Hay veces que de una simple colaboración para un tema puede surgir una chispa que haga que eso, que iba a ser algo puntual, se convierta en algo mayor, como una gira conjunta o un disco entre ambos.
Esto se puede aplicar al proyecto que ha iniciado nuestro genial guitarrista Javier Vargas, el cual ha dejado apartada temporalmente a su Vargas Blues Band, para unir fuerzas con el sobrino de Mick Jagger, John Byron Jagger, dando a luz a estos Vargas & Jagger, cuya primera criatura lleva por nombre "Move on" y ha salido editado esta primavera por Rock Estatal Records.
Todo ello surgió a raíz de la participación del vocalista en un tema del último disco de la Vargas Blues Band, habiendo tal sintonía que se fueron produciendo colaboraciones en parte de los conciertos de la gira, como ya os contamos (https://www.insonoro.com/cronica/3921/vargas-blues-band)
Para este trabajo, además de Javier Vargas a las guitarras y John Byron Jagger a las voces, nos encontramos con el habitual bajista de la Vargas Blues Band, Luis Mayo, que también se hace cargo de los coros, con David Varona a la batería, Josep Mas "Kitflus" (Pegasus y ex Iceberg) a los teclados, con los teclados adicionales de Kyke Serrano, y la trompeta y los coros de Eugenio Pérez Guitian, además de otros colaboradores puntuales que más adelante iremos desgranando.
El disco se nos presenta en formato digi pack, con una portada en donde aparecen los dos protagonistas, siendo toda la parte gráfica obra de John Bull, junto a la fotografía de Fabián Azul, todo ello con un aire muy colorido y con cierto tinte sicodélico.
Este trabajo, cuyas canciones han sido escritas por Jagger y Vargas, salvo la unión del "Sympathy for the devil" de The Rolling Stones y del "Muévete" de Rubén Blades, adaptada por los artistas, fue grabado en diferentes estudios, siendo las baterías a cargo de Rafa Darrosa en los Litium Estudio, mientras que las guitarras fueron mezcladas y las voces grabadas por Vicente Sierra y Rafael Sánchez en los Cut Records y la mezcla adicional y la masterización tuvieron lugar en los Vertigo Studios por Ferran Donatelli; además la guitarras extras y el bajo fueron grabados por Alberto Seara en los Cube Estudios, mientras que el tema "Sympathy for the devil versus muévete" fue grabado y mezclado por Omar Gisbert en los Magrana Ibiza Studios.
La duración del disco es de más o menos 45 minutos, repartidos en 11 temas, con estilos muy variados, comenzando el trabajo con "Where do we go from here?", una pieza que, de entrada, nos rompe los esquemas de todo lo que podíamos esperar de un trabajo de Javier Vargas, con un sonido muy cercano al hip hop, con partes rapeadas y donde el que se luce es el vocalista, aunque el sonido de la guitarra, con ese ritmo funky, también da mucha solvencia a un corte pegadizo y resultón. Si te dejas llevar, te enganchará.
La siguiente canción, "Chicken dinner", es una auténtica locura y, por tanto, me gusta, con una importante presencia, en la entrada, de la sección rítmica, perfectamente arropada por unos teclados hipnóticos, que dan con la voz de Jagger, en un estribillo totalmente pegadizo, mientras el vocalista sigue rapeando mientras canta, aportando Vargas color a la pieza con su guitarra en la segunda parte del tema. Muy muy adictivo.
Para la siguiente pieza, "Blues for love", cuentan con la presencia a la armónica de Fernando "Bluescifer" Vázquez, siendo una canción más guitarrera y donde se puede notar un poco más el estilo más habitual de Javier Vargas, aunque la voz de Jagger le dé un aire diferente, pero es un corte que tiene un ritmo contagioso y pegadizo que gustará a los más habituales de los discos del guitarrista y con un cierto aire al grupo del tito Jagger.
Sin duda alguna, una de las joyas de este disco es ese "Sympathy for the devil versus muévete", que, como ya hemos indicado, es una genial fusión entre el tema de The Rolling Stones y el de Rubén Blades, contando para la del segundo con los coros y la percusión Eribertho Cruz, comenzando con la canción de los ingleses con el sonido de las trompetas que le dan un aire latino al mismo, para dar paso a la voz de Jagger, siendo rápidamente unida con la del artista panameño, con la voz del mencionado Eribertho, dando mucho ritmo al corte, para de nuevo aparecer la música de la banda británica, combinándose de manera muy coherente, consiguiendo una gran unión entre dos estilos tan diferentes en apariencia y con un gran trabajo de Javier Vargas en la parte final de la pieza. Imprescindible.
