La banda madrileña presenta su cuarto disco de estudio, "Rebelión", que junto a "El futuro ya no es lo que era", "Ego" y "El que ríe el último", más un disco en directo grabado en la sala Caracol de Madrid, forman una envidiable discografía. El último en llegar ha salido al mercado de la mano del sello Lengua Armada, y con el apoyo de muchos mecenas, que a pesar de que no se realizó campaña de Crowdfunding (el disco ya se había grabado) siempre viene muy bien una ayuda para cubrir gastos.
 
Dicho esto, me gustaría remarcar la importancia para los grupos de la escena underground de que la gente vaya a sus conciertos, se compre sus discos o camisetas, o simplemente comparta su contenido para llegar a más gente a la que puedan agradar. Disfrutad de los grupos que os gusten y apoyadlos para poder mantenerlos vivos durante mucho tiempo. Y ahora sí, vamos a darle una vuelta a los nueve cortes que incluye "Rebelión".
 
Abriendo el disco, la canción homónima a este. Rock potente acompañando una letra muy reivindicativa. Pre-estribillos ascendentes que te introducen de lleno en un estribillo muy melódico y que me ha querido recordar a los asturianos Warcry, especialmente la voz.

"Tierra quemada" es un grito de socorro a la tierra, que desgraciadamente sigue sufriendo los daños de sus peores habitantes: los humanos. Tremendo final, primero con un discurso muy claro y después con un broche de oro instrumental. Inicio suave el de "Derríbalos", muy bien combinado con partes más potentes, y al igual que en el tema predecesor, un final muy energético con la guitarra como gran protagonista.
 
"A través de los párpados" es una canción que mezcla un poco el Rock de toda la vida, con el Rock más moderno, con multitud de efectos sobre la pista de audio. Pero de nuevo, y creo que voy a dejar de repetirlo para no hacerme pesado, que final más soberbio. "Nada es en vano" es una muestra de fuerza. Mucho más calmada que las anteriores, dando un toque de variedad y frescura al disco. "Piel de León" recupera el tono con un riff más distorsionado, jugueteando con el muteo mientras la voz participa, y remarcando los compases sin muteo cuando se silencia la pista vocal.
 
Y con un estilo más próximo al rock alternativo aparece "Vienen a por ti". La zona de confort de los madrileños es amplia, y este tema también lo ejecutan a las mil maravillas. Llega para reafirmar lo dicho "Abre las alas", la balada del disco. Seguramente una de las canciones que tiene que estar si o si en los conciertos acústicos del grupo, que también los dan. Para cerrar, "Imperios de polvo". Seguramente no sea coincidencia la tarea encomendada a esta canción, que, con un tempo lento, y una letra que invita a reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro presente, baja el telón de un buen disco, permitiéndonos disfrutar con calma de los últimos minutos de "Rebelión". Eso sí, aunque no tan destacado como otros finales, este también es marca de la casa.
 
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