Con la idea de recuperar aquella ciudad inquieta y con una gran actividad cultural que era la Torrelavega de los años 80 y 90, surge hace ya 8 años la Asociación Cultural Octubre, buscando ser un referente al margen de las instituciones y así dar cabida a la cultura de calle tanto local como regional y estatal, habiendo pasado por su sede diferentes artistas de renombre, pero también abriendo las puertas a aquell@s que están empezando. Ante la crisis socio-cultural provocada por el coronavirus, este colectivo se ha visto en la necesidad de recurrir a un crowdfunding para mantener su vigencia. De esto y de otros elementos relacionados con dicha asociación hemos charlado en esta entrevista que aquí os dejamos.
¿Qué tal lleváis esta situación? ¿Con ganas de volver a la normalidad?
La verdad es que se está haciendo larga la espera. Estamos, por un lado angustiados, pues necesitamos recuperar cuanto antes la normalidad para organizar actividades en nuestro espacio, y por otro lado ilusionados, pues seguimos intentando generar actividad aunque sea en otro espacio y con estas medidas que nos limitan. En el mes de octubre pasado organizamos varios fines de semana con una programación variada utilizando un espacio municipal, pero nos golpeó de nuevo la pandemia y tuvimos que suspender los eventos. Veremos qué pasa con las próximas actividades que tenemos programadas. Hay que seguir, generar cultura, no caer en el conformismo cultural, despertar conciencias, y salir de esta historia como sea.
Para aquellos que no os conozcan contadnos un poco en qué consiste la Asociación y qué objetivos busca.
Somos la Asociación Cultural Octubre de Torrelavega, Cantabria. Llevamos ocho años de andadura generando una actividad cultural al margen de la cultura oficial, siendo referencia y punto de encuentro para colectivos, grupos y personas, que han encontrado en nuestro espacio (una nave en Sierrapando) un lugar donde poder desarrollar proyectos culturales que rara vez tienen cabida en las programaciones y propuestas culturales institucionales.
Octubre nació de la inquietud de un grupo de personas con ganas de desarrollar un proyecto cultural independiente y alternativo en la ciudad y en la comunidad. Con pocos referentes previos hasta el momento (aunque muy valiosos), y con la incertidumbre de no saber cómo sería acogido nuestro proyecto, nos lanzamos a ello. Teníamos claro que queríamos un espacio donde ofrecer propuestas culturales que rompiesen, de alguna manera, con la cultura oficial, una cultura que consideramos encorsetada y homogénea. Otra de las cuestiones que también tuvimos clara desde el principio es la autogestión.
En principio, los objetivos que nos unían eran más básicos. Se han ido concretando y definiendo a medida que el colectivo ha ido avanzando. Seguimos siendo un colectivo en construcción.
Algunos de nuestros principales objetivos son: crear y mantener un espacio donde desarrollar actividades culturales, concebir la cultura y el arte como herramientas de transformación, ser críticos y contribuir a transformar la realidad en la que vivimos, extender nuestro mensaje así como nuestra forma de pensar y de hacer. Y para todo ello, también nos propusimos objetivos de carácter más organizativo, como: formar y consolidar un colectivo organizado, adquirir mayor implicación y mayor conciencia entre nosotros y nosotras…
Para llegar a esos objetivos organizamos multitud de actividades culturales, de todo tipo (música, teatro, presentaciones de libros, jornadas, exposiciones…). También preparamos nuestros propios montajes artísticos. Se trata de instalaciones artísticas que hemos llevado a las calles de nuestra ciudad, aunque también las hemos montado en otras ciudades como Tudela o Móstoles. En estos montajes artísticos tratamos temas concretos, hacemos crítica y denunciamos temas como el machismo, el racismo, el consumismo, el fascismo, la vulneración de derechos… Se trata de montajes que requieren mucho trabajo de montaje y desmontaje, mucha planificación y coordinación. Nos sentimos muy a gusto expresándonos así, y todos los montajes han tenido muy buena acogida siempre.
Durante todos estos años, ¿cómo ha subsistido la Asociación? ¿De dónde proceden los ingresos que habéis ido recibiendo?
