Siete años no son una eternidad, es el tiempo que Belize se tomó para digerir el lado oscuro de los sueños. Durante el interludio, la banda volvió a casa. Volvió a la vida. Conoció la paternidad. Se alejó de la prisa. Dijo bye bye al ritmo de conciertos y se entregó con nostalgia a la búsqueda de ese hogar que no siempre está, a veces hay que crearlo.
"Asedio" (Calaverita Records, 2024) es su regreso, un anticipo de la obra que anuncia su vuelta tras la ausencia. Con la producción de Hans Krüger (Montreal Studios), Belize vuelve a sacar jugo a su sonido distintivo. Su espÃritu melódico, salpicado de ritmos latinos y voces corales, sabe a fruta.