En mayúscula y solitario, Ede se subió al escenario del Teatro Eslava el pasado 9 de enero. Un concierto que se hizo de rogar para la madrileña pero que por fin dio su fruto en uno de los más emblemáticos de Madrid. Inundada de nervios, la cascada de verbos inconexos dejaba ver a una Ede totalmente indomable pero enternecedora artista.
Algunos le ponían cara, pero no nombre: “la que canta con Xoel López”. Otros dirán que le ponen voz, pero no cara: “me suena esta canción”. Sin embargo, ella se encargó de dejar bien alto la reputación de su nombre. [ crónica ]