Una de las grandes ventajas de la juventud es la de no poner límites a lo que se te pueda ocurrir porque no tienes esos prejuicios que pueden salirte cuando llegas a otras edades, además de que todo fluye de manera más espontanea y fresca, y eso es una gran ventaja para aquellos que abrazan cualquier actividad artística ya que de ahí suelen salir muy buenas ideas.
Hará un par de años que unos jóvenes de la zona de Torrelavega se lanzaron a esta aventura que se llama Ojo Pipa, sin más pretensión que pasárselo bien y tocar la música que les gusta, consiguiendo una gran repercusión en dicha área gracias a su estilo tan variado e imprevisible, y, sobre todo, a su especiales conciertos en los que primero reunieron a muchos amigos pero que luego han llegado a un público más amplio, habiendo tocado mucho durante el pasado, incluyendo en diversas sedes durante las fiestas de su ciudad.
Precisamente en el citado verano del 2019 fue cuando Daniel García voz y guitarra y Víctor Oliveira batería y coros, las dos personas que forman este dúo, grabaron este trabajo, llamado como la banda, y el cual no han subido a las redes sociales hasta el pasado mes de febrero, apenas unos día antes de estado de alarma; sin duda alguna es una buena carta de presentación para el grupo y así ser conocidos fuera de su habitual zona de influencia.
El disco, que cuenta con portada de Gabi, ha sido grabado en los Drive Division Studios por Alex Pis, producido por el propio Alex Pis y Victor Senior, contando con la ayuda y colaboración de muchos amigos cercanos a la banda, gracias a los cuales ha salido adelante este trabajo que consta de apenas 6 canciones de ese sonido tan propio y personal que ellos nos ofrecen y del que ya hemos podido dar cuenta en las diferentes ocasiones que los hemos visto en directo (https://www.insonoro.com/cronica/4322/cloaca---ojo-pipa)
Esta obra se inicia con "Carne pica´", uno de los cortes que ya tenían en sus redes publicado desde hace algún tiempo y que comienza con esa distorsión de guitarra, tras la que entran ambos músicos con toda su fuerza, para relajar un poco esta intensidad cuando aparece la voz y luego recuperarla con un ligero aire stoner, mientras la voz está perfectamente arropada por los coros que le dan más potencia, contando con una letra muy divertida, a la vez que la canción fluye con esos cambios de ritmo que hacen que menees la cabeza sin saber muy bien por donde van a salir, parando de golpe la pieza y retomándola con mucha energía y una gran demostración de su enorme calidad y esa frescura de la que hablábamos anteriormente. Sin duda alguna, un buen ejemplo de lo que nos vamos a encontrar y que además te engancha.
Pasamos ahora a "Tate al solete"que comienza con la voz principal, llevándonos por un tema muy relajado y alegre, acorde a ese aire festivo que parece llevar el corte, con unos coros muy distendidos, mientras la canción va cogiendo fuerza, con una letra muy cachonda, volviendo a recuperar ese aire mas relajado del principio, intensificando de nuevo el estribillo, para luego ralentizarse brevemente, ya que a continuación nos encontramos con una guitarra realmente adictiva que da un toque radicalmente diferente a la misma, recuperando ese sonido inicial que acaba desembocando en un final muy acelerado gracias a la velocidad y contundencia de la batería. Una maravillosa locura.
Otro de los cortes que ya tenían publicado en sus redes sociales y que es ya un clásico de sus conciertos es "Jari de la yaya", con ese comienzo tan pausado, con la guitarra llevando un ritmo muy lento, que poco a poco la batería y posteriormente la guitarra se encargan de endurecer, cogiendo mucha velocidad y fuerza, hasta que se vuelve a relajar cuando aparece la voz y los coros que nos pasan a contar esta divertida historia, volviendo a encenderse el tema, contrastando de nuevo con la relajación cuando surge la voz y ese pegadizo estribillo, cogiendo más fuerza la canción en la parte final, con la guitarra y la batería desatadas, y demostrando, una vez más, esa genial locura que tienen. Un auténtico clásico ya.
Y vamos avanzando con otro de sus temas más celebrados y conocidos como es "Tortilla de patata", y ese suave y pausado comienzo, con la voz en primer plano y una guitarra sonando de fondo, cogiendo intensidad el corte cuando aparece la batería pero todavía manteniendo esa calma inicial, para que luego, y de manera paulatina, vaya cogiendo fuerza, antes de volver a suavizar la pieza cuando aparece ese pegadizo estribillo, que va creciendo con los coros que le acompaña y que se repiten hasta el final, convirtiéndose en uno de las canciones que mejor funcionan en directo. Imposible no ponerte a cantarla.
Llega el momento del tema que da nombre a la banda "Ojo pipa", un corte cuyo titulo es citado desde el comienzo, cogiendo mucha rapidez e intensidad desde el principio, con un sonido bastante garagero, en donde la intensidad y la contundencia es la base del mismo, pero jugando con contrastes de sonido que nos dejan una canción donde nos encontramos un parón hacia la mitad en donde la pieza lleva un tono más lento y pesado, aunque nuevamente retoman esa rapidez que caracteriza a la misma, con esa divertida letra que la da aún más frescura a la misma. Un puto himno.
Para concluir este breve trabajo nos encontramos con "Pifostio" y ese loco y rápido comienzo, en donde parecen llevarnos hacia un sonido americano pero a su estilo, encontrándonos con la voz principal, con ese divertido sonido de guitarra, cambiando el aire de la pieza hacia una parte más relajada tras la que, tras citar el titulo de la canción, vuelven a acelerarse y a recuperar esa fuerza, hasta que ésta se vuelve a relajar con un incendiario solo de guitarra, jugando con esos contraste , para acelerar el final, mientras la voz parece desgañitarse y acabando con ese redoble de batería. Un gran ejemplo de lo que la banda nos trasmite con su música.
Y así concluye este primer trabajo de los cántabros Ojo Pipa, que demuestran que se puede crear muy buena música sin tener que ceñirse a un sólo estilo y dejándose llevar por lo que uno lleva dentro, eso si, siempre que esto tenga la calidad necesaria y de eso los Ojo Pipa van más que sobrados y ellos dos se bastan y se sobran para regalarnos media docena de temazos.
Sin duda, la frescura es la base sobre la que se asientan sus canciones, tanto en lo musical como en lo lírico, con letras muy desenfadadas pero que casan perfectamente con su propuesta y con ese mundo de desconcierto y locura por el que parecen querer llevarnos, y que se acrecenta en sus directos, donde todo lo aquí reflejado se multiplica y que os recomiendo encarecidamente.
Lo dicho, una gran puesta de largo de unos Ojo Pipa que son una auténtica garantía en directo y que con este trabajo no hacen sino mostrar a todo el mundo una parte de lo que es su propuesta, que gustará a todo aquél que ande buscando grupos que se salgan de lo habitual y estos torrelaveguenses son un maravilloso ejemplo.