Desde el principio, nuestra organización se basa en la autogestión, es decir, nos autofinanciamos, no recibimos dinero de ninguna institución (tipo subvención o convenio de colaboración, por ejemplo). De esta manera, aunque es más difícil y laborioso sacar los proyectos adelante, podemos decir que somos independientes y autónomos. Y hasta ahora hemos conseguido que la Asociación siga funcionando por sí sola, de manera independiente.
Inicialmente, pusimos algún dinero entre nosotros y nosotras para arreglar y acondicionar la nave, nuestro espacio. Ese dinero aún no lo hemos recuperado del todo.
Tenemos unos gastos fijos mensuales bastante elevados (alquiler de la nave, luz, agua, basura, mantenimiento, seguro de responsabilidad civil, merchandising, cartelería…).
Para hacer frente a los gastos, organizamos diversas actividades. Intentamos que cada actividad que organizamos se autofinancie por sí misma, es decir, que no suponga un gasto extra. No se trata de obtener mucho dinero, sino el dinero necesario. También intentamos mantener precios populares (en la barra del bar, en las comidas…), más asequibles a todo el mundo, y más en los tiempos que corren.
Tenemos socios y socias de cuota (25€ al año), que apoyan nuestro proyecto. Disfrutan de descuentos (por eso figuran dos precios en los pases de los eventos) y algunas ventajas.
Además, mantenemos otras fuentes de ingreso como venta de lotería (en Navidad), sorteos y rifas, fiestas, comidas, donaciones, venta de camisetas, mercadillo solidario y los montajes artísticos en otras ciudades…
Pero sobre todo, contamos con el capital humano, es decir, con el trabajo de cada uno de nosotros y nosotras, que es lo más valioso, trabajando desinteresadamente en nuestro tiempo libre.
Este año pasado de pandemia nos hemos visto obligados a cerrar nuestro espacio. Hemos logrado sobrevivir gracias a lo ahorrado por la asociación y a las aportaciones solidarias de los socios y socias, sin embargo la situación no mejora y la ausencia de actividad dificulta muchísimo nuestra continuidad.
Desde hace unas semanas habéis puesto en marcha un proyecto de crowdfunding. ¿Qué es lo que provoca llegar a esta situación? ¿Qué tal está siendo la acogida en general por parte de público y medios? ¿Os esperabais este recibimiento?
La situación actual generada por la pandemia ha puesto seriamente en peligro la continuidad de proyectos como el nuestro. Sabemos que algunos proyectos han tenido que cerrar sus puertas definitivamente, lo cual lamentamos mucho. Es muy difícil mantener un proyecto sustentado por la colectividad, por las aportaciones voluntarias y la colaboración.
Por otro lado, aunque nos cuesta aceptar y adaptarnos a esta “nueva normalidad”, creemos que, ahora más que nunca, debemos estar ahí. La Asociación nació de una necesidad, de una inquietud, por una cultura diferente. La cultura necesita proyectos en los que tengan cabida aquellos y aquellas que carecen de altavoz social. Cada vez más, la cultura ha de ser crítica y aportar nuevas visiones y discursos. Por eso creemos que es necesario que sigamos aquí. Durante 8 años hemos conseguido mantenernos y aportar nuestro granito de arena. Contamos contigo para ello, y ahora necesitamos darle un empujón al proyecto.
Por todo esto hemos decidido dar un paso más y poner en marcha este crowdfunding con el objetivo de lograr mantener nuestro espacio de forma digna, haciendo frente a los gastos del mismo y las mejoras necesarias a acometer.
De momento estamos muy sorprendidos por el apoyo recibido en cuanto a las aportaciones económicas así como los mensajes de ánimo de diferentes colectivos, grupos y personas que como os decía entienden Octubre como un proyecto de todas. También muy agradecidos a los medios de comunicación que nos han ayudado en la difusión.
Si se consiguen los objetivos que os habéis marcado, ¿cuál es el destino prioritario de ese dinero recaudado? ¿Servirá para asegurar a corto plazo la supervivencia de la Asociación?
