Siempre es triste cuando una buena banda se separa, pero eso no quiere decir que sus músicos no puedan seguir aportándonos grandes cosas en otros proyectos y no será la primera vez que, de un buen grupo disuelto o en stand by, surgen varios, más que interesantes y que nada tienen que envidiar a la formación de la que procedían.
Cuando por diferentes razones los siempre infravalorados Sphinx decidieron tomarse un descanso en 2014, aparecieron dos grupos con componentes de la mencionada banda gaditana: de un lado los power metaleros Gizëh y de otros los más heavy metaleros SnakeyeS.
Precisamente SnakeyeS acaban de publicar su tercer trabajo, "Evil must die", a finales de marzo y en pleno confinamiento, sucesor de su debut "Ultimate sin" del 2015 y de su segundo disco "Metal Monster" del 2017, estando el grupo integrado desde sus inicios por el vocalista Cosmin Aionita y los ex integrantes de la mencionada banda Justi Bala a la guitarra, José Pineda al bajo y Carlos Delgado a la batería.
Como ellos mismos nos anuncian, este nuevo trabajo es una obra conepctual inspirado en un mundo de maldad sobre el que bascula la misma, componiendo un intenso y contundente disco de Heavy Metal, que fue grabado, mezclado y producido por José Pineda en los Área 51 Studios de Cádiz, con una impactante portada de Leo Traverso, muy acorde a la temática del álbum.
Y durante los próximos 47 minutos que dura este trabajo no va a haber tregua, comenzando por "War machine" y esos sonidos de guerra y de una radio que la dan inicio, con un ritmo lento y una sección rítmica muy contundente, bien arropada por una guitarra que se acelera hacia el minuto dando paso a la voz de un cantante que nos demuestra sus grandes cualidades para esta música, mientras la sección rítmica nos sigue machacando, topándonos con un estribillo muy pegadizo, con Cosmin mostrándonos su fuerza vocal, siguiendo el corte por esos derroteros poderosos hasta que, tras el segundo estribillo, la canción se relaja brevemente para luego lanzarnos por un vertiginoso solo de guitarra, realmente bueno, tras el que recuperamos la parte central del tema, concluyendo en todo lo alto. ¡Un auténtico himno!
Vamos ahora con el que fue adelanto de este trabajo a principios de año, es decir "The evil dead", una canción que se inicia a toda pastilla, con la sección rítmica realmente potente y la guitarra dibujándonos bellos sonidos, surgiendo la voz de Cosmin con mucha garra y fuerza, relajándose ligeramente el corte antes de un estribillo en donde el juego de las voces y los coros le dan más caña y profundidad, siguiendo el tema con ese sonido potente y que te hace cabecear, antes de volver a encarar ese pegadizo estribillo, rebajándose un poco la intensidad del mismo, jugando con diferentes intensidades antes de que la guitarra se lance a por un solo muy rápido pero con mucho matices, enriqueciendo aun más la pieza, para dar paso a la voz principal con la que la misma vuelve a coger potencia. De las de cantar puño en alto.
Contundente también es el inicio de "New world order", el que fue segundo adelanto del disco, con una guitarra afilada sobre una potente sección rítmica, bajando de velocidad brevemente el tema, para que después la batería cobre protagonismo y dé entrada a la voz de un Cosmin, que nos vuelve a demostrar esa gran potencia de su voz, llevándonos por un estribillo muy pegadizo y con la voz probando sus límites antes de rebajar las revoluciones y que se oiga un breve discurso en off que da lugar a un solo de guitarra que se va acelerando paulatinamente, mientras la canción combina diferentes intensidades y momentos en los que cada uno de los instrumentos cobran protagonismo, retomando el citado discurso y después ese genial estribillo, que se va acelerando y con el que concluye el corte. Una gran demostración de cómo hacer Heavy metal de toda la vida y que suene fresco.
Un inquietante inicio de manera escalonada nos trae "Lose control", con un sonido muy machacón y en donde la contundente batería y el bajo tienen cierto protagonismo inicial, antes de dar paso a la voz más relajada de Cosmin, al menos al principio, manteniendo esa esencia más calmada hasta que durante el estribillo el sonido sea más contundente y fuerte, siendo éste muy pegadizo, acelerándose la canción tras el segundo estribillo gracias a un solo de guitarra que desemboca en una parte donde la música se frena, hasta que la voz retoma la esencia de la pieza, antes de llevarnos hacia ese estribillo, con el que viajaremos al final del corte. Para cabecear y cantar puño en alto.
Cuando escribo estas líneas el último adelanto de este trabajo ha sido "I am evil", que se inicia con una locución, la cual es seguida por la banda sonando con toda su fuerza, secundada por la voz enérgica de Cosmin, teniendo el corte mucha garra desde su inicio, con cambio de intensidades y un muy efectivo estribillo, tras el que surge un solo de guitarra, retomando la estrofa y el estribillo y llevándonos a una parte donde la velocidad se frena brevemente, encontrándonos un genial solo de guitarra, extenso pero con muchos matices, antes de que la canción se acelere con la presencia de la voz y toparnos con ese estribillo que en su parte final acelera el tema, concluyendo el mismo en todo lo más alto. Dinamita pura.
