Voltaje Cadáver "Todos los Colores de la Oscuridad"
29/08/2018 Txutxy Cano
Cuando se juntan un montón de buenos músicos, con una dilatada trayectoria y con ganas de contar algo, tanto con su música como con sus letras, solo pueden salir muy buenas canciones. Esto es lo que ocurre con Voltaje Cadáver, magnifica banda torrelaveguense, formada por diferentes artistas, curtidos en mil batallas y que iniciaron ya hace unos años un proyecto, cuyo punto culminante ha sido la edición de su primer disco llamado "Todo los colores de la oscuridad", publicado esta primavera.
Lo suyo es metal cañero y potente, directamente desde la mugre, como ellos mismos afirman, y reflejando la decadencia del mundo, visto desde su entorno particular, que es lo que nos encontramos en este disco, que contiene 9 canciones y que en directo suenan como un autentico cañonazo, como ya hemos tenido oportunidad de comprobar.
La formación de la banda está integrada por Manu (ex Tuomai) a las voces, Oscar (Wet Cactus) y Fidel (ex Guillotina) a las guitarras, Luis (Becerro Negro) al bajo y Panchi (Cortex) a la batería, que es la que ha grabado este disco.
La inquietante portada y las ilustraciones han sido llevadas a cabo por ManupuntoG, siendo la grabación del disco en los Demonic Home Studios, con Pedro Setién a los mandos, reamplificada y mezclada por Alex Pis en los Drive Division Estudios y masterizada por Brad Boatright en los AudioSiege. El CD ha sido coeditado por Odio Sonoro, Producciones Tudancas y Elizabeth Dane Records
Y pasemos ya a desgranar las nueve canciones que incluye este disco, que arranca de manera potente con "Terror ciego", un tema directo y corto, donde podemos disfrutar de la bien engrasada máquina que es esta banda, con un Manu vomitando todo su odio desde el principio y un Panchi que deja entrever ya la gran calidad que tienen, sin olvidar unas guitarras que se lucen hacia la mitad del tema, siendo toda la pieza una impoluta carta de presentación y, por ello, el tema que fue adelanto del disco.
Sin darnos tregua alguna nos encontramos con "Peregrinos", que empieza de manera muy intensa, pero que luego nos ofrece mucho más matices, con unas guitarras que suenan muy bien en esa especie de competición que establecen, mientras su vocalista emerge con mucha fuerza, a la vez que la sección rítmica sigue mostrándose muy firme, especialmente las continuas lecciones que va dando Panchi, mientras el tema sigue con esa combinación de partes más lentas con otras más rápidas, pero siempre sin perder esa contundencia que su música precisa.
Pasamos ahora a "Lobos callejeros", un tema que arranca de manera más guitarrera y mantiene toda la tensión del tema mientras Manu canta, aunque luego contrasta con unas partes más lentas, que dejan que los músicos se luzcan, mientras la voz de Manu hace que la agresividad vuelva al tema, sin perder esa parte melódica que tienen sus temas y unas guitarras que suenan muy metaleras. La verdad es que, como todo el disco, tiene tantos matices y detalles que requiere de muchas escuchas para apreciarle como merece.
Uno de sus temas banderas es "Nos gusta la mugre", un tema que va a piñón fijo desde el principio, con un ritmo constante y machacón, y donde, como en todo el disco, se puede entender perfectamente lo que canta Manu, pese a la intensidad con lo que lo hace; un auténtico temazo, corto y conciso pero que va directo al grano.
Ese ambiente de decadencia está muy presente en "Ciudad industrial", vivo reflejo de la ciudad de la que es originaria la banda, siendo un tema que comienza con el sonido de una guitarra, que da paso al resto de los instrumentos, que se muestran contundentes y pesados, mientras nos siguen dibujando diferentes sonoridades, siendo el ritmo de la canción más machacón aun cuando canta Manu, contrastando totalmente con el tema anterior, por la gran cantidad de matices que contiene, agudizando esa sensación de no poder escapar y con esa sirena final tan típica los lugares como del que habla el tema. De lo mejor del disco.
Más rápido y constante es el comienzo de "Besa la cruz", un tema que muestra la vertiente más directa de la banda, pero sin dejar de mostrar bastantes matices, con las guitarras que dibujan algunas de las partes más logradas del disco, mientras la sección rítmica se muestra como un martillo pilón, dando caña constantemente, mientras Manu sigue cantando con una fuerza descomunal igual que hace en directo.
La contundencia que da inicio a "Anti-idea universal", no nos engaña ya que estamos ante un tema muy potente desde el principio, pero que, de nuevo, va a mantener esa tensión en los diferentes cambios de ritmo que te hacen mover la cabeza al mismo tiempo que lo vas escuchando, mientras el tema se va introduciendo en un sonido más apocalíptico hacia la segunda parte, sonando más potente y ralentizado, en donde se lucen en un primer plano las guitarras, pero sin olvidar lo que puede quedar más oculto, hasta dejarnos con un final constante, como queriendo mostrar la decadencia y el final de todo.
Vamos acercándonos al final sin darnos cuenta con "Buitres en la cadena de montaje", otro tema que empieza de manera potente, pero que enseguida nos muestra esos contrastes con los que la banda nos deleita, haciendo que el tema coja partes muy veloces y donde brilla, sobre manera, la labor de un Panchi sublime, sin olvidar la intensidad vocal de Manu. Sensacional tema.
Y terminamos el disco con "El hombre venido a menos", que empieza de manera más tranquila, dentro del estilo de la banda, antes que vaya cogiendo más y más velocidad, hasta llegar a una parte donde el tema se va relajando, mientras vamos apreciando el magistral trabajo de sus músicos, hasta que Manu nos sorprende con una voz limpia que aparece alguna vez más, en contraste con su voz habitual, siendo un autentico temazo en el que banda parece meter algún toque más a su sonido, sin perder la esencia y presentando esa angustia y decadencia que la banda nos muestra, terminando el trabajo con un fantástico trabajo de guitarras, que se van ralentizando al ritmo de la sección rítmica, dando por concluido el disco.
Sensacional el disco de Voltaje Cadáver, con un sonido muy intenso, muestra de la gran labor de unos músicos, que están geniales de principio a fin, y de un Manu que canta de una manera que parece poner al límite su voz, todo ello con muchos matices por todos los lados, seguramente algunos de los cuales se me hayan escapado y es que es un trabajo que es muy difícil describir con palabras. No quiero olvidarme de unas letras muy trabajadas y que muestran ese aire de decadencia y degradación que la banda quiere mostrar.
Mención aparte lo de Panchi que es de cátedra:¡¡ que bestia parda!! como sabe dotar a cada parte de la canción del toque preciso. Esto no quiere decir que el resto de los músicos se queden a la zaga, ya que las guitarras están sublimes en todo momento, igual que un Luis que forma un tándem perfecto con Panchi lo que es mucho decir, sin olvidar a Manu, un cantante, merecidamente, muy reconocido en la escena cántabra y si alguien tiene dudas que le vaya a ver en directo.
Decir que este disco de Voltaje Cadáver es de lo mejor del año en Cantabria es decir mucho, teniendo en cuenta el gran nivel de nuestros artistas, pero es que realmente los es y, como ya he podido contrastar en directo, lo defienden de sobra en vivo.
Voltaje Cadáver pueden dar muchas alegrías a la escena cañera local y estatal y como carta de presentación, y que carta, aquí está "Todo los colores de la oscuridad", un disco que os volará la cabeza.
29/08/2018 
Txutxy Cano 
