Es curioso cómo hay bandas, con la calidad de la que nos ocupa, que pueden pasar casi desapercibidas para la mayorÃa de la gente, debido, entre otros factores, a que su música no es precisamente comercial, ni pertenece a esos sonidos que, cada cierto tiempo, se ponen de moda.
Aunque el nombre de Romanthica me resultaba familiar, no fue hasta que los vi teloneando a H.I.M, que pude percibir la grandeza del grupo, gustándome en directo bastante más que la banda principal y recibiendo muchos aplausos de un público que ni los conocÃa ni sabÃan de su presencia en el cartel, lo que nos da cuenta de lo que allà vivimos.
Este trabajo, que consta de 11 temas, en donde se conjuga el rock y metal gótico, con ciertos toque pop-rock y partes tecno, se abre con "Esta oscuridad", que arranca con esos teclados a modo de introducción, antes de mostrarnos una pieza contundente y machacona, que ha sido el primer single del disco, y en donde conjugan esa fuerza que su música trasmite, con un estribillo bastante pegadizo, una sección rÃtmica potente y unas guitarras que tienen su papel destacado, mientras caemos rendidos ante la voz cautivadora de su vocalista.
Con un comienzo más rápido y la guitarra como gran protagonista, se inicia "Solo si estás", una canción que juega con contrastes en su velocidad, combinando partes más rápidas y otras más lentas en la parte del estribillo, mientras la música arropa la voz principal y que parece expandirse en el universo, acompañado por unos coros muy trabajados y que dan personalidad al tema. Una pieza muy dulce en ocasiones y contundente en otros, y que concluye de manera muy relajada.
Los teclados nos dan la entrada a "Cuchillos de neón", con David cobrando protagonismo desde el inicio, mientras la canción nos evoca a ese sonido tecno de los 80, para, a la hora de encarar el estribillo, muy pegadizo y coreable por cierto, coger más fuerza, acercándolo al metal gótico; sin duda, no te podrás quitar de la cabeza su estribillo, ni tampoco ese magnÃfico sonido de guitarras que encontraremos en la segunda parte del tema.
Otra de las canciones que ha sido adelanto del disco es "Estrella fugaz", con unos teclados iniciales que nos llevan por un sonido potente, aunque con ese contraste entre las partes melódicas y la fuerza de su música en la parte de un estribillo duro pero contagioso; es muy brillante la facilidad que tiene la banda para introducir esas combinaciones en sus canciones, que dan un toque muy agradable a las mismas, además de demostrar que la banda se ha currado mucho sus composiciones.
En la mitad del disco nos encontramos con "Dos corazones", un tema que de nuevo nos lleva a su parte más tecno, pero con ese sonido de guitarras que va cogiendo velocidad, adentrándonos en una canción con una preciosa letra, que se encuentra muy bien arropada por esa música que enfatiza más el dramatismo de la misma, con un sensacional solo de guitarra como guinda al pastel en la parte central y un David que se luce tanto en lo vocal como en la letra.
Los teclados nos introducen en "Lo que tú me das", dando paso a unos coros muy agradable, mientras David toma el protagonismo, bien arropado por la sección rÃtmica, especialmente por esa baterÃa tan machacona, igual que en todo el disco, dejándonos una pieza muy entrañable, que podrÃa ser lo que entendemos como un medio tiempo, con un ritmo pesado y fuerte, para que, hacia la mitad del tema, las guitarras nos dibujen sonidos realmente bellos, que dan un toque muy especial a la pieza, más relajadas al principio para endurecerse hacia al final. Temazo.
Un tema que ya conocÃamos, porque estaba presente en su disco en directo, es "Para ti", que se inicia de manera pausada, con un bello sonido de guitara y la baterÃa sonando con fuerza de fondo, una pieza que evoca cierta nostalgia hacia la persona perdida, y donde los coros, que arropan a la voz principal, acompañan ese dolor, cogiendo fuerza el tema en la parte del estribillo, pero contando la misma con varios cambios de ritmo, que hacen que las guitarras puedan lucirse con sus diferentes y enriquecedores sonidos, mientras la sección rÃtmica sigue mostrándose brutal, por no reiterar los halagos a la voz tan personal de David, acabando el tema de manera relajada.
Los teclados y la baterÃa nos dan la entrada a "EfÃmero", un tema que en su inicio parece ser bastante positivo, para luego convertirse en un tema acorde a la temática de la banda, donde el paso de la felicidad al dolor se muestran con la música de la banda y con la forma que tiene de enfrentarse a la misma su vocalista, siendo un tema potente y fuerte, cercano al metal gótico, con una impresionante sección rÃtmica y una no menos destacable aportación de unos guitarras que se muestran sublimes durante todo el disco.
Nos acercamos al final del disco con "Si me escuchas", un tema que se inicia de manera tranquila, con unos teclados acompañando a la voz de David, para luego empezar a coger velocidad, a la vez que aparecen el resto de los instrumentos, jugando con ese contraste entre la fuerza del estribillo y la delicadeza del resto de la canción, aportando unas transiciones muy bien trabajadas, y con unas guitarras finales que aparecen de manera más afilada que en el resto del disco; de esos temas que te pueden hacer mover la cabeza con ganas.
Y el disco se cierra con esa maravilla que es "Músicas para el fin del mundo", tema que da nombre al disco y que es una extensa pieza que se inicia con el sonido de una guitarra que da pie al resto de los instrumentos, que van presentándose de manera paulatina, hasta que, todos ellos enlazados, dan paso a la voz de David, que parece susurrarnos al oÃdo, mientras la música va avanzando con esa dulzura que trasmite, para luego coger algo más de fuerza, con una baterÃa que suena muy contundente y unas guitarras que se lucen, como durante todo el disco, sin muchas estridencias, para arropar una bella letra, de esas que te llegan a lo más hondo, jugando con esos diferentes registros, tanto en lo musical como en lo vocal, con momentos en que la canción parece acabar para luego regresar, mientras ese estribillo se va repitiendo en la parte final, a la vez que la canción parecer perderse en el infinito. Maravilloso tema.
Y asÃ, tras algo menos de una hora, acaba este segundo disco de estudio de unos Romanthica que han creado una excepcional obra, superando a su ya de por sà gran disco debut, pero es que estos años la banda parece haberlos aprovechado bien y se han puesto a sà mismo el listón muy alto.
Aunque, lógicamente, el protagonismo principal recae en su vocalista, por el tipo de música que nos ofrecen, no hay que dejar, ni muchÃsimo menos, en segundo plano unas fantásticas guitarras, que, sin hacer mucho ruido, están donde tienen que estar y ofrecen muchos detalles a lo largo del disco y es que no hace falta correr mucho o sonar fuerte para demostrar que eres un gran guitarrista y aquà los hay a pares; por supuesto, tampoco me quiero olvidar de esa sensacional sección rÃtmica que tiene un aporte vital en todas la canciones y una presencia quizás menos visible pero igual de necesaria.
En resumen, un discazo, para mà de los mejores del 2018, este "Músicas para el fin del mundo", sabiendo conjugar esas letras llenas de sentimientos con una música que combina partes dulces y otras más cañeras, pero siempre siguiendo un estilo que Romanthica ya han tomado como propio.