Echo & the Bunnymen han sido, sin darme cuenta, parte de la banda sonora de mi vida. Y escribo “sin darme cuenta” de manera completamente intencionada, ya que no sería hasta 2017 o 2018 cuando asocié, un buen puñado de canciones, a ellos. ¿Cómo ha pasado? Pues sinceramente, no lo sé. El caso es que un buen día “Killing moon” o “Bring on the dancing horses”, por nombrar algunas que había escuchado mil veces, pasaron a ser asociadas a alguien, un alguien que tenía que quitarme en directo, no había otra, y por eso, aquel martes 26 de septiembre, La Riviera y yo tuvimos una cita. [ crónica ]