El final del pasado año 2018 estuvo repleto de grandes discos, lo que hizo que algunos de ellos se me escaparan en su momento, pero en las primeras semanas de este 2019 he ido recuperando algunos de ellos, y descubriendo que me había perdido grandes obras como esta maravilla que es "Origins", el nuevo trabajo del los madrileños Dark Moor.
Para quienes no los conozcan, estamos hablando de una banda fundada en el año 1993, por lo que el pasado año hicieron 25 años en activo, aunque no fue hasta 6 años después de su creación cuando debutaron con su primera referencia, hasta llegar a este disco del que vamos a hablar que hace el número 11 de su carrera, lo que da a entender lo prolífico de la activada de la banda.
Su trayectoria comenzó de manera fulgurante, situándoles en las primera filas no solo de bandas estatales sino de a nivel internacional, hasta que la traumática marcha de parte de la formación hizo que la banda tuviera que refundarse, lo que provocó que la proyección de la misma se parase momentáneamente, aunque han seguido labrando grandes trabajos y cosechando el fruto de los mismos.
La actual formación del grupo está compuesta por su fundador y guitarrista Enrik García, Alfred Romero, cantante de la banda desde el 2003, Daniel Fernández, bajista en dos etapas, la última desde hace 4 años y Roberto Cappa batería desde hace 12 años, por lo que podemos observar que la banda repite la misma formación de su anterior obra.
Este "Origins" se nos presenta con una magnifica portada, que nos anticipa de alguna manera lo que nos vamos a encontrar en el interior, realizada por Medusa DollMaker, mientras que el diseño del bello libreto interior y la fotografía de la banda situada en la parte central del mismo han sido obra de Diana Álvarez.
El disco, ha sido grabado en los últimos meses del 2017 por Luigi Stefanini quien, además de la grabación, llevó a cabo la mezcla y la masterización en los New Sin Studios italianos, haciéndose también cargo de la producción junto a un Enrik García, encargado de los arreglos orquestales.
Para completar la ficha técnica del disco, no debemos olvidar que el disco cuenta con las colaboraciones de Mara Boston a los coros, el propio Luigi Stefanini al órgano Hammond, Pablo Sancha de Delyriüm al piano, Patricia Alcocer al violín, Xosé Liz Bouzouki a la flauta de madera, Marcos Campos a la gaita y Alfonso G. Blanco a las guitarras acústicas, para un disco en el que toda la música está escrita por la banda, excepto la de "Raggle Taggle Gypsy", una canción tradicional británica pero arreglada por la propia banda, mientras las letras son obra de Francisco J. García, el letrista habitual del grupo.
Y este disco, autoeditado y distribuido por Maldito Records, se inicia con "Birth of the Sun", que ha sido también su video adelanto, y ese sonido de batería, interrumpidos por una gaita y la guitarra, que van dando pie al resto de los instrumentos, mientras la primera va desapareciendo y dejando escuchar la magnífica voz de Alfred, perfectamente arropado en el estribillo por unos coros que es lo que quizás pueda quedar de su pasado mas power metalero, ya que el tema mezcla Hard Rock con ese aire celta que impregna la pieza, una de esas canciones que te animan a cantar y a irte de fiesta, ya que trasmite muy buen rollo. Sensacional ejemplo de lo que la banda nos va a mostrar de aquí en adelante.
Muy rápido es el comienzo de "The spectres dance", un tema muy directo y con mucha fuerza, con unas voces más metaleras por decirlo de alguna manera y donde se compaginan perfectamente la parte más metálica del grupo con ese aire más folk que la banda le quiere dar, aunque Enrik no deja la ocasión para demostrar que es un magnifico guitarra, perfectamente arropado por una sección rítmica realmente sensacional. Un buen resumen del actual abanico sonoro de la banda.
Vamos ahora con "Crossing through your heart", una pieza que ya desde el comienzo suena más hard rockera, con esa guitarra, arropada por los teclados, que da paso a la voz de Alfred, que suena realmente brillante, con un importante respaldo de los coros en las parte de un estribillo muy pegadizo y muy coreable, quedando la sección rítmica aquí en un segundo plano frente al gran papel de la guitarra y de la voz, evocándonos a las bandas escandinavas de los 80. Esta canción seguro que funciona a las mil maravillas en directo.
