En el mundillo musical mucha gente busca innovar y hacer propuestas cada vez más complicadas y novedosas y eso está muy bien, pero no hemos de olvidar aquellos sonidos más primitivos que nos han traído aquí y, afortunadamente, siguen saliendo grupos que buscan de alguna manera recuperar esos estilos de otros tiempos llevándolo a la época actual.
De la formación bizkaina Akainak tuvimos noticias a principios del pasado 2020 cuando subieron una demo, llamada "Enero 2020", con un par de temas grabados en su local de ensayo y en donde la formación, compuesta por Jabi a las voces, Jondis a la guitarra, Gaizka al bajo e Imanol a la batería, ya nos dejaban entrever lo que iba a ser su estilo, una mezcla de punk y hardcore, con unas letras muy actuales y con un pie en el sonido de ciertos grupos de lo que se llamó rock radical vasco pero sonando actuales.
Ahora nos traen su primer trabajo propiamente dicho, llamado "Zortziko Txikia", que fue grabado en noviembre del pasado año por "Space-Bar Recordings" en su propio local, siendo todos los temas compuestos por la propia banda, aunque la letra de "Carbonia" está basada en el final del libro del mismo título de Nanni Balestrini. El disco ha sido editado en febrero de este mismo año por Zirikatu Records.
Muy trabajada es la maquetación de la obra, con una portada que nos muestra la pintura "Romería en Santa Lucía en 1925 (Laudio)" del pintor José Arrue (1885-1977) y que fue realizada para el calendario publicitario de la empresa Arcadio D. De Corcuera en 1952, con el CD físico con la foto de una galleta y una muy buen prestación de fotos y dibujos.
Y vamos a desglosar las 8 canciones que, en poco más de 20 minutos, nos trae este disco que se inicia con "Carbonia", que comienza con el sonido de la batería la cual da entrada al resto de instrumentos a toda velocidad, igual que la voz, para luego ir intensificándose cada vez más antes de cada estrofa, directa y a la yugular, hasta llegar a ese momento en que la pieza cambia el ritmo y llegan esas frases que nos incitan a pelear por aquello que deseamos, siguiendo esa línea más lenta pero igual de intensa, con un final totalmente explosivo, antes de regresar con esa proclama final. Una buena muestra de lo que nos vamos a encontrar de aquí en adelante y de las que te engancha de primeras.
La voz es la que da comienzo a "Panoli", entrando la música a toda pastilla y parándose cuando vuelve a rugir la voz, para luego subir la velocidad mientras la voz nos va contando las peripecias del protagonista, con ese estribillo corto y directo y en donde aparecen los coros para reforzarlo, siguiendo con esa intensidad y velocidad hasta que, tras el segundo estribillo, se baja la velocidad pero sin perder la fuerza del corte, mientras nos siguen relatando las "virtudes" del personaje que da título al tema, pasando por un breve solo de guitarra, para ser después el bajo el que toma protagonismo antes de que la batería nos recupera la velocidad inicial que nos llevará hasta ese final. Muy divertida esta pieza que les ha quedado muy bien.
Pero no solo tienen canciones cantadas en castellano sino que también usan el euskera en ese "Balkoiak Pandemian", que, como su nombre indica, habla sobre la policía de los balcones en esta pandemia, comenzando con una paisana acusando a alguien de no estar en su casa y llamándole de todo, arrancando el tema con el sonido de la batería, para luego entrar todos los instrumentos de manera conjunta y explosiva, antes de empezar a acelerar el corte y surgir la voz, cantando a toda pastilla, con ese ritmo que te hace mover la cabeza de manera compulsiva, para luego bajar un poco esa rapidez brevemente pero no la fuerza, retomando esa velocidad con partes donde se acelera todo un poco más y concluyendo con nuestra vecina favorita como al principio. Un temazo y de las que más me gustaron nada más escucharlo.
