La música brinda momentos tan especiales que consigue que a veces todo cobre sentido a través de un disco o de una canción. La música es como la magia, sorprende, mantiene al público expectante, cautiva y engancha a todo aquel que ve un truco por primera vez. Pues algo así es lo que me ha pasado al escuchar el primer disco de Red Branch: "The amazing story of a silkworm in my shoebox".
 
Este trabajo está compuesto por ocho temas que lo único que poseen de complicado es el título que tienen como conjunto y poco más. Desde un primer momento se nota un gusto por cuidar los detalles, con la portada, con el packaging con un cartón especial y diferente, y con el poster desplegable en el que vienen las letras de las canciones.
 
Adentrándonos un poco más en este "The amazing story of a silkworm in my shoebox", descubrimos un sonido brutal, no en vano ha producido y mezclado el disco Alberto Seara en Estudios Cube de Madrid, y la masterización la ha hecho Dave Donelly en DNA Mastering Studios en Los Ángeles.
 
Resulta curioso el hecho de que el grupo parece que se cuida muy bien de desvelar la identidad de los miembros de la banda a través de fotografías identificativas en el libreto del disco o en la página de Facebook, y tan sólo sabemos que empezaron en noviembre del 2013. Tampoco incluyen sus nombres en el álbum, denominándose Número 66 (batería), Número 2 (bajo), Número 9 (efectos) y Número 76 (guitarra y voz). Todo esto no hace más que acrecentar la intriga y las ganas de descubrir qué personas están detrás de este estupendo trabajo. ´

Aunque sí que nos desvelan el nombre de la genial colaboración femenina en "Kill or die". Y ella es nada más y nada menos que Jimena Escudero. La verdad es que esta es una gran canción, muy intensa, muy dura y donde la guitarra marca muchísimo el rimo de los temas, algo que particularmente me encanta.
 
Pero voy a hacer las cosas bien, empezando por describir el estilo de la banda, que por otra parte es algo complicado de etiquetar, así que lo haré lo mejor que pueda. Red Branch nos ofrecen una música original y diferente, donde las programaciones y los diferentes efectos son el marco perfecto para unas melodías que juegan con la electrónica, los ritmos más pesados tirando a metaleros, y hasta con atmósferas más tranquilas y sosegadas. Y a veces, en el mismo tema pasan de la aparente calma a la rotundidad en tan sólo un segundo, creando un contraste apoteósico para los oídos.
 
Red Branch ha creado con "The amazing story of a silkworm in my shoebox" un trabajo que va "in crescendo", que a cada canción que pasa va conquistando más y más, y que irremediablemente enamora por su rotunda calidad.
 
No me queda más que felicitar a Red Branch porque "The amazing story of a silkworm in my shoebox" es simple y llanamente sublime. ¡¡Mi más sincera enhorabuena!!.
 
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