Introducirse en el universo de los madrileños Eldorado con sus pasajes de regusto añejo y sus guitarras rebosantes de espiritualidad y psicodelia setentera continua siendo una fuente inagotable de placer auditivo. Para que negarlo la veterana es un grado que no tienen los recién llegados y Eldorado siguen gozando de ese estilo, de ese sonido y de esa forma de tocar tan particular que les ha convertido en unos maestros del refinamiento retro-rock setentero. "En Karma Generator" nos demuestran una vez más que cuando hay ganas de hacer buena música no hay obstáculos que valgan, conservando parte de la melodía desbordante del glorioso "Paranormal Radio", acercándose al oscuro y refinado "Dorado" y rescatando el desenfado de su debut. Un disco que tiene su fuente de inspiración en la propia capacidad para destruir y construir en una moderna Babilonia dominada por bajos instintos, en la responsabilidad sobre nuestro propio destino.
Estamos ante el perfecto ejemplo de que una banda puede seguir fiel a unos principios de independencia y no por ello renegar del legítimo intento de abarcar un público más amplio. Un disco que transmite buenas vibraciones, el mismo entusiasmo que sienten ellos al tocar sus canciones, abordando expresiones musicales puras y místicas surgidas de improvisaciones y desarrollos con vocación psicodélica, cargados de efectos euforizantes, lo que lo convierten en un trabajo más entero y personal de igual resultado final. La piedra angular sigue siendo la voz de Jesús Trujillo versátil y expresiva como pocas, canalizando el sentimiento de unos temas ricos en detalles que requieren más de una escucha si se quieren disfrutar al máximo. Pocas veces he oído un tema tan embriagador como "Hipernova". Hipnosis a cargo de las voces, la perfecta pegada de Christian Giardino, la elegancia de Cesar Sánchez, las guitarras psicodélicas que generan un entorno sonoro envolvente y los beats geniales que introducen. Un etéreo piano Hammond inicial marca el carácter predominante místico de "Gente Diablo", donde juguetean de forma maestra con los sonidos de The Doors.
A las evidentes influencias psicodélicas características de sus trabajos han añadido un abanico de matices sonoros inéditos (El Nyckelharpa de Ana Alcalde, la mandolina de Rafa Sala y la flauta travesera de Beatriz) para otorgar a algunas de ellas un carácter más oscuro e introspectivo, creando en ocasiones gemas ultra melódicas de clara evocación a los combos ingleses de los años 60: "Luciérnagas", "Resurrección Ahora" y "La Flor De La Envidia". El resto del disco tiene mucha más miga, esas composiciones mágicas que siempre se sacan de la chistera como: "Puedes Decir Adiós" y"No Me Encontrarán", guitarras vibrantes, melodías logradísimas y un Jesús que canta mejor que nunca. Bajos, baterías y una mayor presencia de teclados que ayudan a recrear ambientaciones de inspiración setentera , adquieren mayor relieve que las guitarras, haciéndose patente en aquellas de intensidad dramática como "Karma Generator", un viaje sonoro de texturas atmosféricas., la gran canción de un disco que va ganando puntos y más puntos en cada escucha. Con este nivel que publiquen tanto como les venga en gana. Y todo ello con una producción que cuida hasta el más mínimo detalle. ¿Y no es eso lo que se busca ante un disco así?