Siempre es de agradecer que las bandas que van apareciendo busquen innovar, ya que, aunque ya esté casi todo inventado y encontrar estilos nuevos sea una tarea difícil, siempre se puede dar una vuelta de tuerca sobre aquello ya existente y así aportar un toque personal al estilo en cuestión.
Algo así es lo que han hecho los toledanos Penumbra, que practican un power metal al que han añadido voces guturales y oscuras y elementos más progresivos, y que nos presentan su segundo trabajo, llamado "Silencio", el cual ha sido publicado en los primeros días del presente año, tras haber sacado adelante una exitosa campaña de micro mecenazgo.
Los orígenes de la banda se remontan al año 2009, aunque no fue hasta el 2016 cuando debutaron discográficamente con "Senderos del olvido", con el que ya se dieron a conocer, para ahora presentarnos este nuevo álbum este sexteto integrado por Diego Escobar a las voces, Héctor Rodríguez y Raúl Huertas a las guitarras, Laura Pardo al bajo, Isaac Berraco al piano, sintetizadores y orquestaciones y Jorge Esteban a la batería.
Este disco se nos presenta con un bello diseño grafico obra de Hartwork Studios, en donde también tuvo lugar la grabación, mezcla y masterización del disco entre enero y junio del pasado 2018 a cargo de Héctor Gómez Díaz, siendo la composición del disco obra de la propia banda, con la ayuda de Héctor Gómez Díaz en la composición de la línea vocal, en los arreglos y en la producción, contando en esta como ayudante a Héctor Rodríguez, uno de los guitarristas de la banda.
El disco, que consta de 12 canciones, está estructurado en 4 parte, iniciándose el viaje con ese "Prologo", una elaborada pieza en donde los instrumentos van entrando de manera escalonada, ganando intensidad y siendo un corte que encierra un cierta aurea de misticismo.
Tras la intensa pieza anterior, el comienzo más relajado e inquietante de "Eden (Parte I)" puede dar lugar a engaños, pero enseguida nos encontramos con la tralla que la banda nos va a mostrar durante todo el trabajo, jugando bien con los cambios de intensidad, con una sección rítmica muy contundente, unos teclados que refuerzan esa sensación de misticismo, a la vez que las guitarras van dando color al corte y las voces engrandecen aun más el tema, que es una gran carta de presentación del disco.
La entrada de batería nos da de debruces con "Insania", la canción de la que han editado un video clip y que, de alguna manera, ha servido como adelanto del mismo, una pieza más guitarrera desde el comienzo y que nos recuerda al power metal más clásico, pero con unas voces mucho más agresivas, aunque siempre dentro del estilo de la banda, siendo un tema con un estribillo más pegadizo de lo que acostumbra y de los cortes que mejor entran a la primera escucha. Una buena manera de adentrarse en el estilo de la banda.
Llega el turno de "Polaris", que se inicia de una manera intensa, lenta y pesada, con unos teclados que nos lanzan unos sonidos futuristas, mientras las voces aparecen en ciertos momentos como desde el más allá, jugando el tema con partes más progresivas, pero sin renunciar a esa base más power metalera, con ciertos elementos más cañeros, destacando la labor de las guitarras y sobre todo la sección rítmica, pero sin olvidar la esencial presencia tanto de la voz como de los teclados. Muy intensa y cañera y con un final enigmático.
Nos adentramos en "Cenizas (Parte II)" y, por tanto, en la segunda parte del disco, que se inicia de una manera contundente, con la sección rítmica metiendo caña, mientras las guitarras se van luciendo, acompañando una voz fuerte que nos lleva hacia un estribillo pegadizo y que se te graba en la cabeza, combinando el corte partes lentas y potentes, con otras más rápidas, pero que se compactan muy bien, mostrándonos todos los músicos el gran nivel que tienen.
