Hay estilos que pueden no estar en el candelero o no ser los más escuchados durante muchos años pero siguen teniendo vigencia y renovándose dentro del underground como puede ser ese Thrash Metal con un ligero toque Death Metal que tan en boga estuvo a finales de los años 80 y primeros 90 en Europa y Latinoamérica, lejos de ese sonido más accesible, por decirlo de alguna manera, del Thrash norteamericano.
En ese sonido es donde podemos encasillar a Innertha, una banda que surge de la mano de músicos experimentados de la escena cántabra como son Tukas a la voz, Javi a las guitarras, Raúl al bajo y Dani a la batería, quienes comenzaron esta aventura allá por el año 2018, con algún cambio de formación por el camino y teniendo que posponer su debut en directo que estaba previsto para unos días después del confinamiento general.
Al tener que cambiar todos sus planes por la pandemia y no poder presentar su música en vivo, deciden dar el salto y publicar su primer disco, este "Oni Kudaki" del que os voy a hablar, que ha sido grabado, mezclado y masterizado durante la primavera del 2021 en los K-215 de Los Corrales de Buelna por Joaquín Fernández Campuzano "Kini" quien también se hizo cargo de la producción musical y arreglos, siendo el logo, fotografía, diseño y maquetación obra de Hard As Iron, es decir del propio Kini, y contando con el soporte logístico de Ismael Fernández.
El disco ha sido editado por Dead Sheep Productions que lleva el mencionado Kini, el 1 de septiembre del 2021, demostrando una vez más la gran apuesta de este experimentado músico, integrantes de Karonte, Mordor y Los Perdedores, por la banda, lo que nos deja bien a las claras la calidad del producto que tenemos entre manos.
Y este trabajo, de 8 temas y una duración de media hora, se inicia con "Inertes", que va arrancando de manera increscendo, hasta que la sección rítmica rompe ese sonido introductorio aunque de forma calmada pero poniéndonos en aviso de que la tormenta puede desatarse en cualquier momento como así lo hace cuando surgen de manera explosiva la voz y la guitara que nos presentan ya un sonido duro y rápido, con la voz de Tukas cantando con mucha fuerza, cambiando la música de intensidad de nuevo y recuperando ese sonido inicial, regresando luego la fuerza con esa guitarra que tan bien suena, dando paso a ese estribillo donde se reitera el titulo de la canción, reforzándose la voz con unos coros que dotan a la pieza aún de más intensidad, sonando la música muy poderosa en ese final al que llegamos de manera más relajada. Una gran carta de presentación para saber por dónde van los tiros musicales de la banda.
El comienzo de "En llamas" es de los que te acaban de enganchar al disco definitivamente, con ese sonido de batería que se alterna con el de guitarra de manera juguetona, para que la breve aparición de la voz dé entrada al tema en sí, que sigue por esa línea, potente y cañero, para luego acelerarse cuando surge la voz principal, dando paso a un estribillo pegadizo pero al mismo tiempo agresivo, que contrasta con esa parte más calmada que le sucede pero sin perder esa intensidad y en donde la voz de Tukas surge más clara para luego volverse más agresiva y endurecer la pieza que retoma ese ritmo cañero que ha tenido desde su inicio, con esa letra tan elaborada que tiene, dando paso de nuevo al estribillo, después del cual es la guitarra la protagonista, arropando con mucha clase esas estrofas finales, para recuperar esos sonidos iniciales que van dejando caer la canción. Uno de esos cortes que te harán mover la cabeza en directo con total seguridad.
Vamos ahora con el que ha sido video adelanto y que además da nombre al disco, "Oni Kudaki", que empieza de manera explosiva, con todos los instrumentos a toda velocidad, para, de repente, pararse todo menos la guitarra, dando entrada a una parte más lenta y pesada que dura muy poco ya que Tukas nos vuelve a meter en ese sonido intenso inicial, cantando aún con más agresividad si cabe, para, de nuevo, relajar la canción con ese estribillo pegadizo y reiterativo en el que la voz canta con mucha fuerza, antes de retomar esa fuerza que contiene el corte y que te hace volar la cabeza con ese sonido de batería que tiene y que es sucedido por un rápido y cañero solo de guitarra, muy bien arropado por una genial sección rítmica, para volver a relajarse cuando surge ese estribillo, muy quedón y tras el que vamos a recuperar la agresividad inicial hasta llegar al final con Tukas dejándose la voz. Un verdadero temazo.
Otro de los temas que más me han gustado de esta obra es "El sepulturero", que se inicia con una potente batería y guitarra, que dan entrada al mismo, con un ritmo machacón y contundente que se te mete en la cabeza de inmediato, con la voz surgiendo rápidamente, contando la pieza con algún cambio de intensidad, pero sin perder ese sonido constante que lleva y que te hará mover la cabeza, jugando con esos breves cambios de fuerza, antes de surgir un gran solo de guitarra a cargo de Kini de los Karonte, recuperando luego ese sonido que ha tenido la misma, para, tras un leve cambio de ritmo, dar paso a ese pegadizo estribillo en donde se repite el titulo de la canción y con el que vamos a ir llegando al final, intensificándose aún más y acabando de manera abrupta. Muy machacona, pegadiza y de las que entran a la primera.
