La banda de punk rock de Barcelona, Simulacro, presenta su segundo disco, "ParaÃsos color negro", el cuál fue grabado en julio de 2019, y mezclado y masterizado en octubre del mismo año en EM Studi por Xavi Escribano, en Terrassa.
La primera canción del disco, "A la sombra", nos da una muy buena primera impresión, con un sonido muy conexo al punk de los 80-90. Una guitarra puntea casi de continuo para contagiarte la melodÃa, mientras la voz principal, potente y rasgada, escupe una letra que busca desahogarse de todas esas guerras provocadas por sucias banderas. La energÃa de los coros en el estribillo te dará muchas ganas de unir tu voz a ellos. Con la misma tónica, encontramos "Incorregible", donde además debemos destacar el protagonismo del bajo durante el estribillo, tomando el papel que en el tema anterior ejerció la guitarra. "Seremos el caos" e "Intoxicáis" nos recuerdan que Simulacro existe porque vivimos en un mundo en el que aún quedan muchas cosas por cambiar, y que estas debemos conseguirlas luchando.
A estas alturas del disco, ya notamos claras influencias del grupo. No en vano, sus componentes vienen de bandas como Eskupe, Karton de vino, Hijxs Taradxs o Elektroduendes, amor de juventud.
"ParaÃsos negros" tiene un tono más lúgubre, más derrotista que sus predecesoras, donde grita contra esos paraÃsos color negro que han crecido ante nuestros ojos sin haberlo evitado. Pero como si sólo hubiese sido un pequeño momento de bajón, llegan para cambiar el ánimo "Danzad sobre la tormenta" y "Sin retroceder". Rápidas y contundentes, con un mensaje muy directo en el caso de la segunda. En este caso, la letra es un canto de resistencia.
Cierra el disco "Sin dejar de sentir", donde cuentan con la colaboración de Silvia a la voz principal. Quizá no acierte con el significado de esta canción, ya me corregirán ellos, pero parece que esta canción va dedicada a ellos mismos (y a otros miles de grupos en su misma situación). Como bien dice la letra, "Creando, pensando, riendo, y sin dejar de sentir ni un momento". Porque lo que hace grande a un grupo, es que nunca olviden de donde vienen, y eso, Simulacro, lo tiene muy claro.