Con la cantidad recaudada a día de hoy al menos garantizamos la existencia de Octubre por un año más, cumpliéndose así el principal objetivo que perseguimos desde que surgió esta andadura cultural, que no es otra que mantener con vida y actividad nuestro espacio.
Además de hacer frente a los gastos fijos, el objetivo es mejorar y adecuar el espacio que se ha visto afectado por la falta de actividad desde que surgió la pandemia (hace ya un año).
Queremos reparar los desperfectos de las paredes del interior, pintar, cambiar/arreglar la instalación eléctrica, aportar iluminación al escenario, reparar goteras, y sobre todo reconstruir el cierre perimetral exterior así como revocar y pintar toda la fachada y su exterior.
Y si llegamos al “óptimo”, podríamos plantearnos empezar a trabajar en el siguiente montaje artístico.
¿Qué tal ha recibido el conjunto de la ciudadanía de Torrelavega y alrededores un proyecto como el vuestro que se ha visibilizado con diferentes actuaciones en el centro de la ciudad?
Las actividades realizadas en el centro de Torrelavega son montajes artísticos, instalaciones artísticas y han abordado temas muy actuales (inmigración, racismo, consumismo, machismo y violencia de género, memoria histórica…). Ocupamos varias calles del centro de la ciudad. La gente se encuentra estos montajes “plantados” a pie de calle, accesibles para todo el que circula por allí. No pasan desapercibidos, ni tampoco te dejan indiferente. Intentamos hacer pensar a la gente, que se cuestione las cosas, intentamos remover conciencias, para conseguir que este mundo sea un poco mejor. No sabemos si lo hemos conseguido, no sabemos si habrá servido para algo pero al menos, lo intentamos. Lo que sí sabemos es que bastante gente se ha acercado a Octubre después de conocer estos montajes artísticos, y han querido saber más de nuestro proyecto. E incluso se han puesto en contacto con nosotros desde otras comunidades interesándose por estos trabajos.
Desde el principio creímos que los problemas que aqueja nuestra sociedad, no sólo es posible, sino también necesario, hacerles frente desde una perspectiva cultural y artística, ya que creemos en el inmenso poder que tiene la creatividad para transformar el estado de las cosas.
¿Cómo es vuestra relación con otros colectivos e instituciones? ¿Habéis recibido algún tipo de apoyo o más bien las relaciones son frías y distantes?
Uno de nuestros objetivos principales es “extender nuestro mensaje, nuestra forma de pensar y de hacer”, es decir, “sumar, que cada vez seamos más”, “establecer relaciones con otros colectivos afines a nuestros objetivos, a nuestra manera de pensar y hacer”.
Desde el comienzo hemos tenido contacto con diferentes colectivos no solo de Cantabria sino también de fuera. Siempre estamos abiertos a cualquier colaboración si podemos participar y enriquecernos mutuamente. Con el colectivo que más actividades hemos realizado y seguimos manteniendo proyectos conjuntos es con “Cantabria por el Sáhara”.
Con las instituciones existe una relación meramente burocrática a la hora de formalizar cesiones de espacios y calle, pedir permisos a través de instancias...
Entre los meses de octubre y noviembre del pasado año programasteis una serie de actuaciones en el recinto ferial de La Lechera de los cuales sólo se pudo llevar a cabo el primer fin de semana por los cierres perimetrales y los toques de queda. ¿Qué supuso para vosotros esta cancelación? ¿Qué tal fue la acogida ese primer fin de semana?
Supuso mucha frustración. Después de meses parados por la pandemia invertimos muchas horas de trabajo en la programación del 8º aniversario. Teníamos muchas ganas, aunque fuera en otro espacio diferente. Organizamos una exposición permanente con las instalaciones artísticas que habíamos llevado a las calles en los últimos años. Además, paralelamente, programamos actividades para varios fines de semana. Pero tuvimos que cancelarlo todo. Al menos pudimos sacar adelante el primer fin de semana y abrir las puertas. Incluso un colegio visitó nuestras instalaciones artísticas y pudimos explicarles algo del proyecto. Ese fin de semana pasaron por La
Lechera unas 400 personas. Teniendo en cuenta las restricciones y el miedo existente, creemos que fue un éxito.
