Hace poco tiempo, por mediación de mi compadre Ángel, de Dale Punki Dale, me tocó lanzarle una pregunta sorpresa a esta formación de Yecla, Murcia, en un formato, importante decirlo, que Ángel copió de las entrevistas grabadas de Insonoro. Bueno, quizá fue al revés, tampoco me meteré yo en estos jardines, sólo quería hurgar en la herida. El caso es que Rokavieja estaba allí para presentar su nuevo disco, La Espiral, el cuál pasa hoy por nuestras manos, y bien merece una (o mil) escuchas.
 
La madurez del grupo es notable en este nuevo trabajo, donde encontramos mucha más diversidad en los temas, si bien el ska sigue llevándose por bandera. Nos encontramos una intro muy digitalizada, la cual es probable que incluso abra sus directos por su encaje perfecto con "La Roka ha vuelto". Aquí sí, unos imponentes trallazos de guitarra, bajo y batería, contestados por los vientos, nos dan una bienvenida apabullante. "La ley seca" recupera su toque más canalla, volviendo unos años atrás, hasta la época de la ginebra de bañera. El ska se hace fuerte, pero todos los instrumentos gozan de su importancia, y ninguno queda oculto en un papel secundario.

Con aires de La Raíz, escuchamos ahora "Bosa". Seguramente, si llevara la firma de los valencianos, este tema ya tendría cientos de miles de reproducciones. No falta calidad, faltan ganas de la gente por conocer grupos desconocidos. Añadiendo un toque de diversidad, "El lado más salvaje" adquiere una faceta más punk, con una distorsión muy saturada y un ritmo más rápido. Además, los cambios de ritmo que se suceden durante la canción dotan esta de una energía extra, formando así un tema muy completo.
 
Lavado de cara, "Peligrosa" es un soplo de aire fresco, que poco tiene que ver con lo escuchado hasta ahora, con un toque más purista. Por cierto, protagonismo femenino a la voz durante gran parte de la canción, bajo la firma de Judit, colaboración de lujo. "Que calor" adquiere un tono mucho más fiestero, de verbena veraniega y con matices de la movida madrileña. Si bien, con mucha guasa, se marcan un rapeo muy hardcore en mitad de la canción. "Nos persiguen" es, probablemente, la canción con más valor del disco, y la más añeja, pues se grabó ya hace un par de años, coincidiendo con una denuncia que le llegó al grupo por gritar durante uno de sus conciertos: "Mucha policía, poca diversión". Que mejor manera de protestar esta decisión que como mejor saben, con los instrumentos en mano, y alzando la voz el doble.

"Una noche sin ti" o "El último viaje" son canciones más reflexivas, con tempos más lentos (algún acelerón se cuela). En "Comando Terror" aparecen sonidos más digitales de teclado, como ya incorporan también otros grupos del estilo como La Ska Brass. Para cerrar la espiral, la que da nombre al disco. "Espiral" es puramente instrumental, de menos a más, y dividiendo el protagonismo entre todos los instrumentos, con prácticamente un solo para cada uno.
 
Gran evolución de los de Yecla, que esperemos no dejen de darnos buenas noticias.
 
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