Pasamos el ecuador del disco con "Dead don´t ride", con el sonido de la noche como intro y comenzando el corte de manera lenta con una guitarra que da paso a un inicio muy grandilocuente y con la batería marcando el arranque potente del mismo, mientras la guitarra suena realmente genial, arropando a un vocalista que nos sigue dejando maravillado, a la vez que el tema nos va adentrando en ese estribillo realmente logrado y que nos transporta a los grandes clásicos de los años 80, mientras la canción fluye de manera magistral, con una parte más relajada en la que los instrumentos son los que se hacen notar, transportándonos por un gran solo de guitarra, sobre todo en esa bella segunda parte, parándose la pieza y reiniciándose con la bateria que nos mete de lleno en la parte previa al estribillo que desembocará en ese sonido de guitarra constante con el que concluirá. Auténtico heavy metal de la vieja escuela pero sonando actual.
Es el momento de "The clown and the god" que se inicia con el sonido de un circo, para encontrarnos después con un redoble de batería y una guitarra acompañada por la voz que se eleva, mientras el corte sigue un devenir potente y cañero, con momentos en los que la batería se muestra realmente presente y sin que su vocalista deje de demostrar su gran valía, como en ese estribillo tan efectivo y que acaba con su voz subiendo, para que, tras el segundo estribillo, la canción se endurezca aún más y coja velocidad, sobre todo a cargo de una guitarra que nos muestra otro gran solo, tras el que el tema se relaja brevemente, apareciendo luego la voz y siendo ésta la que nos vuelva a llevar a ese estribillo, que nos conducirá hasta el final de la pieza. Otra que no te podrás sacar de la cabeza.
Muy potente desde el comienzo es "Death Stranded", con la guitarra brillando desde el principio, en un corte que fue el tercer adelanto del disco, apareciendo la voz de Cosmin que nos lleva por un tema machacón y potente que va cogiendo más fuerza antes de ese magistral estribillo, al que los coros le dan un brillo aún más especial, y que es seguido por un breve solo de guitarra, tras el que retomamos la esencia de canción y después, tras el segundo estribillo, nos encontramos con la guitarra demostrando su clase en un solo donde combina diferentes intensidades, desembocando en el estribillo que nos va precipitando hacia un final donde de nuevo la guitarra se hace notar. Muy guitarrera y directa.
Explosivo y potente es el comienzo de "Sign of our times", teniendo continuidad con un ritmo potente y juguetón que da paso a la voz principal, en un corte que, desde sus primeros compases, aventura a ser un himno, como podemos constatar cuando llega su estribillo, muy pegadizo, y que es seguido por un gran solo de guitarra, retomando el ritmo de la canción para, tras el segundo estribillo, ésta relajarse inicialmente para luego coger más impulso, con una cabalgada donde la guitarra va acelerando paulatinamente la pieza, retomando el ritmo de la guitarra y metiéndonos de lleno en ese estribillo que se repita hasta el final del tema. Para cantar en los conciertos.
Y acabamos esta obra con la canción más extensa del disco, la maravillosa "All gods are dead" que se inicia de manera relajada, con el bajo muy presente hasta que ésta coge fuerza con la irrupción de una potente batería que sigue llevando el corte por un sonido tranquilo, con un tono más épico, surgiendo la voz que juega con sus diferentes registros, sobre todo en ese estribillo, después del cual volvemos a recuperar la primera estrofa y el estribillo siempre en el mismo ritmo, que es relajado levemente tras éste para continuar con un sonido muy machacón que acoge el sólo de guitarra, después del cual el tema amaga con acelerarse, haciéndolo finalmente, para, tras un breve solo de guitarra, relajarse con una guitarra acústica, retomando el ritmo de la pieza, que sigue manteniendo ese estribillo de manera constante, para, en la recta final de la misma, recuperar esa parte relajada inicial y dándola por concluida de manera tranquila. Muy muy buena.
Y así concluye este gran disco de Heavy Metal a cargo de unos SnakeyeS que han dado un gran paso adelante con la publicación de este "Evil must die" y es que se nota que lo que ya apuntaban en sus anteriores trabajos ha sido trabajado con decisión y sabiendo cómo obtener muy buenos temas, consiguiendo que la escucha del mismo no sólo se pase rápido sino que te quedes con ganas de volver a ponerlo más veces.
Todos los componentes están magníficos y han conseguido que, partiendo de unas raíces muy marcadas en los grandes nombres del genero de la década de los 80, su música suene muy fresca y actual y, sobre todo, lograr que su música pueda gustar a seguidores del Heavy Metal de cualquier edad o procedencia, demostrando una vez más, la inmortalidad de este estilo.
Si te gusta el Heavy Metal de toda la vida, SnakeyeS te van a gustar porque son grandes músicos y este disco, repleto de temazos, has de tenerlo en tu colección.