Enlazando con lo anterior, ¿tenéis pensado conciertos a corto o medio plazo o de momento preferís esperar?
Tenemos programados unos encuentros culturales en el pabellón multiusos “El niño” Sergio García, cerca de La Lechera, en donde habrá varios conciertos. Acabamos de sacar el cartel. Se trata de dos fines de semana: el último fin de semana de mayo (28, 29 y 30) y el primer fin de semana de junio (4, 5 y 6). No sólo va a haber música, también habrá teatro, circo, charlas…
Además, para el espacio exterior de nuestra nave estamos concretando también una programación musical para el verano donde poder disfrutar de conciertos al aire libre, con las medidas sanitarias pertinentes.
¿Cómo veis la evolución de la escena cántabra y de sus grupos desde vuestros inicios hasta ahora?
Para contestarte a esta pregunta nos gustaría echar la vista aún más atrás, mucho antes de nuestros comienzos…
Antes los bares tenían mucho protagonismo en este sentido, organizando conciertos, también algunas salas. Surgían grupos de cualquier estilo, se organizaban festis en cualquier prao. Nosotras valoramos mucho aquellos conciertos de varios grupos que organizaba algún colectivo apoyando alguna causa concreta o denunciando… Pero la cosa se fue complicando, y empezaron con las trabas burocráticas. Para hacer un concierto en un bar hay que solicitar un permiso. El tejido musical/social va desapareciendo, las nuevas tecnologías te ofrecen conciertos desde casa, quedan menos locales, bares, grupos, colectivos… Octubre surgió un poco por esa necesidad de crear un espacio para los grupos, para los conciertos, para la música en directo. Lamentablemente hemos visto desaparecer grupos de música muy buenos…
Nosotros siempre hemos tenido las puertas abiertas a la escena musical, siempre ha sido clave en nuestro proyecto y seguimos apostando por ella.
Obviando la situación de pandemia en la que nos encontramos ahora, lo agrava mucho más.
Centrándonos en Torrelavega y alrededores, ¿cómo veis la situación cultural de la zona? ¿No creéis que está demasiado centrada en un grupo concreto de la sociedad y dejando de lado al resto, sin apenas locales donde programar conciertos? ¿No tendremos el público en general buena parte de culpa por no apoyar lo suficiente con nuestra asistencia?
Actualmente vemos la situación cultural bastante parada. Los límites nunca fueron buenos, y ahora hay demasiadas restricciones que consideramos se aplican con doble rasero dependiendo para qué o para quién. Y es el sector cultural uno de los peor parados.
Estamos en medio de una gran crisis, y como siempre, en toda crisis, la cultura se ve recortada, anulada. Hay muy poca oferta cultural, por no decir, nada de nada. La mayoría de la oferta cultural viene centralizada desde las instituciones y principalmente se basa en puro entretenimiento.
En concreto, en Torrelavega, como en muchos otros lugares, creemos que falta creatividad y ganas de hacer. Es importante que proyectos como el nuestro se sientan apoyados, pues son estos espacios los que están sufriendo con esta crisis, aquellos que intentan ofrecer una cultura más alternativa.
Para una asociación como la nuestra está siendo complicada la subsistencia, no obstante tenemos muy claro que la cultura crítica no puede morir o volver al rincón de los castigados nuevamente, desvistiéndola de la necesaria función transformadora.
La gente tiene que entender que su apoyo es vital para este tipo de proyectos. A veces no vale solo con asistir un día a un concierto. Cuesta mucho sacar adelante este tipo de proyectos. Aquí no tenemos “liberados”, no ganamos dinero personalmente. Todo el trabajo es voluntario y “por la cara”. Si no lo apoyamos ahora todo irá desapareciendo.
A la hora de organizar vuestra programación y responder a los grupos que quieren tocar en vuestro local, ¿cuáles son las líneas rojas que os ponéis para no admitir algún grupo o colectivo?
