miedo", la afinación se hace más grave, apreciándose mejor la labor de cada miembro. Una caída libre al infierno que te deja sin aliento.
 
Quizás la evolución les lleve a rectificar y pulir detalles en favor de una propuesta musical más rica y variada, pero de momento tenemos que conformarnos con esta declaración de intenciones, una más que aceptable orgía de vibraciones metálicas, brillante en lo musical y entretenido en los textos. ¡Esperaremos!

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