Después de la maravilla anterior, seguimos con "Someone new", un tema que se inicia con ese cierto sonido a los años 60, siendo una pieza pegadiza y donde los teclados tienen un gran protagonismo, sobre todo en la primer parte de la canción, con Jagger cantando con intensidad y fuerza, mientras la sección rítmica sigue mostrando esa contundencia que atesora durante todo el trabajo, aportándonos Javier un magnífico solo de guitarra que sobresale sobre ese sonido constante que tiene el corte. Se te meterá en la cabeza y no podrás quitarte ese ritmo.
Pasamos ahora el ecuador del disco con ese tema tranquilo y lento que es "Falling down", una bella pieza en la que Jagger nos muestra la variedad de sus registros, perfectamente arropado por un Vargas que nos demuestra cómo puede poner su guitarra al servicio de la canción, luciéndose pero sin querer sobresalir, con un buen colchón de teclados omnipresentes durante el mismo. Un corte relajado pero al mismo tiempo pegadizo.
La pieza más corta de todo el disco es "Somewhere in the shadows", un tema con un aire inquietante debido al sonido de la guitarra, con un poso a los años 60, como si ante una canción de garaje ralentizada estuviéramos, siendo un corte con unos coros muy pegadizos y quedones que dan muestra de la variedad que el disco ofrece, con de nuevo los teclados teniendo un especial protagonismo, sin olvidar ese feeling especial que le da Javier a su guitarra.
Vamos ahora con "Funk hell", en donde contamos con los coros de Piluca Calero, siendo un corte que, como su nombre indica, nos lleva a sonidos más funkys, con un ritmo constante y pegadizo, en donde la voz de John Byron Jagger se desenvuelve también con soltura, mostrándonos una pieza que te hará mover la cabeza y quedarte con su estribillo, en el que la voz se muestra algo más fuerte, como para remarcar el título, mostrándonos Vargas su técnica durante todo el tema pero, especialmente, en la parte final del mismo, donde cobra mayor protagonismo.
Nos topamos ahora con "Bleeding heart", un tema que parece querer llevarnos a esos sonidos más propios del reggae, mostrando un aire muy tranquilo y que te inicta a bailar, con unos teclados que aparecen en primer plano, acompañando a la perfeccion la voz principal, que se muestra muy arropada por la guitarra de Vargas y la sección rítmica que sabe, en todo momento, llevar la intensidad que la pieza demanda, con un final que es una delicia para los amantes de estos sonidos jamaicanos.
Y llegamos al que, en teoría, es el tema que cierra el disco, es decir "Perfect day", con un sonido más estadounidense y es que esa unión entre el folk y country de esas tierras es lo predominante durante el mismo, con un Jagger que se sabe amoldar, una vez más, a este estilo, pero con el resto de los músicos sabiendo brillar también, con la percusión sonando de manera especialmente relevante, mientras la voz le da, en la segunda parte, un toque más moderno, por decirlo de alguna manera, terminado el corte de manera relajada, con ese repetitivo estribillo.
Pero aun nos queda una pieza que aparece como extra y esa es "I´ll take you there", un corte que tiene ciertos ramalazo de soul, siendo un tema muy pegadizo y donde las guitarras se muestran muy presentes, pero sin pedir ese protagonismo que pudieran tener en favor de un teclado que si lo tiene y que es el que va a ir despidiendo la canción y, por tanto, el disco.
Y así concluye esta maravilla de disco que han compuesto mano a mano Javier Vargas y John Byron Jagger, un trabajo muy variado y con una altísima calidad musical y vocal, algo lógico habida cuenta de los músicos que se han involucrado en el mismo.
No hay dos canciones iguales y ninguna sobra, con temazos que son una maravilla, y unos músicos que han sabido brillar, pero sin grandes alardes, poniéndose al servicio de las canciones, para hacer un disco muy ameno y variado , que gustará sobre todo, a aquellos que gustan de oír diversos estilos y no se cierran en uno solo.
Ahora habrá que ver que recorrido tiene este proyecto, pero de entrada han registrado este "Move on", que es una autentica delicia para cualquier melómano.