En principio no tenemos líneas rojas. Las propuestas llegan a la asamblea y tomamos la decisión en conjunto. Sí es cierto que nos informamos del grupo, del contenido de sus letras, de las veces que han tocado en Cantabria, del público que mueve, si ha colaborado otras veces con nosotras, si sacan disco, etc…
Para nosotras también es importante que su trayectoria y el contenido de sus letras vayan acordes con la filosofía de la Asociación, es decir no contengan letras machistas, sexistas, racistas o xenófobas...
Recuerdo un caso concreto que se dijo que no a un grupo porque en el cartel de su gira aparecía una imagen sexista y machista. Entendimos que no era compatible con nuestras ideas.
¿Cómo creéis que saldrá la industria musical de esta pandemia en cuanto a bandas, locales, infraestructuras,…? ¿No tenéis la sensación, ojalá errónea, de que puede irse al traste todo lo que se ha conseguido en los últimos años?
Parece que va a haber menos música en directo, eso es verdad. Las restricciones y los protocolos están ahí. Pero apelamos a la creatividad, siempre lo hemos hecho. Habrá que ser creativos mientras tanto, y seguir organizando conciertos. Eso es lo que nos toca a nosotros. Y a los artistas, a los músicos, les toca hacerse oír también.
Para nosotras es importante apoyar aquello que se haga desde la autogestión y desde lugares paralelos a la cultura oficial, porque si no acabaremos viendo a cuatro grupos contados actuando con empresas privadas a precios desorbitados.
Cómo veis al público del rock y de la música en general ¿Anclado en sonidos de décadas pasadas o con ganas de descubrir nuevos estilos y nuevos grupos?
Nosotras si seguimos anclados en el pasado, jeje. No obstante reconocemos que surgen nuevas propuestas y géneros musicales que gusta escuchar. Claro ejemplo de grupos novedosos con ritmos diferentes son: Zoo, Ciudad Jara o Tremenda Jauría.
¿Qué papel juegan los medios de comunicación clásicos (prensa, televisión, radios, etc.)? ¿Apuestan realmente por nuevas propuestas o sólo por aquellas consagradas?
Generalmente apuestan por lo comercial, eso no cambia desafortunadamente, por eso también es necesaria la presencia de medios alternativos como Insonoro, Maneras de Vivir, o Noche de Rock en cuestión musical. Medios como El Salto (a nivel estatal), o El Faradio (a nivel regional) o librerías como La Libre o La Vorágine. Todos estos medios tienen un relato diferente al discurso oficial.
También internet y las redes juegan un papel importante. A nosotras nos empezaron a hacer un pequeño hueco en los medios oficiales gracias a la repercusión que tuvo alguno de nuestros trabajos en las redes.
¿Veis difícil mantener a flote el proyecto, al margen de lo económico, teniendo en cuenta la vida laboral, familiar y demás?
Octubre siempre ha sido un proyecto, un sueño, un sentimiento y una forma de ser y actuar.
A lo largo de estos años hemos superado multitud de inconvenientes. Hemos sobrevivido a la precariedad económica que nuestro funcionamiento autogestionado trae consigo irremediablemente.
Hemos superado cada barrera con la que nos hemos topado gracias a la capacidad humana de todas aquellas personas que de una u otra manera han contribuido con sus aportaciones al mantenimiento de la Asociación.
Por supuesto, nos afectan personalmente los mismos problemas que afectan al resto de la sociedad: el paro, el acceso a una vivienda, la crisis económica…. Y no es fácil compaginarlo.
Si seguimos teniendo apoyos desde todos los sectores nosotras siempre estaremos ahí.
Más o menos esto es todo lo que queríamos preguntaros así que aquí os dejamos un espacio para que digáis aquello que queráis.
Octubre nació para transformar, hacer pensar y estar presentes mediante el arte, en el panorama cultural de Torrelavega y Cantabria, y que como colectivo necesita del compromiso de todos y todas.
Voluntarios, socias, artistas y público en general han entendido nuestro proyecto como necesario. A ellas les debemos todo, sin esa aportación, este proyecto sería inviable.
Porque es necesario cambiar, aunque sea poco a poco, la realidad y el mundo en que vivimos…
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