El rock and roll ha sido, desde su origen, un estilo musical ligado a la rebeldía, la chulería, el ir en contra de las normas y, en resumen, la búsqueda de la provocación; está es la teoría, porque la practica muchas veces nada tiene que ver con esto y en buena parte éste se ha convertido en un estilo más conformista.
Pues bien, para revolucionar el gallinero tenemos a gente como Cantaebria, que a chulos no les gana nadie y se han autoproclamado como los salvadores del rock y para muestra vienen presentando el que es su primer trabajo, un Ep con el lapidario título de "El rock ha vuelto".
Los orígenes de este quinteto se remontan al 2017 cuando, en la localidad de Los Corrales de Buelna, un grupo de amigos forman esta banda con la intención de hacer un rock and roll directo y salvaje, estando la formación integrada por Bardal a la voz, Sete y Eiza a las guitarras, Osu al bajo y Marió a la batería.
El disco se nos presenta con un diseño de Sara Domínguez y las fotos de nuestros compañeros de T&M Photo, habiendo sido grabado y producido en los estudios Sonido XXI por Javi San Martin en octubre del 2019, siendo la edición del disco por Fak Records en diciembre del mismo año.
Y una vez que ponemos a reproducir el CD nos topamos con 5 canciones, con una duración total de 20 minutos, de auténtico Hard Rock con ciertos toques metaleros, incluyendo una versión de un artista muy conocido.
Y el sonido de unas sirenas y el arrancar de un coche dan paso a una contundente guitarra con la que se inicia "Despojo de ciudad", con una potente sección rítmica mostrando la contundencia de la misma y Bardal cantando con esa fuerza que tiene su voz, siendo una canción en la critican a toda esa gente que les mira por encima del hombre por tener una imagen diferente, remarcando, en la parte central, su orgullo de ser así con una voz en off, dejándonos un buen solo de guitarra y esa declaración de intenciones que es su estribillo que se te queda metido en la cabeza, concluyendo con un falso inicio. Un puñetazo en la mesa.
Pasamos ahora a viajar en "La locomotora del amor", con ese sonido a tren antiguo con el que comienza, siendo seguida por una guitarra muy metalera, con la sección rítmica arropando y la voz encabezando la canción con ese estribillo tan pegadizo y que tan bien está funcionando en directo, ya que es un corte que se te mete en la cabeza rápidamente, jugando con esas subidas y bajadas de intensidad, siguiendo con un buen solo, tras el que Bardal vuelve a gritar con fuerza, llevándonos de nuevo al estribillo en el que aparecen unos coros que dan más énfasis al mismo, con un buen solo final. Fiesta asegurada en directo.
Y para actitud "Más chulo que un 8", con esas guitarras tan rockeras que la dan comienzo y el sonido contundente de la sección rítmica, arropada por esas guitarras tan intensas, con Bardal demostrando sus virtudes con su voz, mientras la canción sigue jugando con subidas y bajadas de intensidad pero sin perder la esencia, con un gran solo de guitarra, tras la que la pieza parece acabar para luego volver a reiniciarse, con ese estribillo descarado y pegadizo, que concluye al más puro estilo de cierta banda de sleaze americana mundialmente conocida. Una auténtica y lograda declaración de intenciones.
Pero no todo va a ser fiesta y actitud macarra, también hay momento de reflexión, como ese homenaje que la banda tributa a su amigo Carlos Imparable, el cual, pese a su enfermedad, se ha propuesto vivir a tope, y eso lo reflejan en "Volverás a ver el mar", que comienza con una guitarra acústica y una batería sonando de manera tranquilla, con la voz de Bardal sonando dulce pero enérgica, con una bella letra que nos ánima a pelear por nuestros sueños, mientras la música, aún lenta, se va endureciendo, con una buena presencia de los coros, para, en la segunda parte de la misma, acelerarse con un vertiginoso solo de guitarra, muy bien reforzado por una contundente batería, mientras la voz se va elevando, cantando con mucha garra y dejándonos un gran tema. Preciosa y emotiva.
Y concluimos el repaso a este Ep con su versión del "Mi gran noche" de Raphael, conocida por todos, y a la que, lógicamente, ellos le dan un toque muy rockero, con la participación a la voz de Toño Quevedo de A Duras Penas, hermano de Bardal, que le da un aire más rumbero y lento en su parte, para luego volver a coger velocidad, con un buen solo de guitarra, mientras el cantante emula alguno de los dejes del popular artista, dejándonos con un corte distendido y divertido que todo el mundo cantará según la escucha. Perfecto final de fiesta.
Cantaebria han logrado reflejar en estos 5 cortes ese sonido fresco y directo que nos ofrecen en sus conciertos, donde la calidad de su música está acompañada de esa actitud que hace que te acabes enganchando a ellos, ya que no puedes evitar mover la cabeza con su estilo.
No han inventado la dinamita ni tampoco lo pretenden, solo pasarlo bien tocando música y hacérnoslo pasar bien a los demás, algo que logran con creces con estos buenos temas y que tan bien son ejecutados y es que son muy buenos músicos y su cantante es puro rock and roll y lo mejor de todo es que son muy jóvenes así que nos pueden ofrecer muchas más cosas buenas en el futuro.
Cantaebria han venido para quedarse y yo lo celebro, porque su música y su propuesta me parecen muy interesantes; eso sí, esto sólo es una muestra de lo que hacen en directo que es donde tienen toda su esencia.