Con este segundo disco descubrimos a los cántabros Granada Goblin. En esta ocasión nos presentan ocho canciones bastante notables y que se escuchan muy bien. Estos nuevos temas han sido grabados y mezclados por Alex Pis en los Estudios Drive Division de Santander, consiguiendo un resultado más que aceptable.
Otro aspecto a resaltar es la parte visual del disco. Tanto la portada, como la contraportada y el libreto denotan elegancia, distinción, buen gusto y preocupación por las cosas bien hechas. La elección ha sido una combinación de naranja y negro que aporta sensaciones cálidas y da mucha notoriedad.
En cuanto al trabajo en sí, nos encontramos con ocho temas, más bien largos, como no podría ser de otra manera en un grupo de hard rock. Pero ojo, que sean largos no significa que resulten aburridos, más bien todo lo contrario. Estas canciones de "Y el misterio del chile fantasma" (que es como se llama el disco) son muy asequibles y pueden llegar a una gran cantidad del público. Granada Goblin en seguida consiguen llamar la atención y engancharte con sus melodías y sus ritmos endiabladamente pegadizos.
Contundencia y sobriedad se respiran a partes iguales en esta nueva colección de canciones. La verdad es que irremediablemente te provocan ganas de verles en directo. Y cuando finalmente les tienes delante la sensación es muy placentera. Es una banda que merecen la pena y mucho.
El aire canalla inunda un disco ágil y que deja ganas de más, sobre todo al escuchar temas como "Francisco Bizarro", "Megacritter" o "Mendigo wendigo".