Vamos ahora con nuestros amigos de la patronal en ese "Liquidador de empresas", comenzando con ese sonido de batería que da entrada a la voz y al resto de instrumentos de manera intensa, para luego coger fuerza y velocidad, jugando con algunos cambios de ritmo leves, mientras nos siguen relatando todo el entramado de gente que hacen que los trabajadores no puedan protestar por sus derechos, acelerándose cada vez más la pieza, hasta que, de repente, se frena la velocidad aunque sin perder la intensidad, para, tras una demostración musical de las virtudes de los intérpretes, ser el bajo el que nos meta de nuevo en ese machacón final. Verdades como puños relatadas de manera directa y efectiva.
Una de mis favoritas es "Ai, gure natura!", la más corta del disco y que estaba presente en su maqueta, con ese comienzo rápido y entrecortado y la voz en primer plano, cantada lógicamente en euskera y siguiendo ese ritmo entrecortado durante todo el tema, con momentos en que la velocidad va creciendo, para encarar la recta final con ese estribillo sonando de manera machacona y terminado el corte de manera abrupta. Me recuerda mucho a como se hacían las canciones en los 80, con un mensajes directo y sin muchos adornos, y por eso me gusta.
Hace unas semanas que acabó la Eurocopa de futbol y la banda le había dedicado su tema "Europota" porque Bilbo iba a ser una de las sedes, aunque finalmente no pudo serlo, pero lo que dice la letra sirve para cualquier otra ciudad, comenzando el corte con el bajo en primer plano, mientras van entrando el resto de los instrumentos de manera relajada, a la vez que la voz nos va contando lo que opinan de la misma, acelerándose en las estrofas previas al estribillo, ciertamente muy pegadizo y que se te mete rápidamente en la cabeza, para volver a retomar la velocidad con esa estrofa previa, antes de decelerarse un poco antes del estribillo, con un breve parón que retoma esa velocidad precedente y que nos lleva al final con esa tajante conclusión. Otra canción que seguro será un desmadre cuando se puedan hacer conciertos como los de antes.
Un juguetón sonido de guitarras nos da inicio a "Sado police", la otra canción que estaba en su maqueta, para luego entrar a toda velocidad tanto la música como la voz, con un estribillo donde los coros cobran mucho protagonismo y la hacen algo más accesible, para luego retomar esa velocidad, con una parte instrumental que luego se va frenando cuando aparece la voz casi susurrando, antes de recuperar, tras un parón, esa velocidad previa y llevarnos a ese final frenético. Un tema muy vacilón y que da un punto diferente al sonido de la banda sin perder su esencia.
Y llegamos al final del disco con ese rápido pero sobre todo cañero comienzo de "Zaratak", con un sonido más pesado, dando paso a la voz, que mantiene el estilo de la pieza, antes de volver a una parte donde los instrumentos cobran más protagonismo, acelerándose brevemente, hasta llegar a un abrupto corte para luego retomar el tema a toda velocidad, con la voz cantando a toda pastilla y los instrumentos muy acelerados, para, una vez terminado el mismo, encontrarnos con los miembros del grupo cantando una canción popular de aquella zona, dando un toque folclórico como final del disco. Muy variada y con muchas cosas que no te esperas, pero dejándonos un buen resultado.
Y así, con casi la necesidad de volver a ponerlo, acaba este primer trabajo de los Akainak, un disco que me ha entrado muy bien y me ha gustado mucho porque han sabido aglutinar muchos de esos sonidos de otras épocas, pero pasándolos por el tamiz actual y, sobre todo, construyendo canciones que deberían ser auténticos himnos; es más, si hubiesen sido hechos a mediados de los 80 seguro que ya lo serían.
Han conseguido algo que me parece bastante difícil de lograr y es que ese sonido suene fresco y actual y, al mismo tiempo, darle un toque personal, con letras donde mezclan reivindicación y una ligera parte humorística pero hechas con gusto, dando como resultado un disco que recomiendo a todos los seguidores del punk-hardcore de toda la vida.