Pasando el ecuador del disco nos encontramos con "Oscuridad", un tema que se inicio con un misteriosos sonido y con la voz dando inicio a un corte que va a toda pastilla desde el comienzo, con los instrumentos dándolo todo, llegando a ese machacón estribillo, tras el que la música tienen un breve cambio de intensidad, para luego recuperar esa velocidad inicial, antes de aparecer de nuevo el estribillo, para, tras ese breve cambio, dar un giro a la pieza hacia un sonido más lento y machacón que la dota de más fuerza y agresividad, relajándose con un solo de guitarra que enlaza con la parte más rápida del inicio y el estribillo, de nuevo reapareciendo esa parte más machacona, para luego acelerarse más todavía y terminar de manera más relajada. Una gran canción con muchos cambios de ritmo.
Vamos ahora con "Devastación" que se inicia con esa entrada de la sección rítmica para dar paso a unas guitarras intensas, con la voz sonando con fuerza, llevándonos en su inicio por un sonido más cañero, para luego coger velocidad cuando llega el estribillo, pasando a bajar las revoluciones después del mismo, antes de, tras el segundo estribillo, relajarse primero de manera puntual y luego más calmado, con esa tensión que se desata en un rapidísimo solo de guitarra, para dar paso a ese ritmo pausado sobre el que ahora asoma el estribillo, antes de coger revoluciones y encarar la recta final de esta potente pieza, que nos va a despedir con diversos cambios de intensidades como si fuera un resumen de lo que hemos escuchado en este corte. Un tema que te va sorprendiendo por su variedad y cambios de ritmo.
Uno de los temas que seguro va a llegar pronto a la gente cuando le escuchen es "Enemigo interior", para el que de nuevo cuentan con la labor de Kini Karonte, pero esta vez a los coros, comenzando con unas guitarras muy heavy metalera, siguiendo ese sonido durante todo ese inicio instrumental, para luego coger velocidad cuando surge la voz de Tukas que imprime agresividad al corte, que de nuevo se relaja cuando llegamos al estribillo, en donde vamos a contar con la presencia del invitado, para, después de éste, volver a acelerarse y cobrar más fuerza, relajándose luego hacia ese aire más heavy, dando paso a un buen solo de guitarra, con una potente sección rítmica que se intensifica cuando surge la voz principal, endureciéndose más la pieza y mostrándonos ese sonido propio de la banda, para luego relajarse levemente cuando surge el estribillo, que ya nos ira acompañando hasta el final de la misma. Un temazo y que es una buena demostración de cómo hacer una canción con un sonido diferente pero manteniendo la esencia del grupo.
Y llegamos al final del disco y lo hacemos con la presencia de otro invitado, concretamente Tuko de Adgar, que será el guitara solista en "Derecho a morir", la cual comienza de manera potente y cañera, con un sonido machacón, la voz surgiendo pronto y la guitarra mostrando su brillantez, cogiendo más rapidez el corte cuando aparece el estribillo, para luego recuperar esa aire más pesado, con esas partes en que voz y guitarra se solapan haciendo un bonito efecto, retomando esa velocidad en la que discurre el estribillo, tras el que el tema se relaja y se pausa, con la guitarra acústica en primer plano y las voces más relajadas, pero será solo de manera puntual porque el corte vuelve a coger velocidad con un gran solo de guitarra, tras el que surge la voz que repite el titulo de la canción, antes de que se recupere ese sonido machacón inicial que nos lleva a ese pegadizo estribillo, con la pieza relajándose hasta concluir. Un gran tema y que te engancha enseguida.
Y así, con ganas de volver a darle al play, concluye este primer disco de unos Innertha que nos han dejado un gran trabajo, con mucha variedad en sus composiciones pero siempre partiendo de ese sonido personal que ellos quieren ofrecernos, con un gran nivel musical y una magnifica interpretación a las voces.
Se nota que la banda está compuesta por gente curtida en esto de la música y que, aunque acaben de surgir como banda, saben muy bien como engancharnos, a base de canciones en las que la velocidad y la fuerza no están reñidas con la melodía y esos contrastes que hacen que su música sea variada. Por cierto, la producción del disco es muy buena y se puede apreciar hasta el más mínimo detalle.
Ahora toca ver como suenan estas canciones en directo, algo que, si no pasa nada, podemos comprobar el 25 de septiembre cuando estarán actuando en el Rock Beer The New de Santander, pero, a tenor de lo aquí escuchado y del bagaje que tienen estos músicos, estoy seguro que en directo las canciones van a ser unos auténticos cañonazos.
¡Muy muy recomendado para amantes del Thrash Metal de toda la vida!
09/09/2021 
Txutxy Cano 
