En este mundo, donde todo se tiende a clasificar y a ordenar en función de unas reglas que alguien dictó, puede que, si tenemos la cabeza un poco cuadrada, nos perdamos cosas porque no formen parte de lo que, supuestamente, nos tiene que encajar en nuestros gustos preconcebidos.
 
En lo musical esto es todavía más chocante, porque hay propuestas que abarcan diferentes palos y, como parece ser que no te puede gustar más que un estilo y los restantes quedan al margen, nos podemos perder muchas cosas interesantes.
 
Los anteriormente conocidos como A Paso de Vaquero y ahora simplemente Vaquero, están en esa hipotética frontera entre el Pop y el Rock y ellos siguen a lo suyo, mejorando a pasos agigantados en cada disco, siendo este "La grandeza de mis pequeñas cosas", publicado el pasado septiembre y a cuya presentación acudimos, un enorme salto hacia adelante.
 
La historia de esta banda de Reinosa se remonta una década atrás, cuando Juan Carlos Argüeso "Vaquero", guitarra y voz, forma este proyecto, que, además del actual trabajo, cuenta con otros dos más, "Viaja a tu recuerdo" del 2013 y "Piedras" del 2017, estando la banda actualmente integrada por Verónica Valdezate al bajo, Tito Crespo a la batería y, el más reciente en llegar, Abel del Pozo a la guitarra.
 
Este disco se nos presenta con un bello diseño y maquetación a cargo de Oscar Ruiz Diez de Aurea Estudio Creativo, con la fotos de José Manuel "El Rey Lagartón", habiendo sido grabado en los Estudios Clip de Reinosa durante el verano del 2019 bajo la dirección y producción de Nando G. Miguel de La Fuga.
 
Para la grabación, las baterías han corrido a cargo de Edu Karma, también de La Fuga, y los bajos y las guitarras por el propio Nando G. Miguel, contando con diferentes aportaciones y colaboraciones que os iré comentando en cada tema, además de los coros de Mario Sánchez de la Orquesta Malassia.
 
Y este trabajo, de unos 40 minutos de duración, comienza de manera tranquila con "Demasiadas expectativas", con esa guitarra sugerente que da paso al resto de instrumentos, con la voz de Vaquero presente desde el principio y ese tono tan personal que le da a su música, contando con un estribillo muy pegadizo y un buen solo de guitarra, dejándonos una pieza con letra pesimista, pero muy elegante, algo que será la tónica de todo el disco. Gran comienzo.

El primer adelanto de este disco fue "Pequeño", cuyo video se lanzó casi un año antes de la grabación del resto de la obra, siendo la bajista Vero Valdezate y el batería Chuchi Crespo, con los coros de Pablo Hormaechea, presentándose como una pieza que comienza directa, con la voz de Vaquero en primer plano, jugando con distintas intensidades en lo musical, siempre dentro de su estilo, con partes donde la canción parece endurecerse y en otras donde se relaja, mostrando la gran calidad de los músicos. Un tema muy bueno y muy pegadizo.

Más guitarrero es el comienzo de "Tu mejor enemigo", con un ritmo más movido y eléctrico, los coros más presentes y una elegante música puesta al servicio de la canción pero no exenta de la gran calidad que tienen sus intérpretes, completando un tema con un aire alegre y con una bonita letra. Para mover los pies con el mismo.

La relación con los componentes de La Fuga se extiende también a su cantante Pedro Fernández Razkin, que acompaña con su voz a Vaquero en "Salto al vacío", un tema muy dinámico, que te incita a mover la cabeza y con un estribillo muy pegadizo, en donde la combinación de las dos voces le da un toque especial al mismo, con la música, como en todo el disco, conteniendo muchos detalles que a simple vista pueden no notarse y muchas variaciones de intensidades. Muy bueno.

Muy animado también es el comienzo de "El chico de los recados", un corte donde la letra y la voz tienen el protagonismo central y unos coros que tienen una importancia fundamental, dándolo otro color a la canción, y una guitarra que tiene un breve pero brillante solo, dejándonos una pieza que, personalmente, es de las que más me han gustado. De mis preferidas.
 
Con un bello sonido de guitarra comienza "Cosas que decir", una relajada pieza donde las acústicas tienen un papel muy importante, con unos adornos que dan un toque singular al corte, mientras Vaquero canta con más dulzura aún, labrando entre todos un gran tema, con muchos detalles que requieren de varias escuchas. Muy bello y cuidado.
 
Sin duda alguna, una de las piezas que primero me entró de esta obra fue "Me quiero viva", no sólo por ese comienzo tan eléctrico que tiene, que contrasta con la anterior, sino por la temática de la que trata la letra, bastante obvia pero con un mensaje muy claro y para el que han contado con la presencia de Patricia Giksen de la Orquesta Malassia, que le da un toque muy necesario a esta canción, con Abel del Pozo aportando un gran solo de guitarra. Un himno y es que ¡os queremos vivas!

Tras la fuerza de la anterior canción, llega el relax con la tranquila "La piel del viento", una pieza muy intimista, con la guitarra acústica y la voz en un primer momento, para que luego aparezcan el resto de instrumentos, siendo una balada donde la dulzura que nos muestran no está exenta de partes más potentes, con, para mí, uno de los mejores solos de guitarra del disco, cuya velocidad contrasta con ese aire melancólico y triste. Una canción para bailar agarrado, como en épocas pasadas.
 
La siguiente canción, "Malos tragos", cuenta con la presencia como invitados de lujo de Natxo Miralles a la batería y Dani Simons al bajo, siendo un corte más rockero y divertido, de esos que te hacen mover los pies y propicia para tocar en directo, y en la que, una vez más, se pueden observar más detalles de los que pueden apreciarse en una primera escucha, y que cuenta con un estribillo muy pegadizo. Para bailar con ella.

Vamos acercándonos al final del disco, y llega "Estrellas varadas", con un comienzo my explosivo, muy guitarrera y potente, y una letra muy nocturna donde de nuevo cuentan con un solo de Abel del Pozo, configurando un corte de las más cañeros del disco y que nos trasmite un mensaje más positivo y es que nunca hay que perder los sueños. Un tema muy de directo.
 
Y concluimos este viaje por este disco de Vaquero "Sin norte", con un comienzo más relajado pero que luego se endurece, dando un tono más rockero y ese toque a cierto grupo de Reinosa que todos conocemos, sobre todo gracias a esa guitarra tan característica y brillante, acompañado por un estribillo muy pegadizo y con esa distorsión final que es como una declaración de intención. Gran final de disco.

De esta manera finalizamos esta aventura por el mundo de Vaquero y "La grandeza de mis pequeñas cosas", un disco con unas letras muy elaboradas y trabajadas, con una música que demuestra los grandes intérpretes que están detrás, donde nada está de más y con una buena combinación entre momentos potentes y otros más tranquilos.
 
Sin duda alguna, este es el mejor trabajo del grupo, que ha sabido darle un toque algo más rockero a su música, pero sin dejar al lado su toque personal, destacando todos y cada uno de los participantes en la grabación, pero anteponiendo la canción en si por encima del virtuosismo.
 
Dadle un par de escuchas a este disco de Vaquero porque es un gran trabajo, hecho con mucho mimo y con un gusto y una elegancia muy remarcable, y que, esperemos, haga que la banda siga creciendo y sea aún más reconocida dentro y fuera de nuestra comunidad.
 
¡Mucha clase!
 
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