Hemos de reconocer algo que es más que obvio en la escena estatal y es que ésta es conservadora; da igual el estilo de música, pop, rock, heavy, flamenco,..., se repiten las mismas formulas con más o menos éxito, eso sin entrar en el mundo de las bandas de versiones. Lo cierto es que esto hace que la gente, al ver que lo que triunfa es lo mismo que hace 20-30 años, no arriesgue en crear nueva música.
Y eso, a grandes rasgos, es extrapolable a la escena local cántabra, pero, como en todos los ámbitos de la vida, siempre hay excepciones y gente que se arriesga para salirse de la norma y mirar un poco más allá de nuestro ombligo estatal.
Un ejemplo le tenemos en Mindblast, una joven banda santanderina que se ha adentrado en sonidos que nos llevan a finales de los 90 y
principios del actual milenio, cuando empezaban a aparecer y ser conocidas formaciones que hoy en día son muy populares; y es que estos estilos, que quizás en otras partes del globo calaron más rápidamente, aquí aun los estamos asimilando.
Mindblast se formó hace 7 años, dándose poco a poco a conocer y con los habituales cambios de componentes hasta llegar al 2015, cuando se estabiliza la formación, que será la misma que grabé su primer trabajo, este "A.L.S" del que vamos a hablar, es decir la integrada por Javier Mena a la voz y la guitarra, Mario Díaz a la guitarra, Sophie Curr al bajo y Adrián "Chadry" Crespo a la batería, siendo ganadores del certamen de música joven de Cantabria del pasado 2019; precisamente, a finales de dicho año, cambiaban de bajista, saliendo Sophie Curr y entrando Iván Gómez.
El disco ha sido totalmente autoproducido, consiguiendo un sonido más que bueno para habérselo cocinado todo ellos, y viene presentado en formato digi pack, sin letras ni libreto, pero con un bello diseño, siendo la duración del mismo de poco más de media hora repartido en 8 cortes.
El plástico se abre con "Amnesia" y es aire electrónico con el que se inicia, explotando a los pocos segundos con unas guitarras contundentes, bien arropadas por una sección rítmica cañera, mientras la voz, sensacional, nos va dibujando diferentes ambientes, topándonos con un estribillo pegadizo, todo ello con un ritmo case bailable pero muy efectivo y bien trabajado, donde los coros tienen también un papel destacable y donde hay momento para el lucimiento de todos los componentes, Un gran comienzo de disco, muy directo y que te engancha.
A continuación llega el corte que da nombre al disco, "A.L.S", y que fue el segundo adelanto del mismo, que habla sobre esa terrible enfermedad, sirviendo como homenaje a un familiar de uno de los integrantes de la banda que la padeció, siendo una canción que comienza muy explosiva, con el sonido de la batería y una amplia presencia del bajo, para luego llegar a la parte del estribillo con un cierto tono dramático, dejándonos con una pieza muy bella y muy bien ensamblada, que hacia la mitad se ralentiza, para luego aparecer una parte instrumental brillante, surgiendo de nuevo la voz de Javier para encarar el final del mismo. Un brillante tema, muy completo y emotivo.
Más tranquilo es el comienzo de "Interest in love", que podía confundirse con una balada en su arranque pero que luego va acelerándose gradualmente, hasta que la sección rítmica hace que la canción estalle y se vuelva muy ágil y festiva, con la voz discurriendo por diversas tonalidades, bien arropada por los coros, que mantienen esa esencia de la misma, muy alegre, pero muy elaborada y con un sonido muy pulido. Muy buena.
El disco sigue avanzando ahora con "Politics", un corte que se inicio con un aire enigmático pero sosegado, a modo de introducción, para, tras un minuto más o menos, toparnos con las guitarras que nos llevan hacia un tema muy intenso y guitarrero, con un estribillo muy pegadizo, de los que te hacen no parar de mover los pies y cantarlo con ganas es sus conciertos, con un parón hacia la mitad del mismo en donde aparece una locución acompañado de unos teclados, que da comienzo a una segunda parte donde los músicos se lucen, en este caso especialmente los guitarras, llevándonos, sin perder el contagioso sonido, hacia el final de la canción Si no bailas con ella es que no tienes sangre.
Continuamos el repaso a este trabajo con el que fue su primer videoclip "Don`t look back", con ese comienzo tan animado y positivo y un sonido contundente, en donde afloran los contrastes de intensidades, perfectamente acompañados por la voz y los coros, con momentos de guturales, dando fuerza a un tema de los que te hacen mover la cabeza, con una parte central en donde es el bajo el que cobra más protagonismo para luego volver a intensificar el mismo, con una brillante ejecución de las guitarras, con ese aire festivo que tiene, concluyendo con lo que parece un guiño al rock industrial de finales del siglo pasado. Muy pegadizo y divertido.
Vamos ahora con la pieza más breve del disco, con poco más de un minuto, llamada "Interlude", que se inicia con una guitarra acústica, tocada de manera rápida y acompañada por la voz, tras la que van entrando el resto de instrumentos, para luego desparecer todo gradualmente.
Encarando la recta final del trabajo, es el momento de "Magic lamp", que empieza Javier con su voz, secundada después por la guitarra, todo ello de manera muy pausada y tranquila, para que vayan apareciendo el resto de los instrumentos, primero dejándonos una atmosfera relajada, para luego ir endureciéndose y calmándose alternativamente, con los coros cobrando cierta importancia, para, a eso de la mitad, cambiar de ritmo temporalmente dando al corte un aire más acelerado y contundente, con las guitarras tomando protagonismo, dotando al mismo de un aire más grandilocuente, para, en la parte final, volver a retomar el sonido con el que comenzaba el tema. Una gran canción, con cierto tinte oscuro, pero muy elaborada.
Y el disco concluye con "Desert" y esa entrada de bajo, con la voz apareciendo rápidamente como susurrando, mientras el resto de los instrumentos van surgiendo poco a poco para luego coger cierta velocidad, mientras el bajo sigue teniendo mucha presencia, con partes en que la música es lenta y pesada, pero siempre con esa parte melódica que imprime la voz, muy brillante una vez más, combinándose perfectamente con las diferentes intensidades que nos introduce una música que se va tomando más agresiva a medida que va avanzando, con un buen solo de guitarra y una contundente sección rítmica, volviendo a llevarnos a los sonidos más relajados del comienzo pero solo durante unos segundos, para luego acelerarse y dejarnos un falso final, reiniciándose el tema con la batería dando mucha contundencia al, ahora sí, final del mismo y del disco.
Y como si fuera un suspiro se nos ha pasado este primer disco de Mindblast, una banda que prometía mucho cuando comenzaron, y que ahora han demostrado que esas sensaciones no eran cosa baladí, habiendo crecido mucho durante este tiempo y para muestra este fabuloso trabajo.
Han sabido combinar muchas cosas sin que en ningún momento las canciones se hayan resentido, consiguiendo que nuestra atención nunca se distraiga ya que no sabemos por donde nos van a salir; el sonido de la grabación es muy bueno, pero por encima de todo me quedó con el haber conseguido que el disco suene muy compacto y con mucha personalidad.
Sin duda alguna, y si no pasa nada que lo impida, Mindblast son una de las bandas que van a encabezar la escena cántabra en poco tiempo, pero que no se deben quedar aquí y seguir su camino fuera de nuestra tierruca, ya que pueden hacerse un gran hueco dentro de la escena estatal.
05/02/2020 
Txutxy Cano 
