Es curioso como hay bandas con una larga trayectoria pero que aparecen y desaparecen con cierta regularidad, aunque cuando regresan siempre es con nuevas canciones y con unos conciertos espectaculares, al menos en el caso de Kaskarriak, banda cántabra de punk rock, formada en el año 2000 y que nos trae su tercer disco "Padece mentira", publicado a finales del 2018.
Los orígenes de la banda se remontan a la escisión de Kondenados al Frakaso, grupo en el que militaban Ales al bajo y Nacho a la guitarra, y que inician este nuevo proyecto con, entre otros miembros, Gros y Villas a las voces, dando un toque distintivo a su estilo. En el 2002 graban su primer disco "La excusa del progreso", con muy buena acogida, para, tras algún cambio en la formación y algún que otro parón, sacar en 2009 "Que nuestros hijos nos perdonen", un autentico discazo. Sin embargo, la banda se ve de nuevo abocada a otro receso, hasta dar primero con Iñigo a la batería hacia el 2012 y, tras un cambio en la guitarra, con Mujika en 2015, completando los 6 integrantes que han grabado este disco.
El disco, con una impactante portada y un trabajado libreto interior, ha sido grabado y masterizado entre febrero y marzo del 2018 en los estudios Drive Division de Santander por Ales Pis, y está formado por 13 temas propios y, como bonus track, los 4 temas que integraban su Ep "Tributos" del 2017.
Y este trabajo se inicia con "Entre muros y rejas", un tema que comienza muy directo, con unas guitarras rápidas, muy bien arropadas por una contundente sección rítmica, que dan paso a esas voces que se van intercalando y mezclando en el estribillo, siendo un tema contundente y que habla sobre la falta de libertades y la represión contra todo el que piense diferente a los grandes poderes fácticos.
La siguiente canción es la que da nombre al disco, es decir "Padece mentira", y que además fue el video adelanto del mismo, un tema con unas juguetonas guitarras, que dan paso a una pieza algo más accesible que la precedente, pero siguiendo el estilo de la banda, con un estribillo muy pegadizo, donde nos hablan de todas las mentiras que nos cuentan a diario para que nada cambie y todo siga como a los poderosos les interesa, con una parte final donde el ska da un toque distintivo al tema.
Pasamos ahora a "Cualquier tiempo pasado", un tema muy rápido y directo desde el inicio, que contrasta con la anterior pieza, donde las voces tienen un color diferente, quizás evocando ese aire melancólico de la letra, donde, como se deduce de su título, se evoca épocas pretéritas con cierta nostalgia. Buen trabajo de la sección rítmica durante todo el tema.
Vamos ahora con "La voz dormida", un tema que también empieza muy rápido, con un buen sonido de guitarra y las voces escupiendo esa rabia que impregna su letra, donde critican el conformismo de la gente, mientras el que no entra en su juego es aportado y reprimido.
Otra breve y directa pieza es "El miedo", que se inicia con el sonido de unas campanas y de un canto gregoriano, antes de lanzarse a este intenso tema con, lógicamente, el clero como objetivo, criticando no tanto la creencia como las acciones que durante la historia han llevado a cabo; muy contundente y rápida, con las voces muy bien acopladas.
Más lento pero igual de potente es el comienzo de "Solo se puede gritar", una pieza donde coquetean con el rap gracias a las colaboraciones de Javi y Fabián de Cucarachas Extranjeras, otro de los temas que han sido grabado en video, siendo un corte que tiene una parte más cañera y una segunda donde el rap cobra más protagonismo, para luego unirse ambos sonidos, con una letra en que nos animan a sublevarnos contra aquello que no nos parece bien y dejar atrás lo que nos puede separar, buscando así un objetivo común. Muy buena letra y de lo más destacado del disco.
Con la locución de Jack Nicholson en la película "Algunos hombres buenos", se inicia "Silban las balas", una pieza muy rápida, y donde se critica todo el negocio que gira en torno a la guerra, con unas guitarras muy bien trabajadas, mientras se van introduciendo breves fragmentos de películas bélicas, siendo una canción con un estribillo muy pegadizo y una batería realmente potente. Poniendo los puntos sobre las íes.
Continuamos ahora con otro tema que empieza muy rápido, llamado "Dinero", con las voces perfectamente ensambladas, y un giro de ritmo de la canción hacia la mitad que le da un toque distintivo, en esta crítica al poder del material al que hace referencia el título del corte. Tema pegadizo y efectivo.
