La verdad es que la ventaja de que haya tanta y tan variada oferta musical, como ya he dicho en otras ocasiones, es que tenemos mucho donde elegir, pero también corremos el riesgo de perdernos muchas bandas y de calidad entre este aluvión de grupos.
Hasta hace poco tiempo no conocía a Cabramacabra, la banda de la que os voy a hablar, y eso que ya llevan en activo 9 años, aunque sólo hace 3 años que editasen su primer trabajo, siendo éste un Ep llamado como la banda, que, dada la buena acogida que tuvo, les animó a publicar este primer disco de larga duración llamado "Tiempo".
La banda, que proviene de Guadalajara, está integrada por sus fundadores Carlos Soriano a las voces e Ivan Álvaro a la guitarra rítmica, a los que fueron uniendo diferente músicos, entrando en 2014 Arturo Fuentes como guitarra solista y Antonio Sampedro "Chiki" a la batería, completándose la actual formación dos años después con Alejando Alonso al bajo.
Este "Tiempo" cuenta con una inquietante portada obra de Alejandro Alonso, que también se hizo cargo del libreto que lo acompaña, con fotografía interior de Jesus Alonso y exterior de Cristian López Fotografía, mientras que el diseño de la cabra ha sido realizado por Pablo Yagüe López.
La grabación, edición y masterización del disco tuvo lugar en los Cronosound Estudio de San Sebastian de los Reyes, producido por Sergio Salcedo García y los propios Cabramacabra, siendo el mismo editado por Rock CD Records.
El disco cuenta con 9 canciones, y se inicia con "5:50 Am", una breve intro que arranca con el sonido de un reloj, acompañado primero por unas líneas de bajo y luego por la bateria, desembocando en "Tiempo", la pieza que da nombre al disco, con una guitarra que entra sugerente, hasta que aparece un autentico terremoto musical, con un sonido que podría recordar al metal de los primeros 90, con mucha fuerza y potencia y una bateria que te machaca la cabeza, mientras Carlos canta con mucha agresividad y los guitarras realizan unas buenas cabalgadas, a la vez que la canción marca más el paso del tiempo con ese tic tac que nos gritan, encarando la recta final del corte con una brutal sección rítmica. Muy buen tema para iniciar el trabajo.
Siempre me han parecido muy interesante esos homenajes que se hacen a este sonido que tanto nos gusta y Cabramacabra lo hacen con su tema "Heavy metal", que es un auténtico himno en donde nombran algunas de esas bandas míticas del estilo, siendo una pieza muy machacona donde juegan con ese sonido que está a medio camino entre el heavy y el thrash, con una sección rítmica realmente contundente y un estribillo realmente pegadizo; un corte directo y a la yugular que debe funcionar muy bien en directo.
Vamos ahora con "Son of bitch", un tema que comienza con un solo de guitarra, para convertirse en un corte muy potente, donde combinan partes más pesadas con otras más rápidas y que cuenta con la colaboración de J.R, ex miembro de A Palo Seko, quedando muy bien la combinación de las dos voces, en una pieza que tiene un aire oscuro pero que se queda marcado por ese ritmo contundente que te hace mover la cabeza sin parar.
Y seguimos con otro corte directo como es "El calor del infierno" y ese comienzo muy ochentero, con Carlos utilizando voces limpias en buena parte de una pieza que cuenta con un sonido netamente heavy, pero con partes muy pesadas sobre todo gracias a la sección rítmica, con unas guitarras que suenan realmente afiladas, sin olvidar la gran labor de su vocalista que marca siempre ese dramatismo que le quiere dar a cada corte.
Empezamos la segunda parte del disco con "Traidores", que comienza con el sonido de la bateria para dar paso directamente a la voz de Carlos que da a la canción la fuerza que ésta necesita, con un sonido lento y potente en su inicio, mostrando una amplia variedad de registros, mientras la pieza sigue con ese constante sonido, herencia de los sonidos comentados al inicio de la reseña, y con un estribillo que sólo aparece en la segunda mitad de la misma, para toparnos con un gran solo de guitarra y una parte donde el corte coge una velocidad hasta ahora no mostrada por la banda. Un tema muy elaborado y de mucho mérito.
Pero si hasta ahora hemos encontrado muy buenos temas y muy directos, en "La fila de la agonía" nos vamos a encontrar con una maravilla de canción que rompe directamente con lo que habíamos escuchado, ya que la pieza se inicia con un aire más lento y pesado, cercano a esos ambientes propios del black metal, aunque enseguida nos topamos con ese sonido propio de la banda, que se intercala con esas parte más ambientales, en una canción donde se habla con crudeza de la vida de un animal desde su nacimiento hasta que es llevado al matadero, en donde espera junto a muchos como él su triste final. Se trata de la mejor canción para mí del disco por esa variedad estilística que nos muestran, perfectamente ejecutada y con una letra donde se refleja la crueldad humana. Casi diez minutos de una autentica delicia musical, pese a la dura letra, que nos transporta por diferentes estilos del metal extremo, combinando parte más melódicas y lentas con otras realmente rápidas, dejándonos muchos destellos de la calidad de todos los integrantes de la banda.
Vamos ahora con "Pachamama llora", una canción que habla sobre la deidad inca que representa a la madre tierra, pieza que se inicia de manera muy contundente, con la bateria muy presente, mientras el corte va cogiendo fuerza y velocidad, ya que, aunque sigue teniendo esa base más potente y contundente, también tiene momentos puntuales en que el tema se dispara, con unas guitarras realmente afiladas y que dan mucho color al mismo, mientras Carlos nos sigue cantando con esa fuerza que tiene su voz y con la batería cobrando gran protagonismo.
Y llegamos a la última canción del disco que se llama como la banda, "Cabramacabra", un tema que se inicia con unos sonidos tribales, acompañados por la guitarra y la voz que canta unas estrofas reiterativas e hipnóticas, disparándose la canción con unas guitarras que recuerdan al thrash metal más ochentero, para volver a encontrarnos con ese estribillo machacón, mientras la música vuelve a coger ese aire tribal, regresando esas guitarras anteriormente citadas, acabando la canción con una mayor presencia de esos sonidos primitivos pero siempre acompañados por las guitarras y por la voz que se nos presenta más enigmática. Una pieza que, supongo, en directo funcione muy bien y que pone un brillante punto y final a este trabajo.
A lo largo de algo más de 43 minutos Cabramacabra nos presentan un gran disco debut que cuenta con una primera parte con canciones cortas y muy directas y una segunda parte donde su música amplia más su abanico, dejándonos temas aun más elaborados y de mayor duración, sin que esto haga decaer la intensidad del trabajo.
Este "Tiempo" es un disco que debería gustar a la mayoría de seguidores de los sonidos más cañeros dentro del metal, sobre todos los que vinieron del otro lado del charco a principios de los 90, que es la base de su música, pero dotándolo de muchos matices e incorporando diferentes toques propios, dando como resultado una gran obra.
Esperemos que este sea el primero de muchos otros discos de los manchegos, que, de momento, buscan darse a conocer entres los seguidores del metal y con este disco deberían conseguir que su nombre esté en boca de todos.
16/05/2019 
Txutxy Cano 
