El mas que conocido Armando de Castro, nos trae este su segundo disco en solitario con diferencias notables de cambios en cuanto al primer trabajo, el más evidente es la formación. El cambio de vocalista (además de los demás) es el más evidente, la llegada de Manuel Escudero ha cambiado el registro de la banda en un 100%.
La sonoridad y agudeza vocal de Vanesa Gallego la han cambiado por la potencia y fuerza del conocido Manuel de bandas como Santelmo. Doce temas del más puro estilo setentero u ochentero de los Barones de esa época donde Armando al igual que toda la banda tocó el cielo del rock siendo un grupo reconocido mundialmente.
No puedo decir que Armando Rock nos traiga nada nuevo porque sería mentir, son ritmos y música que te van a resultan inconfundibles a su estilo, pero también es verdad que si algo funciona y funciona bien... ¿para qué cambiarlo?
El disco está lleno de posibles himnos de esos que en otra época todos corearíamos a voz en grito, el problema es que no estamos en esa época y no sé como encajará este disco en la gente rockera de hoy en día.
El disco en definitiva de calidad es indudable porque Armando siempre se rodea de gente con muchas tablas y de mucha calidad, con temas que si los escuchas un par de veces no puedes negar que los tarareas aunque no sea tu intención; y que tanto la trayectoria de todos los componentes como la ilusión en este trabajo de todos ellos, nos dan un resultado (como no podía ser de otra manera) de puro y genuino rock/ heavy ochentero de muchos quilates.