Vamos ahora con la versión del tema popular británico "Raggle Taggle Gypsy", una de esas canciones que te incitan a la diversión y a tomarte unos tragos mientras la estás cantando, siendo una pieza que, respetando la esencia de la misma, la han llevado a su terreno, sobre todo por la contundencia con la que Alfred la canta, sin olvidar esos magníficos coros que aparecen en determinados momentos. Te contagiará y te hará mover los pies casi sin querer.
Y vamos con la que, para mí, es la joya del disco y es que no me la he podido quitar de la cabeza desde que la oí por vez primera; estoy hablando de "In the middle of the night", un corte que arranca con unas guitarras muy potentes, para dar paso a la voz, mientras la canción se va tranquilizando, apareciendo unos coros que llenan de matices la pieza, con un sensacional y pegadizo estribillo que nos dejaras de cantar y que recuerda a los mejores temas de A.O.R de los 80, es más, estoy seguro que si hubiera sido compuesto en aquella época hubiera sido todo un hit. Quizás la mejor canción de A.O.R. que se haya hecho nunca en nuestro estado.
Se suele decir que tras la tempestad llega la calma y "And for ever" relaja un poco la intensidad del disco, ya que estamos ante una pieza donde recuperan la parte más folk de la banda, dibujándonos unos paisajes idílicos, hasta que, en un momento, el redoble de batería hace entrar la voz principal que se va amoldando a las intensidades de la canción, que sigue un ritmo cercano a la balada, pero manteniendo la intensidad en todo el tema, con una parte final donde los coros son realmente maravillosos, acompañando a un Alfred que está realmente esplendido, igual que Enrik que nos deja un maravilloso solo en la parte final del corte.
Muy rápido y potente es el comienzo de "Druidic creed", siguiendo esa estela folk por la que discurre buena parte del disco, siendo un corte que cuenta con un sonido rítmico muy machacón y donde combinan a la perfección esa parte más hard rockera, con una buena presencia de los teclados, y otras partes con un aire más folk, y donde, consiguiendo de nuevo crear una pieza casi bailable, ya que parecen empeñados en que sus canciones se queden grabados a fuego en nuestro cerebro.
Seguimos avanzando en el disco y el sonido de la gaita nos adentra en "Iseult", un corte que luego se vuelve más hard rockero, de nuevo recordando los mejores momentos del estilo, pero sin que desparezcan esa parte más folky que hace acto de presencia en la justa medida que el tema lo necesita, mientas Enrik nos deja con otro magistral solo de guitarra, a la vez que Alfred nos deleita con sus enormes cualidades. Muy buen tema.
Vamos ahora con "Mazy", un tema muy rápido y que tiene una contundente sección rítmica, mientras nos contagian con un estribillo pegadizo y potente, muy al estilo de de los primeros ochenta, con esa guitarra constante durante todo el tema, que estalla en la parte final, con un Alfred que, una vez más, demuestra lo sensacional vocalista que es.
Un sonido más oscuro, si se quiere, pero sobre todo mas intenso y cañero es con el que se inicia "Holy Geometry", pero que nadie se asuste porque el tema encaja perfectamente en el conjunto del disco, con unas guitarras realmente cañeras, y un vocalista que se permite algún adorno, siendo quizás el corte más metalero de todo el disco.
Y finaliza el disco con "Green Lullaby", la canción más breve del mismo y que es una pieza acústica, que sirve para que Alfred vuelva a demostrar sus grandes habilidades vocales, perfectamente arropado por unas guitarras acústicas que embellecen el tema, con un cierto aire folk en toda su composición y que da por finiquitad este extraordinario trabajo.
Y así, en poco más de 40 minutos, despachan Dark Moor el que ha sido uno de los mejores discos del pasado año y, seguramente, el mejor trabajo que ha publicado la banda hasta el momento, habiendo hecho una apuesta valiente y arriesgada, en búsqueda de un sonido diferente a lo que estaba haciendo el grupo hasta la fecha, y lo cierto es que el resultado es de matrícula.
Sensacional esta combinación de Hard Rock y A.O.R, con folk, que, partiendo de sonidos más o menos conocidos, han sabido casar, dando como resultado una gran colección de temazos, los cuales, si hubieran sido editados a mediados de los 80 hubieran sido hits buena parte de ellos.
Felicitar de todo corazón a Dark Moor que, lejos de repetir esquemas ya realizados por la banda, han buscado más allá de su sonido previo, demostrando las grandes cualidades de todos y cada uno de sus integrantes, que están fantásticos, pero siempre al servicio de la canción, que es lo que prima en este disco: una colección de auténticos temazos.