Pasaban unos minutos de las tres de la tarde cuando abrieron las puertas. La marea negra nos dividimos entre los que entrábamos al recinto para escuchar a las bandas y los que tuvieron que habilitar su entrada única del Sábado. Pasamos por debajo de la gigantesca entrada, una estructura con andamios dónde unas lonas nos daban la bienvenida en inglés con un "WE SALUTE YOU". [ crónica ]