Vamos ahora con "Inercia", con ese sonido de guitarra más heavy metalero y un sonido machacón, con ciertas partes que incluso pueden recordarnos al mejor Hard Rock pero con una potente sección rítmica sonando por detrás, para que nadie olvide el estilo que practica la banda, jugando muy bien con los efectos de la voces, quedando una canción fresca y elaborada, ya que mezcla muchos estilo pero de manera eficientes y nada simplista.
Pasamos ahora a "Discordia", una pieza que recuerda más al metal de los 90, con esas partes a la vez cañeras y melódicas, con las guitarras cobrando mucho importancia, y con las voces pidiendo su parte de protagonismo, igual que la sección rítmica, brillante durante todo el disco, siendo un corte que muestra que para la banda no hay límites a la hora de componer canciones, con voces guturales en la parte final del tema.
Es el momento de "Caos", con ese guitarrero comienzo, que desemboca en una pieza muy agresiva, sobre todo por esas voces tan cañeras, aunque contrastadas con otras más limpias, y que hacen de este tema uno de los más destacables, con los instrumentos llevándonos por partes muy rápidas y otras altamente melódicas y es que ahí es donde reside la grandeza tanto del corte como de la banda, con una parte final donde el teclado y las guitarras tienen más protagonismo.
Con más tranquilidad se inicia "Silencio (Parte III), osea la tercer parte de esta obra, con esa guitarra acústica que se va acompañando primero por el piano, la batería y luego el resto de los instrumentos, incluida la voz, dando al tema más intensidad, pero manteniendo esa melodía que contiene la pieza, con la guitarra y sobre todo la voz dotando de mucha más fuerza a este tema, que es otro ejemplo de la personalidad de la banda.
Más guitarrero y cañero es el comienzo de "Reino del miedo", con la batería sonando realmente contundente, siendo una pieza muy rápida, pero que se vuelve más lenta y potente en la parte previa al estribillo, con unos coros que dan más misticismo a la canción, combinando esa rapidez y fuerza del tema, con un estribillo realmente pegadiza. Gran corte, con unos teclados que tienen su importancia en parte final de mismo y ese falso final que nos lanza a la cabalgada definitiva.
Llegamos ahora a "Némesis", un corte, que empieza de manera muy explosiva, en todo lo alto, topándonos con unas voces guturales que van contrastando con otras más limpias, jugando con diferentes grados de intensidad en una canción pegadiza y donde el sonido parece acercarse a patrones del rock más actual, con esos efectos de sintetizadores que dan un aire misterioso al tema.
Y el disco finaliza con "Creador (Parte IV)", un tema que se inicia con el sonido de una tormenta, que poco a poco va dando paso al sonido tranquilo de unas guitarras, para después toparnos con todos los instrumentos y unos coros muy presentes, con un sonido que va ganando intensidad y que tiene cierto tinte épico sobre todo por los citados coros, siendo de los cortes que más me han gustado, con esa gran combinación de sonidos y el buen trabajo de las voces, acabando la canción de la misma manera, aumentando ese aire épico del que antes hablábamos.
No cabe duda que Penumbra han sabido hacer un gran trabajo con este "Silencio", cuidando perfectamente los detalles de lo que ellos quieren mostrarnos, tanto en lo musical, demostrando todos ellos lo grandes músicos que son, pero sobre todo funcionando como un todo, como en parte más visual, y, por extensión, en el conjunto de la obra, lo que ya les está poniendo en boca de todos los seguidores del metal.
Éste no es uno de esos discos que puedan entrarte a la primera escucha, sino que se trata de un trabajo complejo, con muchos detalles que puede que no aprecies sino es tras haber profundizado en él, y es que es una obra para escuchar con calma y especial atención.
Sin duda alguna Penumbra han dado un gran paso con este "Silencio" y ha de poner a la banda entre los aspirantes a dar ese tan cacareado relevo generacional; estoy seguro que en la historia de la banda va a haber un antes y un después de este trabajo.