Aunque ya es una vieja conocida de los directos de la banda, "La crisis de los ricos" aun no había sido editada, un tema que se inicia tranquilo para luego encontrarnos con una canción que tiene una importante aire ska en ciertas partes de la misma, donde acusan a los ricos de generar crisis para así poder enriquecerse aun más a base de empobrecer a los más débiles; un gran corte, que ya es fijo en su repertorio desde hace unos cuantos años y donde el bajo tiene mucha presencia, acabando con una palabras de ese sinvergüenza llamado Rodrigo Rato.
El siguiente tema no necesita muchas presentaciones, merced a su claro título, "Cuanto cabrón", un tema muy rápido y directo, con todos los instrumentos sonando a toda velocidad pero de manera brillante, llamando la atención a los que están siendo explotados y no hacen nada por cambiar su situación. Un autentico himno para revelarse.
Tampoco necesita muchas explicaciones la temática de "Antifa", un tema que empieza de manera más relajada, para luego llevar un ritmo más rápido con partes que parecen de esas canciones que se cantan en los campos de futbol, siendo un corte que juega muy bien con los parones, y con un estribillo de esos propicios para cantar puño en alto en sus conciertos. Desde ya es un clásico.
Vamos encarando las últimas composiciones propias con "El juego de tu vida", un tema rápido y contundente, con un gran trabajo de la batería, sin olvidar la aportación del resto de los instrumentos, en donde nos hablan de aquellos que se marcan sus propias reglas al margen de las que nos quieren imponer, pieza que cuenta con muchos y muy interesantes cambios de registros.
Y para acabar los temas propios, han recuperado un tema de su primer disco, un gran clásico de la banda como es "Tu ruina", que se inicia con un buen trabajo de su batería, para luego encontrarnos con la importante presencia de la guitarra, dando paso a las voces, con un aire ska previo a su pegadizo estribillo, un corte que habla de la situaciones que pueden llevar a la gente a tomar decisiones desesperadas.
Vamos ahora con la primera de las versiones que es la rápida "Legalización" de los Pandemonium Light, viejos compañeros de fatigas, temas que adaptaron para el 25 aniversario de los Pande y que cuenta con la colaboración de Obre, su vocalista, pieza que combina la esencia de las dos bandas. Les ha quedado muy bien.
Os hablaba al principio de esta reseña de la banda que dio origen a Kaskarriak, Kondenados al Frakaso, de los que hacen una adaptación de "Estallara", con las voces de Putrius y Nandis de la citada banda, un tema que se inicia de manera lenta y tranquila, para luego coger velocidad, pieza corta e intensa, pero muy bien ejecutada.
Un grupo legendario en el punk estatal son los canarios Guerrilla Urbana, a los que hace 4 años hicieron un disco homenaje llamado "Vagos y maleantes contra dios y contra el amo", y en donde Kaskarriak interpretaban el tema "La droga", que aquí han recuperado, pieza muy rápida e incendiaria, interpretada a toda velocidad y que realmente les ha quedado genial, mostrando todo la crudeza de la temática tratada. Me ha gustado mucho.
Y el disco acaba con el homenaje que ya hace unos cuantos años se hizo a la banda mítica del hardcore cántabro, K.D.K., disco que se llamaba "Kantabria resiste" y en donde ellos participaron con ese "Revuelta", habiéndola llevado a su terreno, hasta darle un toque muy personal, sin dejar atrás la esencia propia del corte. Temazo.
Y así concluye este nuevo disco de Kaskarriak que han sabido renovar su sonido y buscar un poco más allá, pero sin necesidad de renunciar a su reconocido sonido, con unas letras que no dejan títere con cabeza, algo que es muy necesario en estos tiempos tan oscuros que vivimos y los que, me temo, llegarán.
Canciones directas en su mayoría, pero muy elaboradas, con un gran trabajo a las voces, como es habitual en la banda, las guitarras sonando muy compactadas y brillando cuando tienen que hacerlo, y una sección rítmica muy eficaz, en donde me ha llamado la atención la calidad que demuestra su batería, aportando muchos detalles a la música de la banda.
Aquí no hay trampa ni cartón; esto es un disco de punk hardcore con letras reivindicativas, muy bien ejecutado y no quedándose anclados en sonido pretéritos, y es que esta banda siempre ha buscado renovarse dentro de su estilo.
Kaskarriak han vuelto discográficamente con este "Padece mentira", un gran trabajo que los llevará a actuar en directo con más asiduidad, lo que es siempre una gran noticia, ya que son una banda muy necesaria en el sonido contestatario de Cantabria.