¡Van por el buen camino!
 
La sencillez interpretativa no riñe con un proceso de construcción complejo. No obstante, es fundamental no quedarse anclado en los esquemas más marcados de un género, salirse de estereotipos con la inquietud de ofrecer nuevos matices musicales a sus seguidores, sin perder del todo las raíces.
 
Eso es algo que los ampurdaneses Desenkant han tenido en mente en la elaboración de su segundo trabajo "La Llei Del Fracàs", explorar nuevos parajes sonoros utilizando la misma dialéctica. Lo que se apuntaba como un increíble potencial, aún por madurar y despojarse de sus influencias básicas en "Ataràxia" ha aflorado en todo su esplendor, exuberancia de ritmos y riqueza armónica, con mucha capacidad de enganche y bajo unos sentimientos siempre sinceros. Un nuevo puñado de canciones, en su lengua materna, tan expresivas que se te meten por el oído, libran a tu alma de la agonía y visten tu existencia de colores vivos y vibrantes.

Con la mirada puesta en el rock urbano (Extremoduro, Platero y tú, Marea) dejan que la música vaya fluyendo con una solvente y pasmosa naturalidad, como si tocasen para unos amigos en el local pero manteniendo las formas, con el latir de la calle y un elenco de sentimientos que calan hondo en el espíritu libre que se esconde en cada uno de nosotros, un ritual de poesía y rock libertario. Los temas se van estampando uno a uno en nuestro cerebro, naciendo con una honesta vocación de aflorar en nuestras gargantas e inculcando mensajes cargados de valores positivos para luchar contra el desencanto y hacer frente a quienes arrebatan la dignidad de una persona o grupo social, en estos tiempos sin espacio para la fe. Un álbum que alberga revividas esperanzas de adaptación al mundo real, a partir de "Entre Flors", con un estribillo que se clava en la mente como un relámpago y ofreciendo diversidad en el trato de las guitarras en temas como "Última Resplendor" o "Degeneració en Generació" donde queda patente que se puede hacer un trabajo pulido en el plano instrumental sin descuidar la profundidad de las melodías.

Los calificativos superlativos están de más, pero lo cierto es que apreciamos que cada tema tiene su propio gancho, aunando un excelente tacto melódico con vibrante brío rítmico, matices ska versátiles, en "Animal Nocturn" o deliciosas bases funk en "Subterrani", contraatacados por la energía y soltura in crescendo de "A Corre-Cuita" y el mensaje contestatario impreso de "La Llei del Fracàs", las malas decisiones institucionales pueden abocar al sufrimiento de sus ciudadanos. Un colorismo disfrutable en muchos de sus distintos momentos y del cual se demanda algo más de coherencia en sus futuras entregas. Un indiscutible paso adelante, una atractiva e irresistible propuesta con un gran futuro a la vista.

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