La canción homónima de este disco, la cual goza de videoclip, es la encargada de realizar la presentación. Combina diferentes ritmos, y juguetea con los cambios de velocidad, acelerados efusivamente por el doble bombo de una baterÃa que da gusto oÃr. En "Se acabó", el punteo inicial de guitarras, repetido en diferentes tramos, nos acerca a grupos como Tierra Santa, con un estilo un poco más próximo al heavy metal. Pero si han pasado tantos años y nadie se atreve a etiquetar a los Azero en ningún estilo concreto, es por algo. "Nadie recordará mi nombre" se torna en unas melodÃas más afines al punk rock, con un estribillo que exige pogo, y empiezan a dejar su sello unos coros brutales, que destacan soberbiamente en "Cuando las luces se apagan", rozando el hardcore. Canción que engancha y mucho.
"Muy bien", con la colaboración de Isabel Marco, es un soplo de frescura, una canción que baja el tempo y relaja el acelerado ambiente que han dejado sus compañeras. La letra, de carácter optimista, remarcan el mensaje de seguir hacia adelante y no dejar de luchar. Pero poco dura la calma, ya que "Voces" llega como un tiro, para en este caso, animar con la letra a mandar por culo a toda esa gente que intenta desanimar a los demás. ¡Que les den!